Ara Malikian fue un refugiado hace más de tres décadas cuando tuvo que abandonar Líbano por la guerra. Ahora visita campos de refugiados de su país natal.
Ara Malikian lleva su música a todos los países para recaudar fondos destinados a los programas de la ONG Acción contra el Hambre, en el Líbano. |
Por Miguel Mirón Pérez
“¿Qué llevas ahí? ¿Un klashnikov?”. Esta es la broma que más escucha Ara Malikian cada vez que carga con el estuche de su violín para ensayar o dar un concierto. Y es que Malikian fue un refugiado hace más de tres décadas. Ahora un violinista, un artista, una estrella.
De origen libanés, tuvo que abandonar su país por las guerras y el hambre en 1984. Una beca en Alemania le ayudó a salir adelante. En la actualidad, vive instalado en Madrid, aunque realiza más de 400 actuaciones al año en 40 países de todo el mundo, incluso llegando a crear su propia orquesta.
De origen libanés, tuvo que abandonar su país por las guerras y el hambre en 1984. Una beca en Alemania le ayudó a salir adelante. En la actualidad, vive instalado en Madrid, aunque realiza más de 400 actuaciones al año en 40 países de todo el mundo, incluso llegando a crear su propia orquesta.
Malikian es un ejemplo de cómo una persona que abandona su país, sus orígenes, para adaptarse a otra cultura, es capaz de “salir adelante”. “Yo también fui un refugiado” recuerda el violinista, que presenta, en colaboración con la Acción contra el Hambre, su gira 15. Un euro de cada entrada vendida irá destinada a los programadas que lleva a cabo la ONG en Líbano.
“No quiero que duermas en ayunas, ni bebas agua sucia; no quiere verte parado, sin poder trabajar, cansado, enfermo… No quiero que sientas nunca más lo que es vivir sin hogar. Y no quiere verte así porque yo también fui refugiado y pude salir adelante”, señala Ara Malikian en el vídeo de la campaña 15 con los refugiados.
El músico ha visitado los campos de refugiados de su país natal, donde ha visto la cruda realidad de ser un refugiado. Líbano cuenta con más de un millón de refugiados sirios en condiciones complicadas, puesto que además de no poder trabajar “tienen que pagar por el suelo en el que están”.
“Mi violín ha supuesto un alivio […] no puedes preguntarles cómo están o cuánto tiempo llevan allí porque todo es superficial, pero empezaba a tocar y las barreras caían”, rememora el artista de su viaje.
Malikian ha tachado de “lamentable” la actuación de los gobiernos europeos en la crisis de los refugiados y ha echado en falta cierto humanismo en ellos, sobre todo cuando el 99% “son familias, seres humanos que necesitan ayuda. No se les puede echar. Somos todos personas y tenemos la obligación de ayudar”.
El video de Ara Malikian por los refugiados
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