El caldero judicial y
el huevo de la serpiente
Por Martín Risso Patrón |
La cosa está a mil
Doña Clota vino con su cuchara de sopar cuando nadie la
llamó; “¿Vio Profe que el doctor Macri
está mandando en capacha a todos los kirchneristas...?” Ahí nomás le paré
la chata dejándola suspendida de su escoba: “Mire
vea doña, tres cositas le quiero corregir, si me permite; primero, don Macri no
es doctor, porque es ingeniero, segundo, no es ni policía ni juez para mandar a
prisión a nadie, y tercero, debiera usted aclarar a cuáles kirchneristas se
refiere”.
Mudita, no por respeto, sino porque no entendió una pepa, siguió
su viaje hacia el patio maltratando a la escoba, al mismo patio y al tortugo
que distraído paseaba por ahí.
Pero en mi corazón y en la mente la perdono a la Vieja, lo
que no me exime de aleccionarla. Es tan espectacular la movida de los jueces
federales, por hoy, que no dan abasto con los procedimientos procesales
poniendo en capacha, como dijo doña Clota a algunos de los grandes del régimen
que da coletazos de los grandes como tiburón en la línea. Es ahí donde se
mezclan las cosas para la percepción sencilla y popular; desde las promesas
electorales de sanear la corruptela, hasta las citaciones federales a los Báez, padre e hijo, su equipo técnico
del contador Pérez Gadín con el
abogado Chueco, el arrepentimiento de Fariña, las citaciones de imputación de los Kicillof y De Vido y la
mismísima Fernández Vda. de Kirchner,
no más que un jeme que mide en escala comparativa de tiempo, sólo 120 días
corridos, que parecen nada pero que han sido densos. Y eso que falta una lista
así de larga para el casting federal.
Es que los jueces, motivados por un viral acceso de Justicia
y la oportuna aparición de un video de golosos contando plata de la buena, y
mucha, pusieron primera cambiando a segunda a altísimas revoluciones, como en
la largada la fórmula 1, meta ruido y
movimiento. Ante esto, ¿...qué puede pensar don Sencillo Deapié, sino que
llegó el mesías prometido? Lo escuché al pasar, al veterano: “Tá poniendo güevos, don Macri”. El hartazgo que nos propinó el manoseo
autoritario y el uso indebido de la pobreza para crear clientela, sumando a
ello el desquicio en que sumieron a la República pisoteando el sagrado recinto
de la Justicia [recordar al fiscal Campagnoli, por caso, o la tragedia de Nisman, o la ruleta trabada de sortear
jueces federales, que siempre hacía
bingo en el nombre de Oyarbide, cuando de salvar el pellejo se trataba,
salvándolo]; reformando de hecho la altiva función legisladora del Congreso
republicano hasta convertirlo en el salón del sello “cúmplase” para las órdenes recibidas desde arriba [léase del
gobierno administrador del presupuesto nacional, de las relaciones
internacionales, de la información pública, etcétera], cuando bien sabemos que
la Democracia sabiamente pone a cada uno de los Poderes populares en un lugar
adecuado, en el que, mire vea paisano, el
Ejecutivo está por debajo de la soberana Justicia y del soberano Congreso
de los diputados y senadores.
Toda la corrupción, toda, movió los engranajes para que esto
nos lleve puestos al carajo a todos: A don Sencillo, a doña Clota, vos, yo,
nosotros, aquellos... menos ellos.
Por eso, el actual presidente legal y legítimo del gobierno administrador de la
República, también observa que la cosa está a mil, y los de a pie creemos que está en la botonera de
empujar jueces. Pero no es así;
dejando un jerónimo de margen para la duda, y dando crédito a que los jueces federales están obrando según su buen
saber y entender.
Resulta Imposible pensar que en Democracia, el presidente
del ejecutivo esté manipulando a los Jueces. El que crea que es así, pues que muestre pruebas.
La señora Fernández
tiene miedo
Habiendo puesto en caja a Doña Clota aclarando sus dichos,
lo que ligó también Don Sencillo, paso a dar revista de lo que hay por hoy en
la política nacional, que sin estar a mil, por lo menos está a 910, que no es
poco.
Mientras la UCR clama por su espacio en la nueva alianza que
gobierna y que se llama Cambiemos,
porque parece que el changuito Peña
se llevó por delante a Sáenz que era
número puesto como Jefe de gabinete, haciendo lo propio con Lilita y otros cuantos, Macri
coquetea con el Gran Novio de la tierra
de Güemes, en una suerte de peronización
[pero no tanto] de su propia persona, habiendo hecho lo propio con Massa, que haciendo gala de una
buenísima cintura está esquivando quedar pegado con algunas cositas de la
gestión algo non sanctas para el
corazón peroncho y popular. Mientras la tropa del General reacomoda sus mandos purga de por medio para botar al
cristinismo; mientras, también, la cáfila K del Congreso nacional sufre la
deserción de arrepentidos, oportunistas y por qué no, de algunos consecuentes
con la República...
Mientras todo eso sucede, doña Cristina Elisabet tiene miedo.
La contumacia puede
ser fatal
Es así nomás; doña Cristina está organizando un nuevo
espacio nac&pop para borrar lo que es FpV de espantosa memoria. Sobre todo
ahora, que los desertores la miran a la cara diciéndole “...y buéh, nos vamos porque no queremos quedar pegados...”, y
migran a un retorcido pero concreto bloque justicialista, aunque los hay como
el senador Pichetto, que hicieron
público mea culpa con ética
republicana incluida, con su verba magistral y en buena hora, y los que
quedaron en cintura del FpV se entiende, muditos y a la espera no se sabe muy
bien de qué acontecimiento, que siguen chicaneando y es interesante observar
que entre ellos hay los que se visten de fueros para zafar lo que se pueda, como De Vido y Kicillof, y algún otro
que se escapa de esta lista, pero entró en la boleta de las elecciones
legislativas al solo efecto de protegerse.
Hay que preguntarse qué sentido tiene esta propuesta de la
presidente mandato cumplido, de apoyarse en el pueblo [entendido por ella así
el grupazo choripanero, insultador y patotero que le hace palmas a sus pasitos
de baile balconero], que no es el Pueblo ¿se entiende? Fue en el acto político
que se mandó frente a las mismas barbas de la Justicia federal, improperios
incluidos, como si no existiera para Ella ningún requerimiento republicano de
investigación judicial, e insultó a la Justicia [inquisidores, dijo]. Y allí mismo espetó que se agrupará con el
Pueblo en lo que llamó [eufemismo, puro eufemismo, como se verá enseguida] “frente ciudadano” omitiendo
puntillosamente hablar de su propia autoridad [“lo más amplio posible”, dijo más o menos], configurando reuniones
con los dirigentes y legisladores de propia tropa, incluyendo esto la
realización de una reunión en Salta.
Porqué eufemismo: Porque
es el huevo de la serpiente de algún tipo de formación de cuño neofascista
que puso a incubar, desconocedor de leyes, del orden público e instituciones
democráticas, lo que se mostró en las zamarreadoras
y zamarreadores de periodistas, patoteros y patoteras de uniforme azul ese mismo día ante la
vista y paciencia del Pueblo y sus agentes del orden público, y si quiere Doña
Clota, ante los mismos jueces que la requieren. Lo mismo que Hitler hacía con sus siniestras SA [Sturmabteilung: Grupos de choque
provocadores en los actos políticos nazis], Franco
con sus Brigadas Político-Sociales
golpeadoras a mansalva, y Mussolini
con sus Camicie nere [camisas negras]
secuestradores y asesinos. Por eso, lo de “frente ciudadano” es un mero
eufemismo. Hitler llamaba oficialmente, eufemísticamente, a las SA, “División Gimnástica-Deportiva” del
partido, y vestían siniestras camisas pardas. Esto, sin olvidar que hay
formaciones de uniforme pardo, entre las huestes destructoras, incendiarias y
asesinas de la Túpac Amaru.
Cristina tiene miedo, y huye hacia adelante, con el ariete
del insulto altisonante, los empujones y escupitajos de los militones, y el
improperio en boca de sus legisladores.
A mil, la Justicia, y
la barbarie a la vuelta de la esquina
No es alarmismo, esto. Está enunciado ya dondequiera hayan
desafiado públicamente los D’Elía, las Bonafini, los Esteche, los Heller, los
Kunkel y tanto troll facebuquero que se mete en nuestras casas, de ir presos ellos, antes que Cristina;
¿se imagina Don Sencillo? pura consistencia de bosta violentera que augura
malos ratos a la convivencia ciudadana. ¿Qué opina Dona Clota...? Deseo que a
partir de la lectura de la presente misiva, quiten de su mente que el gobierno,
como destino trágico para la República, debe
manipular a los Jueces. Eso, solamente para dejar espacio libre para
interpretar tanta violencia; la que hay, y la que se está incubando en el huevo
de la serpiente.
© www.agensur.info
0 comments :
Publicar un comentario