El expresidente había
asumido como ministro de Estado pero un juez federal anuló el acto 40 minutos
después. “¡No habrá golpe!”, gritaron manifestantes apoyando al Gobierno.
Brasil - Un juez
federal en Brasilia suspendió este jueves la toma de posesión como ministro del
expresidente brasileño Lula da Silva, en una decisión preliminar que será
apelada por los abogados del Estado.
"Interrumpo el acto de nominación del señor Luiz Inacio
Lula da Silva para el cargo de Ministro de Estado jefe de la Casa Civil o
cualquier otro que le otorgue prerrogativa de foro", señaló la decisión
del juez Itagiba Catta Preta, que aún debe ser revisada por instancias
judiciales superiores.
Dilma en la asunción
"La gritería de los golpistas (...) no pondrá de
rodillas" al pueblo brasileño, proclamó el jueves la presidenta de Brasil
Dilma Rousseff, atribuyendo a tentativas de desestabilización los pedidos de
que renuncie a su cargo.
"La gritería de los golpistas no me va a sacar del
rumbo ni va a poner de rodillas a nuestro pueblo", zanjó Rousseff en el
acto en que su antecesor Luiz Inacio Lula da Silva asumió como jefe de su gabinete.
La decisión fue tomada por el juez Itagiba Catta Preta Neto,
del Tribunal Federal de Brasilia, quien de esta manera anuló el acto por el que
Lula juró como jefe de ministros de Dilma a 40 minutos de haberse realizado.
La entrada del expresidente al Ejecutivo es presentada por
los analistas como una última tentativa de Rousseff para evitar el juicio de
destitución que impulsa en su contra la oposición en el Congreso, por presunta
manipulación de las cuentas públicas.
El impacto esperado de la entrada de Lula al gobierno ya se
vio eclipsado por la divulgación de una llamada telefónica en la que Rousseff
le decía al ex mandatario que se aprestaba a enviarle el decreto de su
nombramiento para que pueda "usarlo en caso de necesidad". Esa frase
alimentó la sospecha de que su nombramiento era una maniobra para dotar de
fueros especiales al ex jefe de Estado, permitiéndole escapar a la justicia
ordinaria y en especial a un eventual pedido de detención en su contra.
La asunción
El expresidente Luiz Inacio Lula da Silva asumió este jueves
como jefe de gabinete de la presidenta Dilma Rousseff, en una ceremonia con
ambiente de mitin político que atribuía a "golpistas" las denuncias
de corrupción que desestabilizan al gobierno.
"¡No habrá golpe! ¡No habrá golpe!", gritaban los
asistentes al acto en el Palacio de Planalto, en Brasilia, interrumpido por un
opositor que gritó: "¡Vergüenza!", ante los abucheos de los
presentes.
Miles de manifestantes protestaron durante la noche en Sao
Paulo, Brasilia y otras ciudades contra la decisión de Rousseff de nombrar
ministro jefe de gabinete al exsindicalista, investigado a su vez por causas
relacionadas con el megaescándalo de la estatal petrolera Petrobras.
El domingo pasado, más de tres millones de personas
exigieron la renuncia de Rousseff.
También los partidarios de Lula y del gobierno buscaban
movilizarse, en vísperas de una jornada de manifestaciones convocadas por el
oficialista Partido de los Trabajadores (PT), la Central Única de Trabajadores
y otras organizaciones.
Un escándalo se produjo en las últimas horas, tras conocerse
una conversación telefónica pinchada, en la que Rousseff le anunciaba a Lula
que enfrenta un pedido de prisión preventiva y que se aprestaba a enviarle el
decreto de su nombramiento como jefe de gabinete para que pueda "usarlo en
caso de necesidad".
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