Mauricio Macri ya es
el nuevo presidente de la Argentina. En su primer mensaje prometió “trabajar
incansablemente
para que todos los argentinos, especialmente
los que más lo
necesitan, estén mejor”.
Nacionales - “Hoy
se está cumpliendo un sueño; termina una época completa sin violencias, y esto
que parecía tan difícil se hizo realidad. Por eso más que nunca les quiero
decir que tenemos que ser optimistas respecto a nuestra esperanza y nuestro
futuro”. Así arrancó el discurso del flamante presidente Mauricio Macri ante la
Asamblea Legislativa, para prometer luego “trabajar incansablemente para que
todos los argentinos, especialmente los que más lo necesitan, estén mejor”.
En su discurso de 28 minutos ante la Asamblea Legislativa,
prometió “seguir siendo el mismo”, como así también recordar que no es
infalible.
“Para mí, la política no es una competencia entre dirigentes
para ver quién tiene el ego más grande”, dijo, asegurando que es el trabajo
entre dirigentes modernos. Pidió a continuación “que nuestro lugar de encuentro
sea la verdad”, y pidió que juntos “encontremos las mejores soluciones”.
Luego agradeció a “todos aquellos que trabajaron
incansablemente para que hoy yo esté acá”, y prometió poner lo mejor “para que
esta decisión beneficie a todos”.
Sostuvo que en el siglo pasado “la sociedad premiaba
liderazgos individuales”, mientras que hoy se privilegian los equipos.
“En este nuevo desafío para hacer los cambios a los que nos
hemos comprometido, necesitamos armar equipos diversos”, agregó.
Macri pidió “el aporte de todos”, después de “tantos años de
enfrentamientos inútiles”, y aseguró que “es lo que pidieron millones de
argentinos que estaban cansados de la prepotencia y los enfrentamientos
inútiles”. Les habló a los ciudadanos que lo votaron y los que no, y remarcó
que “ya pasaron las elecciones y llegó el momento en que tenemos que unirnos,
para que el país avance”.
Habló de tres ideas centrales: pobreza cero, derrotar el
narcotráfico y unir a los argentinos, cosechando el primer aplauso.
Respecto de la pobreza cero, aseguró que “nuestra prioridad
será lograr un país que tenga más oportunidades”. Confirmó que “vamos a cuidar
a todos, el Estado va a estar donde sea necesario, para cada argentino, en
especial para los que menos tienen”.
“Vamos a universalizar la protección social, para que ningún
chico quede desprotegido”, aseguró, destacando que “vamos a trabajar para que
todos puedan tener un techo con agua potable y cloacas”, y prometió también
urbanizar las villas. “Pero para que haya pobreza cero necesitamos crear
trabajo”, enfatizó, y habló de multiplicar las fuentes de trabajo, “porque esa
es la única forma que haya prosperidad”.
Respecto del combate al narcotráfico, prometió hacerlo “como
ningún gobierno lo hizo antes”. Aseguró que “la droga arruina la vida de
familias enteras” y prometió encarar el tema “de frente” para “devolver
tranquilidad y seguridad a las familias argentinas de todo el país”.
Dijo que “estamos a tiempo de impedir que el narcotráfico se
consolide”.
Habló de unirse para alcanzar los objetivos, y destacó que
esa es “la clave de la construcción del siglo XXI hacia el que nos encaminamos
hoy”.
“Se viene un tiempo nuevo”, remarcó, y habló de las
divisiones que se han vivido en los últimos tiempos. Pidió “sacar el
enfrentamiento de escena y poner en su lugar el encuentro y el crecimiento”.
Macri dijo que “podemos pensar de distintas formas, pero la
ley debe ser respetada; una cosa es tener distintas ideas, y otra avasallar las
instituciones con ideas personalistas”.
“El autoritarismo no es una idea distinta, es el intento de
limitar las ideas y la libertad de las personas”, advirtió. Y prometió que
“este gobierno va a saber defender la libertad, que es esencial para la
democracia”.
“El verdadero amor por el país es antes que nada amor y
respeto por toda su gente”, dijo en otro pasaje, cosechando un nuevo aplauso.
Agregó que “la patria es más que sus símbolos, somos las personas que vivimos
en ella, a las que hay que cuidar, ayudar y desarrollar”.
Prometió además que “este Gobierno va a combatir la
corrupción”, y se le respondió con un fuerte aplauso. Agregó que será
“implacable con todos aquellos, propios y ajenos, dejen de cumplir lo que
señala la ley”, y dijo que “no habrá tolerancia contra esas prácticas
abusivas”, remarcando que “los bienes de la Argentina son para todos de los
argentinos y no para unos funcionarios”.
Otro pilar importante, dijo, será “liderar una revolución en
la educación pública”.
Destacó que “el conocimiento es un factor clave”, y prometió
“darle más prestigio y valor a la vocación docente, más protagonismo a quienes
elijan dedicarse a ella.
“Queremos que Argentina entre al siglo XXI incorporando
políticas de Gobierno abierto”, dijo, y advirtió que “esconder es una práctica
que nos ha hecho mucho, mucho daño”.
En el párrafo dedicado a la Justicia, la reivindicó porque
los últimos años “evitó que este país cayera en un autoritarismo irreversible”.
Macri sostuvo que “en nuestro gobierno no habrá jueces macristas; no existe
justicia sin jueces independientes; no puede haber jueces militantes de ningún
partido”. Y dijo a quienes quieran serlo que “no son bienvenidos”.
“Justicia tardía no es justicia”, enfatizó.
Macri se propone ser “el presidente que pueda acompañarlos
en su crecimiento, el de la creatividad y la innovación; el presidente del
trabajo, de las soluciones, de una Argentina unida y de pie”.
“Somos hijos de este tiempo y tratamos de comprenderlo sin
prejuicios ni rencores”, y habló a continuación de “la unidad de Latinoamérica
y el mundo”, como así también “en el fortalecimiento de la democracia; es
necesario superar el tiempo de la confrontación”.
Con relación a las relaciones exteriores, habló de “un
normal fortalecimiento con el mundo”. Saludó a continuación los candidatos con
los que compitió, y luego a los gobernadores, a los que prometió colaboración.
“Convoco a todos a aprender el arte del acuerdo, desafiemos
todo lo que alguna vez nos haya confundido”, agregó sobre el final.
Macri evocó a Arturo Frondizi, quien dijo que “el desafío
que nos aguarda no es una tarea de una persona, sino de todo el pueblo
argentino e implica también una responsabilidad compartida con todos”. Dijo
citarlo porque “creo profundamente en esas palabras”, y agregó que “siempre voy
a ser sincero con ustedes, es la base de la confianza que me tienen y que
pretendo conservar e incrementar. Y parte de esa sinceridad decirles que los
desafíos son enormes y los problemas no vamos a resolverlos de un día para
otro. Pero las pequeñas transformaciones se hacen dando un paso cada día”.
“Cuento con ustedes para gobernar, necesito de sus aportes,
que nos digan en qué nos equivocamos, porque sabemos que no somos infalibles, y
tenemos un enorme compromiso para hacer. Esto lo hacemos juntos”, señaló.
Y se manifestó que “si los argentinos nos animamos a
unirnos, seremos imparables”, y pidió ir “juntos”.
“Vamos Argentina”, concluyó.
En la Casa Rosada
Tal cual deseaba, el presidente Mauricio Macri recibió los
atributos presidenciales en la Casa de Gobierno. La ceremonia se realizó con el
flamante mandatario se realizó en el Salón Blanco de la Rosada y encargado de
entregarle los atributos fue el presidente provisional del Senado, Federico
Pinedo.
En la ceremonia, Macri estuvo acompañado por la
vicepresidenta Gabriela Michetti; el presidente provisional del Senado,
Federico Pinedo; el titular de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó y el
presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti.
Asistieron también exmandatarios como Eduardo Duhalde, Ramón
Puerta y Fernando de la Rúa, presidentes extranjeros, gobernadores electos,
autoridades, y familiares, junto a colaboradores e invitados especiales.
Fue notoria la presencia de la presidenta de Brasil, Dilma
Russeff, quien no había asistido a la jura en el Congreso.
A las 13.20, el presidente provisional de Gobierno fue el
encargado de colocarle al nuevo primer mandatario la banda presidencial y
entregarle el bastón de mando. La gran ausente fue, obviamente, la presidenta
saliente, Cristina Fernández de Kirchner.
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