Por Guillermo Piro |
La BBC llevó adelante una pequeña encuesta para descubrir
cuáles son los libros sobre los que los británicos mienten más, ya sea porque
aseguran haberlos leído cuando no lo han hecho o porque, viceversa, los han
leído pero se niegan a admitirlo. La encuesta se realizó con un grupo de dos
mil personas con la excusa de la emisión, el domingo que viene, del último
capítulo de Guerra y paz, basada en el libro de Tolstoi.
El método de sondeo es interesante y ejemplificador: se le
pregunta al encuestado si ha leído tal o cual libro y luego se profundiza con
una corta serie de preguntas que ningún verdadero lector podría dejar sin
responder, obviedades que en muchos casos las versiones cinematográficas o
televisivas basadas en esos libros en ocasiones pasan por alto. De hecho los
tres libros sobre los que los británicos mienten más a menudo son aquellos
grandes clásicos que es fácil simular que se han leído gracias a las versiones
cinematográficas y televisivas: Alicia en el país de las maravillas, de Lewis
Carroll, seguido por 1984, de George Orwell y por la trilogía El señor de los
anillos, de J.R.R. Tolkien. Siguen algunos clásicos rusos, británicos y
estadounidenses, mientras que en el puesto 16 aparece Cincuenta sombras de
Grey, de E.L. James, que muchos en la encuesta admitieron haber leído, pero de
no revelarlo jamás en público.
A los entrevistados,
en todos los casos, se le preguntó por qué habían mentido. El 60% dijo que de
ese modo quería parecer más interesante y para no quedar afuera en las charlas
entre amigos o conocidos sobre el tema. Los veinte libros sobre los que los británicos
mienten más son, además de los tres ya citados: Guerra y paz, de Tolstoi; Anna
Karenina, también de Tolstoi; Las aventuras de Sherlock Holmes, de Arthur Conan
Doyle; Matar a un ruiseñor, de Harper Lee; David Copperfield, de Charles
Dickens; Crimen y castigo, de Dostoyevski; Orgullo y prejuicio, de Jane Austen;
Casa desolada, otra de Dickens; Harry Potter (toda la serie), de J.K. Rowling;
Grandes esperanzas, de Dickens; El diario de Anna Frank; Oliver Twist (es obvio
que los británicos creen que es menester leer a Dickens); Cincuentas sombras de
Grey, de E.L. James; Diez negritos, de Agatha Christie; El gran Gatsby, de
Scott Fitzgerald; Trampa 22; de Joseph Heller y El cazador oculto, de Salinger.
Las versiones cinematográficas y las series de televisión
inspiradas en los clásicos, contra toda previsión, parecen fomentar la lectura:
el 44% de los encuestados dijo que por lo general al ver una película les
dieron ganas de leer el libro. En este caso los encuestadores no disponían de
demasiados elementos que los llevaran a confirmar si en este caso no les
estaban mintiendo. Admiten que eso es cierto, porque son encuestadores, porque
son británicos y porque trabajan para la BBC, pero creo que sobran razones para
no creerles.
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