El papa Francisco
llegó a Polonia tras el asesinato de un sacerdote católico en Francia, ataque reivindicado
por Estado Islámico.
El papa Francisco desciende del avió que lo condujo a Cracovia, en Polonia, donde permanecerá cinco días. (Captura transmisión directa) |
Internacionales
(Cracovia, Polonia) - El papa Francisco advirtió este miércoles que
"el mundo está en guerra debido a que perdió la paz", en declaraciones
a bordo del avión que lo condujo a Cracovia, en Polonia, un día después del
asesinato de un sacerdote en Francia por dos yihadistas.
"Se habla tanto de inseguridad, pero la palabra
verdadera es guerra", dijo al comentar el degollamiento del sacerdote
dentro de una iglesia en Francia, aunque inmediatamente precisó: "No se
trata de una guerra de religión".
"Este santo sacerdote que murió cuando estaba orando
por toda la iglesia es uno. Pero piensen en los numerosos cristianos, en los
inocentes, en los niños. Piensen en Nigeria, la gente dice pero es en Àfrica´.
Es guerra. No tengamos miedo de pronunciar esa palabra. El mundo está en guerra
porque perdió la paz", reiteró el Papa a los periodistas que lo acompañan.
Francisco abrió así su primera visita de cinco días a
Polonia, empañada por el ataque revindicado por el grupo Estado Islámico.
Francisco aterrizó a las 16H00 (14H00 GMT) tras dos horas de
vuelo, en el aeropuerto internacional Juan Pablo II de Cracovia - Balice, donde
fue recibido con una ceremonia sobria y sin discursos.
El Papa, quien presidirá a partir del jueves la Jornada
Mundial de la Juventud, a la que asisten más de 200.000 jóvenes de todo el
mundo, dijo que conserva "la esperanza" en ellos.
El Papa que prefiere las periferias del mundo, que ha
visitado los países más olvidados de América Latina, que defiende una iglesia
pobre para los pobres, permanecerá cinco días en Cracovia, la diócesis que el
cardenal Karol Wojtyla dirigió antes de convertirse en Juan Pablo II.
Antes del baño de multitudes el jueves con miles de jóvenes
católicos del mundo entero, que llegaron el martes para la inauguración de la
JMJ, el papa encarará su primer encuentro delicado, con el presidente polaco,
el conservador Andrzej Duda, en el Castillo Real de Wawel en Cracovia y con los
obispos locales, una reunión a puertas cerradas que se desarrollará en la
catedral.
Con un clero ultraconservador, con nostalgia del carismático
Juan Pablo II, que reinó del 1978 al 2005, aclamado por su papel en la caída
del comunismo, Polonia se resiste a aceptar el mensaje de Francisco a favor de
una iglesia más flexible y compasiva.
Con este escenario, el
encuentro de este miércoles con las autoridades y los obispos será el
momento más delicado para el líder del Vaticano, un verdadero test para su
línea diplomática.
Las autoridades polacas no escatimaron recursos para evitar
todo ataque durante la visita papal: 20.000 policías, 9.000 bomberos, 800
miembros de servicio de la protección del gobierno y 11.000 guardias
fronterizos fueron movilizados para garantizar la seguridad.
Como sus dos predecesores, Juan Pablo II y Benedicto XVI, el
excardenal algentino visitará el santuario mariano de Czestochowa y el campo de
concentración de Auschwitz-Birkenau, donde alrededor de 1,1 millones de
personas, entre ellos un millón de judíos, fueron asesinados por los nazis. La
visita concluirá el domingo con una multitudinaria misa.
Informe: AFP-NA
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