Por Guillermo Piro |
El 6 de junio, después de cuatro años de obras, reabrió el
Hotel Ritz de París, uno de los hoteles más famosos del mundo. Fue la primera
vez que se procedió a un plan de reformas tan extremo desde su fundación, en
1898. Se encuentra en el número 15 de Place Vendôme, la plaza donde también
tiene su sede el Ministerio de Justicia francés. En el Ritz se hospedaron
muchos personajes famosos, como Coco Chanel, que vivió allí entre 1931 hasta
que murió, en 1971.
Se dice que la forma octogonal de su suite le inspiró el
diseño de la botella del perfume Chanel nº 5. El Ritz, tal vez más que
cualquier otro hotel famoso, es muchas veces citado en distintas obras
literarias, porque muchos escritores pasaron una temporada allí o simplemente
porque decidieron ambientar entre sus paredes algunas escenas de sus novelas.
No todas, pero ciertas suites del Ritz llevan nombres de
personajes famosos, ligados de alguna manera a su historia. Marcel Proust, por
ejemplo, quien en los últimos años de su vida acostumbraba cenar en el Ritz. En
aquellos años vivía en París la escritora estadounidense Edith Wharton, que
detestaba particularmente el hotel. Se decía que las damas de París se dividían
en dos categorías, las “Ritz” y las “anti-Ritz”, pero en esta última solamente
estaba Wharton. La suite Marcel Proust está en el primer piso, tiene vista al
jardín del hotel y cuesta cuatro mil euros la noche.
En Suave es la noche, la novela de Francis Scott Fitzgerald,
el Ritz es citado como uno de los sitios en que los personajes pasan el tiempo
en París. La suite del Ritz dedicada a Fitzgerald cuesta diez mil euros la
noche. Está en el tercer piso, y los balcones dan a la Place Vendôme.
El hotel tiene tres bares. Uno de ellos lleva el nombre de
Ernest Hemingway. Heming-way nombra el hotel en Fiesta. Uno de los personajes
de la novela, Frances Clyne, en determinado momento dice: “Fui al Ritz a
esperar a Paula, pero ella no vino, y yo, por supuesto, no tenía suficiente
dinero para almorzar en el Ritz”. Durante tres años, entre 1985 y 1987, el propietario
del Ritz, el millonario egipcio Mohamed Al-Fayed, concedió un premio literario
en honor a Hemingway, el Prix Ritz-Paris-Hemingway, que consistía en cincuenta
mil dólares.
El Ritz aparece también en Glamorama, de Bret Easton Ellis.
En la novela el hotel es destruido por la explosión de una bomba casera
construida por un grupo de modelos. El Ritz también aparece en novelas como
Desde Rusia con amor, de Ian Fleming, El código Da Vinci, de Dan Brown y El
diablo viste de Prada, de Lauren Weisberger. En esta novela, uno de los
personajes secundarios es un empleado del Ritz que ayuda a la protagonista a
resolver un problema de Miranda Priestly, la directora de la revista para la
que trabaja. Priestly, obviamente, se aloja en la suite Coco Chanel.
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