Por Rubén Blades (*) |
Durante los últimos días, los medios nacionales e
internacionales han festinado alrededor de una noticia que, examinada
objetivamente, en nada se diferencia de lo que ocurre diariamente en el mundo
de las finanzas, es decir, en el movimiento de las riquezas tanto privadas como
estatales.
Muchos de estos medios enredan distintas partes del
componente de la noticia, confundiendo los distintos argumentos con el
propósito de aumentar el cuociente de escándalo y producir aún más polémica, lo
cual puede ser productivo para sus intereses políticos y comerciales, pero que
no necesariamente aclaran el asunto para la población en general.
Ofrezco a mis lectores una opinión sobre el tema, que se ha
dado a conocer como “The Panama Papers". Empecemos por aclarar que una
firma de abogados, dedicada a la creación de sociedades, está legalmente
habilitada para hacerlo.
Por décadas, tanto abogados en Panamá como en el mundo entero,
incluyendo los Estados Unidos, han creado sociedades anónimas, empresas, e
instrumentos semejantes, relacionados con materia legal.
La jurisprudencia encuentra que los abogados que se dedican
a estos menesteres no son responsables por los actos de terceros, ni por el uso
que estos le den a los instrumentos legales por ellos creados.
Existen diferencias, claramente establecidas en los códigos,
entre un acto ilegal y un acto que parece ilegal. Incluso, algunos actos
legales, aunque huelen a podrido, no están prohibidos por la Ley.
Esto es algo que siempre me ha molestado, en mi condición de
abogado. Acepto el argumento de que una persona debe ser defendida con todos
los recursos disponibles, porque se debe garantizar la pureza del proceso; pero
siempre me ha parecido contrario al principio de la justicia, que exista una
defensa que busque la libertad para un acusado, aún a sabiendas de que es
responsable del delito que se le imputa, y que se utilice todo tipo de recursos
para impedir que la justicia se cumpla.
En el caso de la creación de sociedades, la Ley permite que
la operación sea realizada, aún cuando el abogado sospeche que el uso que se le
dará a la sociedad pudiese ser ilícito, si no se tiene una prueba definitoria
de ello.
La reforma debe entonces ser dirigida a la Ley. El abogado
simplemente deberá aplicar lo que la ley señala.
A la firma Mossack-Fonseca, a quienes no conozco y con
quienes jamás he tenido contacto, no le corresponde dar la cara, o
responsabilizarse por lo que hacen sus clientes. Una firma de abogados es como
un bus que recoge y lleva pasajeros, pero sin hacerse responsable por lo que
estos hagan, una vez se bajen y lleguen a su destino. Sonará inmoral, o ilegal,
pero NO lo es.
Por otro lado, habría que examinar cada caso en esta
ocasión, para determinar si el uso que se le ha dado a cada una de estas
sociedades "off-shore" es ilegal.
Imagino que mucha gente, incluyendo multimillonarios de
todas las nacionalidades y gente que simplemente quieren evitar legalmente el
pago de impuestos, utilizan estos instrumentos legales. Pero también lo hacen
personas que simplemente procuran anonimato para proteger sus intereses. Es
interesante que en las redes sociales, personas que opinan y se esconden tras
nombres anónimos, condenen estas prácticas de crear sociedades anónimas. Leí
que a Leo Messi le habían encontrado una sociedad, pero éste afirmó que nunca
se le habían asignado fondos y que no estaba operando. Sin embargo, para los
medios piraña, el nombre de Messi representa una oportunidad noticiosa que no
puede soslayarse, aún a riesgo de ser demandados.
Es importante separar el contenido “escandaloso” de la
noticia, del contenido contencioso real.
Si queremos realmente evitar la utilización de las
sociedades “off-shore” para la evasión de impuestos, o para alcahuetear
ilegalidades, entonces todas las legislaciones de todos los países del mundo
deberían prohibir la creación y utilización de la figura "off-shore
companies", incluyendo a los Estados Unidos. Aseguro que si Panamá
oficialmente lo propone, NINGUN PAIS aceptaría su propuesta. Demasiado dinero
corre, encima y debajo de la mesa, y cuando se trata de mover dinero, los intereses de la codicia terminan
ganando, sean legales o ilegales. Por el
momento, recomendamos que antes de unirnos al circo de la especulación, entendamos que todas las
firmas legales como Mossack-Fonseca hacen lo que la ley les permite hacer, bajo
un marco internacional conocido y
aplicado internacionalmente.
Solo si a sabiendas se apartan de la ley serán sujetos a las
sanciones correspondientes.
Si nos detenemos a examinar el asunto con un poco más de
atención, más allá del escándalo y el
escarnio público, vemos que todo esto luce como una acción dirigida a lastimar,
denigrar y a empantanar el nombre de Panamá, para de esta manera favorecer los
intereses financieros de países que envidian nuestro presente crecimiento y
éxito, y de otros que quieren recuperar su hegemonía en los mercados, no por
errores de Panamá, sino por sus propia fallas.
Mossack-Fonseca NO REPRESENTA AL PAIS. Es una empresa legal
que opera en y desde nuestro país.
Pero se le ha dado al mundo la impresión de que nuestra
República es la responsable por sus actos y los de terceros.
Se ha reportado que la información ha estado por más de un
año en manos de ICIJ, un supuesto grupo independiente formado por 160
periodistas, denominado "liberal" y "progresivo" (código
para "izquierdista"), y que este grupo está basado en Washington, (no
sé quién, o qué lo sostiene).
¿Es posible creer que ninguno de los grupos de inteligencia
del gobierno, también allí ubicados, conocía de esto?
Y consideremos: ¿QUIÉN(ES) están detrás del
"hackeo"? ¿Se hizo desde Panamá? Y si fue desde aquí; ¿podria haber
sido hecho con una de las dos máquinas "perdidas" del pasado
gobierno?
¿Perseguirán los Estados Unidos a los
"hackeadores" de la manera enérgica con que han perseguido a Assange
y a Snowden?
Y si no lo hacen, ¿quiénes se benefician con esa decisión y
por qué?
Un diario alemán destapa la "olla de grillos". ¿Por
qué Alemania? ¿QUIÉN HACKEO Y DESDE DÓNDE?
Que quede claro que no estoy defendiendo a lavadores de
dinero, ni a sinvergüenzas, ni estoy diciendo que en Panamá no los haya. Bastan
los recientes sucesos locales que involucran al Financial Pacific, y a algunas
figuras políticas nacionales. Pero en este particular caso, Mossack-Fonseca es una empresa ubicada en
Panamá, con sucursales en mas de treinta ciudades en el mundo, incluyendo en
los Estados Unidos.
En 1986, cuando se integra Fonseca, operaron acá, durante la
dictadura de Noriega. ¿Saldrán datos de las compañías "off shore" que
se fundaron en el tiempo de Secord, Poindexter o North, cuando se compraban y
enviaban armas a los Contras, durante la presidencia de Ronald Reagan? ¿Alguna
conexión entre sociedades fundadas por Mossack-Fonseca y personas de los
Estados Unidos verá la luz pública? ¿Hubo alguna?
Asignarle al embrollo el nombre de "Panama Papers”, en
vez de "Mossack-Fonseca Papers" me luce malintencionado, dirigido
ex-profeso a denigrar a nuestro país, y/o para desacreditar al presente
gobierno. Eso debe estar claro.
A la vez, espero que se realicen investigaciones objetivas que pongan al
descubierto quién o quiénes hackearon los archivos de la firma legal acreditada
en nuestro suelo, y con qué propósito.
Que se expongan las tramas y a los tramposos, pero sin
insultar a mi país en el proceso.
Este asunto no es responsabilidad de mi pueblo. Respeten a
Panamá.
Finalmente, esta situación es más seria de lo que
aparentemente percibe nuestro gobierno.
El daño potencial es enorme y requiere acciones
inteligentes, y no beligerantes. No fue una buena idea enviar a cuatro abogados
que poseen conexiones con la creación de este tipo de empresas, a responder por
Panamá.
El gobierno debió haber respondido directamente, a través de
una cadena nacional, planteando los argumentos necesarios y explicando a
nuestra nación y al mundo por qué es injusta la acusación dirigida contra
nuestro país.
Recomiendo emplear inmediatamente a la mejor firma
internacional capaz de examinar la situación, asesorar y determinar cómo, y a
quién responder y bajo qué condiciones. Esto, como lo de la Zona Libre, se
hincha.
(*) Cantante, compositor, músico, actor, abogado y excandidato
presidencial de Panamá.
© RB
0 comments :
Publicar un comentario