El diario francés
asegura que el matrimonio Kirchner habría blanqueado 65 millones de dólares
utilizando el nombre
y el prestigio de la Cruz Roja.
Nacionales - ¿Qué
mejor tapadera para dinero de origen dudoso que una organización benévola
internacional como la Cruz Roja, con sede en Suiza? Esa fue la brillante idea
del estudio panameño Mossack Fonseca para sortear los controles financieros
crecientes y garantizar anonimato a sus clientes, según un artículo publicado
hace unos días en el reconocido diario Le
Monde, en Francia.
Bajo el subtítulo "La pareja Kirchner cuestionada",
el diario francés denuncia que "este montaje sirvió en particular para
desviar decenas de millones de dólares de fondos públicos en Argentina". Y
recuerda, en referencia a las explosivas entrevistas con Federico Elaskar y
Leonardo Fariña, que, "en 2013, periodistas argentinos revelaron una red
de corrupción y blanqueo en torno al ex presidente Néstor Kirchner y a Cristina
Fernández de Kirchner". "La pareja presidencial habría, entre otros,
desviado y sacado del país fondos con la ayuda de un empresario. Habría
blanqueado 65 millones de dólares en Nevada usando una gran cantidad de
empresas de Mossack Fonseca", publica el parisino Le Monde.
En efecto, los #PanamaPapers revelan que el nombre –y el
prestigio- de la Cruz Roja Internacional era utilizado para esconder dinero
sucio.
Le Monde explica
la maniobra de este modo: "La firma panameña pone a disposición de sus
clientes dos fundaciones: la Brotherhood Foundation y la Faith Foundation (las
fundaciones Hermandad y Fe), que pueden ser usadas para tener acciones de sus
sociedades offshore, porque una fundación de este tipo, que no tiene
accionistas, permite en particular enmascarar quién se esconde detrás de una
cuenta bancaria".
El sistema fue tan exitoso, que los periodistas de Le Monde hallaron entre los documentos
filtrados que alrededor de 500 firmas usaban una de estas dos fundaciones como
pantalla. Y, entre ellas, Aldyne Ltd. et Garins Ltd, las dos sociedades
pantalla que, según Elaskar, fueron registradas por Mossack Fonseca en
Seychelles a beneficio de Lázaro Báez, el empresario beneficiado y socio de los
Kirchner.
La tapadera usada por estas dos firmas era la Faith
Foundation. Y, detrás de ella, aparecía como "derechohabiente económico un
poco peculiar" la Cruz Roja Internacional.
"Para no despertar sospechas, Mossack Fonseca inscribió
simplemente a la Cruz Roja en ese rol –explica Le Monde–. Gracias a ese montaje, los nombres de los propietarios
quedaban ocultos, y el aura de la ONG los protegía de miradas suspicaces".
El diario cita un correo electrónico de la firma panameña
que explica el porqué de este laberinto: "Como los bancos y los institutos
financieros están obligados hoy a obtener informaciones sobre los beneficiarios
económicos finales, se volvió difícil para nosotros no divulgar la identidad de
los de la Faith Foundation. Es por eso que pusimos en marcha esta estructura
designando a la International Red Cross. Así, es más simple".
La ley panameña no obligaba al estudio a informar a la Cruz
Roja del rol que estaba jugando sin saberlo. "Según la legislación de
Panamá, los beneficiarios de una fundación pueden ser utilizados sin
saberlo", indica el mismo bufete Mossack Fonseca en un mail interno.
"De acuerdo a documentos de la Justicia norteamericana,
estas sociedades offshore (creadas por el empresario argentino) tienen todas un
punto en común: son controladas por dos sociedades pantallas registradas por
Mossack Fonseca en Seychelles: Aldyne Ltd. et Garins Ltd. En los papeles, estas
últimas no pertenecen a Mossack Fonseca sino a la Faith Foundation. Y he aquí
cómo, sin saberlo, la Cruz Roja resultó accionista de empresas que controlan el
botín desviado por el clan Kirchner".
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