El presidente Macri inauguró
las sesiones ordinarias del Congreso con un duro diagnóstico sobre
la “herencia
recibida”.
El presidente Mauricio Macri dejó inauguradas las sesiones ordinarias del Congreso con un fuerte discurso sobre la "herencia recibida". (Captura de video) |
Nacionales - Ante
un Congreso cuya composición le es adversa, el jefe de Estado se dirige a los
legisladores por cadena nacional –la segunda desde que asumió-, acompañado por
los miembros del Gabinete, gobernadores y otras personalidades.
En un discurso que comenzó con un duro diagnóstico sobre la
"herencia" recibida por el kirchnerismo, el Presidente Mauricio Macri
inauguró este martes al mediodía las sesiones ordinarias en el Congreso por
primera vez desde que llegó al poder.
En un discurso leído que comenzó a las 11.26, Macri se tomó
el tiempo de señalar las deficiencias de las administraciones de Néstor y
Cristina Kirchner en todos los ámbitos: economía, justicia, infraestructura,
salud y educación.
"Tenemos que reconocer que no estamos bien", dijo
Macri en sus primeras palabras. Sin referirse al kirchnerismo, dijo que
"la brecha entre los argentinos" llevó al país a "enojos,
resentimientos y búsqueda de enemigos, interno y externo".
Ante la presencia de legisladores de todos los bloques,
incluidos del Frente para la Victoria, sí hizo una referencia directa a Néstor
Kirchner. "Hace 13 años el presidente Kirchner habló de la importancia de
los superávit gemelos, pero eso después fue dejado de lado", apuntó.
Advirtió que del 2006 a 2015 los argentinos pagamos casi 694
millones de dólares que en la década del 90. Pese a eso encontramos un Estado
en dificultades para resolver sus principales responsabilidades”.
“Más recursos no permitieron siquiera reducir los problemas
estructurales y de indigencia”, advirtió.
Alertó que se encontró un Estado con poca o nula capacidad para
resolver sus obligaciones.
“No podemos tolerar que un país como el nuestro, con tanta
riqueza, viva en la indigencia”, sostuvo.
Dijo que la inflación fue de 700 por ciento en los últimos
años y culpó a la emisión monetaria. "El déficit del 7 por ciento del PBI
es de uno de los mayores que tuvo el país. Esto sucedió mientras vivíamos unos
de los momentos de mayor presión tributaria de la Historia", expresó.
Un párrafo lo dedicó a la corrupción, a quien relacionó con
el clientelismo apoyado desde el Gobierno. "Encontramos un Estado plagado
de clientelismo. Esto se explica por la corrupción. Ocupamos el lugar 107 en el
ranking de transparencia", dijo Macri.
Afirmó que "la corrupción no puede y debe quedar
impune" y anunció que se dotará, para ello, "de herramientas al Poder
Judicial" y "se fortalecerá la Oficina Anticorrupción".
Holdouts y deuda
Pidió al Congreso "conseguir los consensos
necesarios" para conseguir el paquete de leyes que definirá la salida del
país del default, luego del acuerdo alcanzado el lunes con los holdouts. Macri
necesita la derogación de las leyes cerrojo y de pago soberano para afrontar la
cancelación definitiva de la deuda por U$S 4653 millones.
A las 11.49 le dio un corte a su primera parte del discurso.
"Podría seguir todo el día, pero por respeto a quienes están siguiendo voy
a cortar acá luego", dijo luego de 23 minutos en los que se dedicó sólo a
hablar de la "herencia". Se comprometió a revelar "todos los
datos desde 2003 hasta hoy".
Entonces dijo que el diagnóstico "no debe servir para
deprimirnos ni enojarnos". Allí comenzó la segunda parte del discurso del
Presidente, planteado con referencias al futuro.
"En estos casi 3 meses de gestión, trabajamos para
normalizar nuestro país", apuntó. Cosechó aplausos -y también algunas
interrupciones- cuando hizo alusión a la última dictadura.
"Este año se cumplen 40 años del golpe militar, cuando
se consolidó la época más oscura de nuestra historia. Aprovechemos este año
para gritar todos juntos nunca más a la violencia", aseguró.
Momentos de tensión se vivieron cuando prometió reducir la
inflación y dijo que "la inflación la promovió el gobierno anterior".
Su discurso fue interrumpido por legisladores del Frente para la Victoria y la
vicepresidenta Gabriela Michetti tuvo que pedir "silencio para respetar al
Presidente".
“Somos un gran país, con una enorme capacidad, y vamos a
salir adelante con la capacidad, el talento de nuestra gente”, dijo, pero
reclamó comprender en principio que “no están las cosas bien”
“Nos toca gobernar en un año histórico, espero que estemos a
la altura de los desafíos”, señaló.
Críticas a la gestión
anterior
A continuación, pidió ser claro del punto de partida
encontrado. “Encontramos un Estado desordenado y en mal estado; se ocultó
información, no hay estadísticas, cuesta encontrar un papel”, señaló,
advirtiendo que del 2006 a 2015 los argentinos pagamos casi 694 millones de
dólares que en la década del 90. Pese a eso encontramos un Estado en
dificultades para resolver sus principales responsabilidades”.
“Más recursos no permitieron siquiera reducir los problemas
estructurales y de indigencia”, advirtió.
Alertó que se encontró un Estado con poca o nula capacidad
para resolver sus obligaciones.
“No podemos tolerar que un país como el nuestro, con tanta
riqueza, viva en la indigencia”, sostuvo.
Macri señaló que “el modelo de inclusión que tanto habló el
gobierno anterior, nos llevó a la pobreza”. Habló a continuación de la
inflación y sostuvo que “la causa de esta inflación fue la utilización del
Banco Central”, lo cual “sometió a la población a una suba de precios
constante”.
Advirtió luego sobre el déficit fiscal encontrado: 7% del
PBI. Todo lo cual sucedió “mientras vivíamos uno de los momentos de mayor
presión fiscal de la historia”.
Macri advirtió luego sobre “la irresponsabilidad e
incompetencia de la anterior gestión”, y dijo que “va a llevar un tiempo
ordenar el Estado, pero estamos comprometidos a hacerlo”.
“Nos encontramos con un país lleno de deudas; en estos años
de vacas gordas no ahorramos, sino que nos comimos el capital, como tantas
veces nos ha pasado”, señaló, para referirse luego al conflicto con los
holdouts, respecto a lo cual expresó su confianza porque vaya a “primar la
responsabilidad”. “La deuda pasó de 3000 a 11 mil millones de dólares”,
advirtió, estimando que “el no acceso al crédito le costó a la Argentina algo
de 100 mil millones de dólares.
En materia de corrupción, prometió fortalecer la Oficina
Anticorrupción, que “encontramos desmantelada”.
“Estado débil”
“Nos encontramos con un Estado débil, con fuerzas de
seguridad mal entrenadas y maltratadas; entre la incompetencia y los traumas
ideológicos, casi todos las políticas de seguridad han sido un fracaso; por eso
los argentinos tienen miedo y se sienten desprotegidos”, remarcó.
En otro pasaje, sostuvo que “la inseguridad no es una
sensación”, y destacó que desde 2008 no se publican datos del delito. Advirtió
sobre un crecimiento del 40% respecto de 2008. “Hoy la Argentina es un país
próspero para los narcotraficantes”, denunció.
Se quejó porque las fronteras están “indefensas”, alertando
por la falta de radarización.
Cosechó otro aplauso al señalar que “será tarea de la
justicia investigar si esta situación que recibimos fue muestra de la
incapacidad o la complicidad”.
En materia de educación, se quejó por la falta de
capacitación de los maestros y las carencias en infraestructura.
En el PAMI, dijo, “encontramos despilfarro y corrupción como
en las peores épocas”, y puso como ejemplo lo encontrado en el Hospital
Posadas.
“Donde más decadencia hemos encontrado es en nuestra
infraestructura”, señaló, y advirtió sobre el déficit energético heredado, lo
cual, dijo “pone una enorme presión sobre nuestros recursos fiscales”, y habló
de una pérdida de 115 mil millones de dólares. Habló también de la falta de
control y corrupción en la importación de energía. Se quejó también porque el
desarrollo de las energías renovables “es casi nulo”.
Habló también de “enormes problemas” en la conexión física,
y afirmó que “el 40% de las rutas está en mal estado, pese a que el presupuesto
aumentó más de 10 veces”.
Denunció que “se dejó una deuda de más de 1300 millones de
pesos” y terminarlas llevaría más de 123 mil millones de pesos.
En su discurso ante la Asamblea Legislativa, Macri sostuvo
que “lo mismo pasó con los ferrocarriles”, asegurando que “tras décadas de
abandono el sector fue perdiendo competitividad”.
“Todos estos problemas llevaron a nuestro país a una pérdida
de competitividad”, se quejó, advirtiendo que “en un mundo globalizado estamos
obligados a competir”.
Se comprometió luego a publicar los datos área por área
“para que todos los argentinos sepan el estado en que estaba la Argentina en
diciembre de 2015”, y recibió su primer gran ovación en el recinto.
“Este diagnóstico no debe servirnos para deprimirnos, ni
siquiera para enojarnos, sino para tomar conciencia de la magnitud del desafío
que tenemos por delante”, señaló.
Macri remarcó que “no estamos condenados a vivir mal, a
vivir tensos”, y pidió levantar la vara para tomar conciencia “de todo lo que
podemos hacer, ese es el principal desafío”.
El presidente destacó los cambios en el vínculo con el
mundo, el trato con los gobernadores y con la prensa, y dijo que “es momento de
unir a los argentinos y respetar las diferencias”.
Evocó la convocatoria a los gobernadores, “más allá de que
la mayoría no pertenece a Cambiemos”, y les agradeció “por su generosidad de
aceptar esta nueva forma de trabajar en equipo”.
Aseguró que “para nosotros el poder no es propiedad de
nadie”.
Habló luego de “un Congreso activo, que discuta las leyes y
las mejores medidas para los argentinos”. Recordó que se cumplen este año 40
años del golpe, y pidió aprovechar para gritar “nunca más a la violencia
institucional”.
“La democracia se empobrece cuando la relación con los demás
pasa por imponer y someter; queremos acabar con la lógica de amigos y
enemigos”, señaló en otro pasaje, prometiendo que “la Argentina que viene es el
país del acuerdo, del encuentro, del cuidado y las buenas intenciones que se
que compartimos con los argentinos”.
Reiteró a continuación sus premisas de “pobreza cero,
derrotar el narcotráfico y unir a los argentinos”. Señaló que para salir de la
pobreza “necesitamos más trabajo y derrotar a la inflación”, y presentó como
una obsesión suya conseguir “más y mejores trabajo y menos inflación”,
asegurando que “la inflación existe porque el Gobierno anterior la promovió, ya
que creía que era una herramienta válida para la política económica”.
“Siempre estuvimos en contra de esa mirada; la inflación es
perversa”, remarcó, admitiendo que “la inflación ha estado alta los últimos
meses” y la atribuyó a las últimas medidas “irresponsables” del anterior
gobierno, augurando una mejora en la materia para los próximos meses.
Ante los gritos del kirchnerismo, pidió “respetar el voto de
la democracia”, generando una reacción de las barras, que entonaron el cántico
de “sí se puede”.
“Estamos convencidos de que la inflación irá bajando con el
correr de los meses, porque la principal medida fue comenzar a reducir la
emisión”, señaló, prometiendo que “no seremos tolerantes con aquellas empresas
que se quieran poner por encima de la Justicia”.
“No vamos a tener la arbitrariedad, ni seremos matones como
algunos han sido”, prometió.
Defendió el cambio que impulsó en el mínimo no imponible en
Ganancias y dijo que la actualización en las escalas "deberá ser tratada
por el Congreso lo antes posible".
Macri le dio valor a las relaciones internacionales. Habló
de los nuevos contactos que tuvo con países como Brasil, Estados Unidos y
Francia y le otorgó un párrafo aparte a Gran Bretaña: "Como le dije al
premier David Cameron, dialogar no implicar renunciar a nuestro reclamo sobre
la soberanía de las Islas Malvinas".
También recordó al fiscal muerto Alberto Nisman y dijo que
la circunstancias de su muerte "de a poco comienzan a aclararse". Y
le dio su apoyo a las víctimas por el atentado a la AMIA.
"Agenda del
Siglo XXI"
La última parte del tiempo, Macri lo usó para trazar lo que
llamó "agenda del Siglo XXI". Le pidió al Congreso aprobar el
compromiso que asumió el Gobierno sobre cambio climático en París y dijo que
impulsará una ley para establecer la obligatoriedad de la educación desde los 3
años. Dijo que llevará Internet "hasta al pueblito más alejado".
Prometió también la "devolución del IVA para los
productos de la canasta básica alimentaria" y la ampliación de la
Asignación Universal por Hijo".
En ese momento le hizo un guiño a Elisa Carrió, socia de su
gobierno. "Al finalizar mi gestión quiero que todos los niños reciban una
asignaciónn, proyecto de la doctora Carrió". Sobre los jubilados,
adelantó: "Trabajaremos para normalizar lo pendiente y diseñar una
respuesta al reclamo del 82% móvil".
Dijo que hace falta "reformar" el Consejo de la
Magistratura y pidió aprobar los pliegos de Horacio Rosatti y Carlos
Rosenkrant. También anunció, como se esperaba, impulsar una ley del
Arrepentido.
Dijo que buscará una "profunda reforma política" y
recordó a Hipólito Yrigoyen, el primer presidente elegido por el voto, lo que
significó un mensaje hacia el radicalismo, también aliando de Pro en Cambiemos.
Macri quiere que las próximas elecciones se hagan con el voto electrónico.
Macri arribó al Congreso a las 11.20, luego de que la
vicepresidenta de la Nación, Gabriela Michetti, dejara abierta la Asamblea
junto a su par de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, y el presidente
provisional del Senado, Federico Pinedo.
El presidente fue recibido en las afueras del Congreso por
los senadores Pinedo, Ángel Rozas, Adolfo Rodríguez Saá y Mario Pais, y los
diputados Jorge DÁgostino, Guillermo Carmona, Cecilia Moreau y Gabriela
Troiano.
Luego, al ingresar al Palacio Legislativo, fue escoltado por
los senadores Carlos Caserio, Juan Carlos Marino, Cristina Fiore y Jaime
Linares; y los diputados Fernando Sánchez, Carolina Gaillard, Cornelia
Schmidt-Liermann y Evita Isa.
Informe: LN, Parlamentario.com
y agencias
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