Por Martín Risso Patrón |
« [...] Cristina y Néstor no sabían que el hombre
robaba plata, y no era un cuatro de copas
[...]» - [Juliana Di Tullio, diputada nacional FpV]
« [...] José López no tiene nada que ver con De Vido
[...]» - [Héctor Recalde, jefe del bloque FpV en Diputados].
« [...] Ojalá les caiga el Apocalipsis a estos
chorros [...]» - [José Ottavis, legislador FpV].
Con olor a bosta,
pero unidos
La soberana Cámara de diputados de la República negó el
pedido judicial de allanar las dependencias familiares de Julio De Vido. Al
menos ese fue el resultado de la convocatoria sobre tablas incluyendo la
petición en una sesión ordinaria que tenía otra agenda, al no dar quórum el
bloque kirchnerista, el martes 15; si bien expresamente no emitió dictamen, la
Justicia al no recibir autorización expresa, se debe inhibir de actuar sobre
los fueros del legislador. Como siempre, el síndrome antidemocrático K se hizo
presente en el Congreso: Cuando eran Poder, “...acá
no se discute nada; se aprueba y listo” como supo decir Agustín Rossi en
una de las tantas patoteadas legislativas; hoy, del mismo modo, dijeron “...aquí no se aprueba nada, porque no se
discute...” y se fueron de lo más truchos. Se negaron a aprobar la
inclusión en la Orden del día del petitorio judicial. Por ahora zafaroni De Vido de cualquier
requerimiento de Usía; todos preocupados y haciendo fintas provocadoras. Todos,
con olor de la misma bosta, pero
juntos. José López, guardapolvo. Como
debe ser.
Entonces me suena el gotán en la cabeza, Don Sencillo, sí,
ese del 41, de Baliotti y Giampé: “Ahora
no me conocés, me borró tu ingratitud...”. Claro pues: José Francisco
López, hoy en el candelero negro, justamente lamenta eso de sus kumpas, de los
cuales fue una suerte de primus inter
pares, dicho esto con todas las letras, Doña Clota ¿y sabe por qué?
Sencillamente porque es producto del primer
retoño K de la genética nestorista. Cuando los Ottavis, las Di Tullio y los
aterrorizados ninguneadores de ahora mismo todavía ni idea tenían del proyecto Nac&Pop, don López se decía de che con Néstor, futuro dios.
Hombre de absoluta confianza del líder [si es que alguna vez
éste tuvo confianza en alguien, y si fue líder], el tristemente ninguneado
López hoy, amarrado al duro banco de la sórdida gayola era el siete de espadas [Di Tullio hizo este único reconocimiento
de él: “no es un cuatro de copas...”,
dixit]. Por algo estuvo desde la primera
hora junto al Arq. De Vido [macho de bastos, pa’l caso], primigenio y
permanente custodio de los valores K, los unos y los otros, se entiende. Entre
micrófono y micrófono, en una entrevista radial disparó con sapiencia bíblica
el conocido José Ottavis de X.: "...ojalá este sea el apocalipsis de
los chorros de la política". Recordado como el defensor a ultranza de
tanto corrupto, en su gestión legislativa platense. "Los argentinos somos otra cosa, no somos Jose López"
sentenció al final. El Apocalipsis, según Ottavis de X.
Ahora resulta que para los kumpas, López no existe; ¿quién es éste? ¡Chorro, que te agarre el
Apocalipsis! Sin darle siquiera el bálsamo
del silencio, que con el mismo ninguneo,
le administran a Báez, Lázaro.
La corpo K se
defiende haciendo fintas, como un payaso que va de boxing. Los Recalde, los
Kunkel y los zafadores de estilo se hacen los provocadores, como Recalde padre
que sueltísimo de cuerpo analiza y pontifica ante la tele, ofuscado, sobre la
corrupción en la política argentina; lo
hace desde el cuarto círculo dantesco en el que se encuentra, y que lo
sabe; ese donde los puso el mismo José López: el cuarto infierno donde los
condenados arrastran pesadas talegas de oro y se pelean entre ellos ante la visión de sus apetencias terrenales.
Grande, Dante.
No comernos el amague
Hacen de patético gallo provocador orinando sobre las
millonadas que van apareciendo, las que le fueron choreando al Pueblo, y mandan
a la hoguera a aquellos que hacían el laburo sucio pero sustancioso, y por hoy
estéril. Sienten una rara mezcla de
envidia y asco, los Kunkel, los Recalde, las Di Tullio y las Conti y
Bonafini, y muchos otros del proyecto. Y pretenden
que nos comamos el amague. Muñecos de pelotero.
Todos contra NCK
La corpo K implosiona, Paisanos; de eso no cabe ninguna
duda; Ella está en el penúltimo
cuadro del tablero, llegando al final, al borde, acorralada como en el juego
del Go; alguien está despojándola de la guita popular para retornarla a su
legítimo bolsillo, así de simple. Báez, y los López [Cristóbal y José, que nada tienen en común que no sea la estirpe de
chorros de elite] son patrones de un solo bolsón que intenta ser literalmente
soterrado por estos cavadores de la propia zanja en que han metido a la República,
y de la cual morderán el polvo.
Con Báez, fiel y
originario admirador, militante y guardatodo de confianza de NCK, haciendo
la última movida sin periodistas ni abogados ante la Cámara Federal Penal: “Canto todo, pero me lo sacan a
Cassanello...” ¿Por qué don Lázaro? “...porque
la está haciendo zafar a Cristina y al hijo mandándonos al carajo a mí y a los
míos... Por eso”. Con la cáfila sabihonda, pulcra y moral de los Recalde, los De Vido, etcétera, diciendo ¿yo señor...? ¡...no señor...! esto se convirtió
ni más ni menos que en una siniestra palada extra de cemento sobre la tumba del
que te dije, sólo pa’ que zafe la que
también te dije. Golpe a la línea de flotación de cualquier memoria de
Néstor. Implosión del kirchnerismo, Don Sencillo.
Próximamente en esta misma sala, el capítulo Indalo, con
Cristóbal y su troupe “con olor a oveja”
[como diría Jorge Francisco].
Una última cosita y
nos vamos
Ya que hablamos de curas, recuerdo que, según el periodista
especializado en cuestiones religiosas, Sergio
Rubín, en un informe dado por el canal de noticias TN, el convento de las
monjas orantes y penitentes fue la última residencia en vida de Rubén Di Monte,
que fuera Arzobispo de Luján-Mercedes, entre 2000 y 2007, al que fuera impulsado como candidato por el primado vaticano en la
Argentina de entonces Jorge Mario Bergoglio.
Fue precisamente la sede Luján la que a partir de los
sucesos aquí comentados, puntualmente se encargó de aclarar que las monjas
orantes y penitentes de María de Fátima no pertenecen a la Curia, siendo un
grupo privado católico. ¿Habrá sido un invento de Di Monte para que lo cuiden
en su dorado retiro jubilatorio? Justamente murió este prelado el 18 de abril,
justo dos meses antes de estos sucesos de la guita, el convento, las mojas viejas,
el soborno no aceptado por los canas, el subfusil calibre 22 y los 10 palos
verdes, los yenes y los euros, y el posible entierro al pie de sus cipreses, no
del cuerpo de Di Monte, si no de la variada y multicolor billetería que José
Francisco López, patético estibador sin puerto, arrojaba en bolsas una
madrugada de éstas por la cerca del convento. No se sabe si murió en el baño,
Di Monte, como se estila por estos años.
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