El impuesto pasará a
llamarse “a los Altos Ingresos” y
este jueves, deberá ser tratado por
Diputados.
Nacionales - El
Senado cerró este miércoles el primer capítulo del debate por la reforma del
impuesto a las Ganancias, que fue aprobada con 56 votos a favor y apenas dos en
contra, y fue girada a la Cámara de Diputados, donde se espera una sanción
veloz este jueves.
El oficialismo consiguió avanzar con la iniciativa tras
destrabar las negociaciones con la CGT, que dieron lugar al acuerdo con
gobernadores y luego, con la oposición parlamentaria, que en la Cámara de
Diputados le había propinado una fuerte derrota al Gobierno hace dos semanas.
El debate duró casi cuatro horas y hubo nada menos que 11
abstenciones, de los kirchneristas Marcelo Fuentes, Nancy González, Anabel
Fernández Sagasti, María de los Àngeles Sacnun, Virginia García, Liliana
Fellner, Ana Almirón, Hilda Aguirre, María Inés PIlatti Vergara y María Ester
Labado.
También se abstuvieron los peronistas de San Luis Adolfo
Rodríguez Saá y Liliana Negre, mientras que el senador puntano restante, Daniel
Pérsico, votó en contra, junto al sanjuanino Ruperto Godoy.
La iniciativa que vio la luz quedó a medio camino entre
aquel proyecto elaborado por el FpV-PJ y el Frente Renovador y la iniciativa
original del Poder Ejecutivo, con un costo fiscal final estimado en casi 34 mil
millones de pesos -7 mil millones más a lo dispuesto en el Presupuesto 2017-.
Dado que los gobernadores habían encendido luces de alarma
por los efectos de la reforma en las finanzas provinciales, el Gobierno
nacional aceptó incluir una cláusula de “garantía” de recursos vía una mayor
distribución automática de los ATN.
Con la reforma, el impuesto a las Ganancias pasará a
llamarse “a los Altos Ingresos” y tendrá nuevas escalas, alícuotas y
deducciones, con un diferencial para los trabajadores patagónicos y un método
de actualización automática que evitará caer en la voluntad del poder de turno.
Así, se eleva el mínimo no imponible a 37.000 pesos brutos
para casados con dos hijos –hoy el piso es de 30.000-, y a 27.941 pesos brutos
para solteros –que hoy tributan desde los 22.000-. Como resultado, pagarán
Ganancias casi 400.000 trabajadores menos.
La oposición no sólo consiguió subir considerablemente el
MNI respecto a la intención original del Gobierno, sino que también logró que
tributen sólo las jubilaciones de privilegio, es decir, aquellas que superan
seis veces el haber mínimo (esto es, 33.500 pesos mensuales aproximadamente).
Como miembro informante, el presidente de la Comisión de
Presupuesto, Juan Manuel Abal Medina (PJ-FpV) destacó el consenso alcanzado y
admitió que durante el kirchnerismo “no” se modificaron las escalas en el
impuesto, al tiempo que reprochó al presidente Mauricio Macri no haber cumplido
su promesa de campaña de eliminar el tributo.
Por su parte, el radical Julio Cobos consideró que “hemos
sabido encontrar una fuerte salida” y resaltó la “apertura” del Gobierno
nacional, que convocó a distintos sectores para dialogar después de la presión
ejercida por gobernadores y el bloque conducido por Miguel Pichetto.
El radical opinó además que “el sistema tributario argentino
debe ser reformulado” para que “sea simple y fácil de controlar”.
A su turno, Guillermo Pereyra (MPN) enfatizó que “desde
2001” el mínimo no imponible solamente “sufrió ocho modificaciones” y “todas se
hicieron por decreto”. Sobre la iniciativa, señaló: “No nos deja totalmente
conformes pero se ha dado un paso importantísimo”. El senador además valoró el
“diálogo” para discutir el tema.
En contra de la propuesta, el sanjuanino Godoy consideró que
el Senado “debería haber respetado la sanción de Diputados”. Sostuvo que “en
nombre de la gobernabilidad” se ha llegado a este acuerdo, pero que “esta
gobernabilidad es la que ha generado endeudamiento, presión a los gobernadores,
pobreza”.
Por el GEN, el senador Jaime Linares enfatizó en la
“necesidad de una reforma tributaria profunda” que “brinde el financiamiento
equilibrado del nuevo Estado que hay que reconstruir y que hoy todavía no están
las pautas generales”. Se manifestó a favor del proyecto, aunque advirtió que
“es un parche más en el sistema del impuesto a las Ganancias”.
“Celebro este acuerdo no por los que lo acordaron, sino por
los que van a cobrar unos pesos más y no van a quedar esperando a la promesa
insegura de que se trate acá una reforma tributaria”, expresó por su parte
Fernando “Pino” Solanas, quien votó a favor de un proyecto por primera vez en
mucho tiempo.
El senador de Proyecto Sur cuestionó que “es mentira que no
hay recursos” y se preguntó, molesto, “por qué diablos la dirigencia argentina
no se planta frente un sector que hace contrabando agravado: la minería”.
Con elogios a la iniciativa, Dalmacio Mera (PJ-FpV)
reconoció estar “muy satisfecho”. Apuntó que en el proyecto que había sido
aprobado por la Cámara baja “nadie nos sabía decir quien lo iba a pagar, pero
sí en esta Casa sabíamos que nuestras provincias iban a terminar asumiendo una
buena parte de ese costo fiscal”. Y consideró que, por el contrario, esta
iniciativa “no va a jugar con la expectativa de la gente”.
Adelantando su abstención, la kirchnerista Labado negó que
el acuerdo sea “el mejor” para los trabajadores y puso reparos en la suba del
mínimo no imponible, al alertar que “cuando tratemos paritarias todos los que
hoy están siendo exentos van a volver a pagar”.
El santafesino Omar Perotti celebró el proyecto, pero aclaró
que en el contexto de un país con un “32 por ciento” de personas bajo la línea
de pobreza y con “un tercio de trabajadores que están en la informalidad, no lo
pondría en el título de los grandes acuerdos”, ya que “los grandes acuerdos son
los que nos faltan”.
La senadora Magdalena Odarda (CC-ARI) remarcó que “si bien
(el proyecto) no es el deseable ni el mejor, en definitiva va a traer más
derechos a los trabajadores”. La rionegrina aseguró que “es una mala noticia y
una mala señal” que no se grave a la minería y a la renta financiera. Además,
pidió por una “distribución de los ingresos más equitativa en nuestro país”.
En defensa de la media sanción que se había logrado en la
Cámara de Diputados, la kirchnerista González manifestó que su aplicación
hubiera sido posible porque “si se cobrarían los impuestos que hay que cobrar,
el déficit para nuestras provincias no hubiera sido tal”.
En tanto, la radical Silvia Elías de Pérez remarcó que “se
está cumpliendo con una deuda que tiene muchos años y no se la puede saldar en
doce meses”.
Por el PJ La Pampa, Norma Durango coincidió en que el
proyecto “es notablemente superador respecto al mezquino proyecto del
Ejecutivo”, y agregó que “pondrá una dosis de racionalidad a una situación de
injusticia”.
Pichetto, quien jugó un rol protagónico en las
negociaciones, sostuvo que “Diputados planteó un debate que estaba en el seno
de la sociedad” y que además atravesó las campañas de los candidatos en las
últimas elecciones.
El rionegrino se quejó de que “el proyecto del PEN era muy
malo, muy pobre”, sumado a que “el último año vivimos un proceso inflacionario
muy fuerte”, por lo que ponderó el arreglo conseguido en el Senado y sobre todo
“el rol de la CGT, que tuvo prudencia durante todo el año”. “Esta es la ley
posible, e implica una efectiva mejora para los trabajadores”, concluyó
Pichetto.
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