Según el diario
brasileño, la Presidenta anunciaría el viernes una reforma constitucional y
presentaría su renuncia. Repercusiones.
Brasil – Esta
última semana antes de que el Senado analice el pedido de impeachment no
terminará sin medidas drásticas. Disponiendo aún de los poderes del presidente,
que perderá en caso de que el proceso sea abierto, Dilma Rousseff debe enviar
en los próximos días al Congreso una propuesta de enmienda constitucional que
establezca nuevas elecciones para el 2 de octubre.
A pesar de la resistencia de los
movimientos sociales, la idea defendida por un grupo de senadores es encarada
como una carta final por la facción presidencial.
Dilma y ministros como Jacques Wagner (Casa Civil) Ricardo
Berzoini (Secretaría de Gobierno), concordaron con la idea de la elección, pero
la Presidenta aún quisiera lograr el consenso de los movimientos sociales. No
hay unanimidad entre los ministros, no obstante. Uno de ellos argumenta que la
renuncia sería la negación de todo el discurso de que el proceso de impeachment
es un golpe, discurso que adoptó la Presidenta hasta aquí.
Hasta el búnker del vicepresidente Michel Temer, que se viene
preparando para asumir el cargo por 180 días a partir del 11 de mayo, cuando el
plenario del Senado decidirá el destino de Dilma, llegó la información de que
la Presidenta haría el viernes un pronunciamiento, en cadena de radio y
televisión, lanzando la propuesta de elección directa. Ella renunciaría al
cargo y pediría a Temer que haga lo mismo. La reacción del vice fue terminante:
la oportunidad de que él acepte dimitir, es nula.
“Sería escaparle a las responsabilidades. Esa sí, es una
propuesta golpista”, dijo a O Globo
cuando esa versión comenzó a circular la semana pasada.
El senador Paulo Paim (PT-RS), recordó dos precondiciones:
que la presidenta Dilma Rousseff y el vice Michel Temer renuncien y que el
Congreso escuche el pronunciamiento de la calle.
Con este plan de adelantamiento de las elecciones
presidenciales lo que buscarían desde el entorno de la jefa de Estado es evitar
que el juicio se concrete y complique aún más su situación. Rousseff y sus
ministros de confianza entienden que si convocan a elecciones anticipadas se
instalará el debate sobre la legitimidad de Temer, quien no cuenta con apoyo de
la opinión pública.
Informe: Agensur.info,
O Globo y LN
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