La presidenta Dilma
Rousseff dijo que no hay motivos para un “impeachment”. El oficialista Movimiento
Democrático Brasileño (PMDB) exige la dimisión de la mandataria.
Brasil - “No
tengo cara de quien va a renunciar, no voy a dar un paso al costado”. La frase
tajante fue dicha por la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, en medio de
una buena cantidad de periodistas. Sin embargo, más allá de su
deseo, el futuro incierto, más viendo el pedido de prisión preventiva
contra su antecesor Lula da Silva.
“Creo que solicitar mi renuncia es reconocer que no existe
base para el impeachment”, insistió Rousseff, en alusión a la figura de
derecho anglosajón con la que se conoce el proceso de destitución que trata de
impulsar la oposición.
La aparición pública de la presidenta ocurrió a pocas horas
del pedido de prisión contra Lula, en la causa que investiga supuesta
corrupción en negocios de Petrobras.
Rousseff también aprovechó la ocasión para defensa
de su mentor, quien mantuvo su actividad normal a pesar del pedido de prisión.
“El gobierno repudia el acto practicado contra el
expresidente Lula”, dijo, y agregó que la petición de la Fiscalía “sobrepasa el
sentido común” y es un “acto de injusticia”.
Duras críticas
El Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB),
mayor fuerza política de la coalición de Gobierno, inició su convención
nacional con duras críticas a la mandataria Dilma Rousseff, a quien varios
dirigentes exigieron "abandonar de inmediato".
El PMDB, que lidera el vicepresidente Michel Temer, primero
en la línea sucesoria en caso de que prospere un juicio político que la
oposición promueve en el Congreso contra Rousseff, reunió en Brasilia a sus
dirigentes de todo el país en momentos en que el Gobierno luce acorralado por
una severa crisis política y económica.
El primer secretario de la formación, Geddel Vieira Lima,
subrayó en su discurso el "malestar" que existe en el PMDB con la
gestión de Rousseff y exigió una "ruptura inmediata" con el Gobierno,
que tiene en ese partido su principal base de sustentación.
"Si la primera mujer presidente de la República pierde
todas las condiciones de ir a la televisión por miedo a las cacerolas, qué
autoridad de Gobierno le queda", planteó Vieira Lima ante una platea que
gritaba "Fuera Dilma".
Poco antes de ser inaugurada la convención, algunos de los
grupos que demandan pasar a la oposición distribuyeron un documento titulado
"Carta de Brasilia", que en su primer párrafo dice: "Independencia
y salida del Gobierno ya!”.
El documento afirma que Brasil vive "la más grave de sus
crisis" y critica la "rápida degradación de la economía", el
"vertiginoso empobrecimiento de la población" y "una quiebra de
la ética y la moral en todas las relaciones políticas", todo en un
escenario de "falta de comando y credibilidad en el Gobierno".
También alude a los escándalos de corrupción en la petrolera
estatal Petrobras, por los que se investiga a medio centenar de políticos,
incluso del propio PMDB, y sostiene que las sospechas "llegan a los más
altos escalones de la República".
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