La Argentina venció
4-0 a Estados Unidos y logró el pase
a la ronda definitiva de la Copa América
Centenario.
Messi y Banega en el festejo argentino por la goleada a Estados Unidos y el pase a la final. |
Deportes - En el
primer encuentro de las semifinales en la Copa América Centenario, disputado en
el estadio NRG de Houston (EE.UU.), la Albiceleste demostró su poderío y se
clasificó con tranquilidad para la final a la que llega por tercer vez
consecutiva en los últimos torneos internacionales.
Los de Gerardo Martino sólo tardaron 90 segundos para
ponerse en ventaja. Una rápida salida de Éver Banega en un córner, expuso el
laboratorio del Tata. La combinación entre Lionel Messi y Ezequiel Lavezzi
desarmó a la última línea norteamericana y selló el 1 a 0. La notable
asistencia del mejor del mundo facilitó la tarea del Pocho para que grite ante
las cámaras de Texas la conquista albiceleste.
La diferencia entre los intérpretes dio lugar al monólogo
criollo. La Selección tuvo posesión, dominio y agresividad para liquidar el
compromiso en la primera etapa. El capitán pidió todas las pelotas. Con su calidad
y velocidad, el rosarino colaboró en la creación de juego para abastecer a
Gonzalo Higuaín o para explotar con su individualidad y amenazar a Brad Guzan.
El único método que empleó EEUU para frenar a su rival fue la pierna fuerte.
Lo que no tuvo en cuenta el elenco de Klinsmann fue el hecho
de evitar las infracciones cerca del área. La primera falta que sancionó el
paraguayo Enrique Cáceres el astro del Barcelona la transformó en gol. Leo se
tomó su tiempo para atarse los cordones, medir la distancia, calcular el ángulo
y ejecutar. Golazo. La máxima figura del planeta volvió a brillar en una pelota
parada. Argentina empezaba a resolver el pleito.
En el complemento el Pipita convirtió el triunfo en goleada.
El oportunismo del goleador del Nápoli sirvió para sellar el 3 a 0 luego del
rebote que otorgó el arquero del Aston Villa. Lo llamativo fue que la Argentina
no mermó su intensidad, a pesar de tener garantizada la clasificación.
La preocupación llegó en el accidente que protagonizó
Lavezzi. El ex San Lorenzo intentó bajar con el pecho una pelota al borde del
lateral y no calculó la distancia con los carteles publicitarios. Su caída
obligó a Martino a enviar a la cancha a Erik Lamela. Recién reinó la calma
cuando el delantero se puso de pie y se acercó al banco de suplentes, aunque
los estudios indicarán la gravedad de la lesión.
Antes del cierre, Messi volvió a demostrar su compañerismo
al regalarle el último tanto a Higuaín para que firme el 4 a 0 definitivo. La
postal de la final ya es conocida, lo único que falta es cambiar los lamentos
por festejos. El próximo domingo, Argentina buscará quebrar la adversidad de 23
años de sequía. La tercera puede que sea la vencida.
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