El orfebre, que
realizó el bastón presidencial, dijo que lo llamaron de Ceremonial de Casa
Rosada para que entregue
ese símbolo a funcionarios actuales.
El orfebre Juan Carlos Pallarols relató que fue amenazado por funcionarios de Ceremonial de la Casa Rosada. |
Nacionales - En
medio de los cruces entre el gobierno de Cristina Fernández y las autoridades
electas de Cambiemos sobre cómo y dónde se realizará el traspaso de mando, el
artista Juan Carlos Pallarols se convirtió en una víctima impensada de esta
versión fin de ciclo de la “grieta”. El reconocido orfebre, que desde 1983
realiza el bastón de mando que simboliza el cambio presidencial, denunció este
jueves que fue amenazado para que entregue ese símbolo a funcionarios del
Gobierno saliente antes que a representantes de las autoridades electas, como
era su plan.
“Llamaron desde Ceremonial para amenazarme”. "Solo en
la dictadura me habían amenazado así", dijo Pallarols. Y sostuvo: "No
puedo creer que las autoridades autoricen un apriete".
El culebrón no terminó ahí. El propio Pallarols informó
luego a distintos medios televisivos y radiales, que recibió un nuevo llamado,
de Ceremonial de la Casa Rosada, donde le pidieron disculpas y le explicaron
que se había tratado de un mal entendido.
“Espero que no sea un botín de guerra. No debe ser un botín
de guerra el bastón”, remarcó Pallarols, quien quedó a la espera de que desde
la Casa Rosada le especificaran adónde debe llevar el símbolo.
En su relato inicial, en Radio
Ciudad, Pallarols recordó que, mientras concedía una entrevista, escuchó
como una de sus asistentes se defendía al teléfono de alguien que, por los
dichos de la mujer, la amenazaba. “Noto que mi colaboradora levanta el tono de
voz y en un momento dice ‘no me amenace, no me amenace‘. Pensé que estaban
robando pero no, estaba hablando con un funcionario de la Casa Rosada, de
Ceremonial, quien le decía que iban a
venir a buscar el bastón con la Policía si no lo entregábamos hoy mismo”, contó.
Y luego siguió: “Cuando pregunté cuál era el problema, me
dijeron: ‘Mire, el problema es que nosotros queremos el bastón”, obtuvo como respuesta.
“El bastón no es mío, sino del pueblo y el presidente electo, a través de sus
funcionarios, me dijo que lo debo entregar en donde ellos me indiquen, así que
estoy esperando”. El tema del lugar “de la entrega” no es un dato menor, ya que
el centro del problema entre autoridades salientes y entrantes es,
precisamente, si la entrega del bastón y
la banda se realiza en el Congreso, como quiere el kirchnerismo, o en Casa
Rosada, como pretende el PRO.
“Es la primera vez que tengo un problema con la entrega del
bastón de mando. El primero que hice, el del doctor Raúl Alfonsín tuve pelea
seria y una amenaza pero se trataba de una dictadura, pero creo que ahora
estamos en otra situación como para poder haber utilizado otros términos con mi
empleada y no mencionar que me lo iban a retirar con la policía”, dijo.
“Estoy esperando, hablé con el director de Ceremonial del
ingeniero Mauricio Macri, y estoy esperando que me den instrucciones. Yo el
bastón lo hice para el nuevo presidente”, agregó.
También aportó su testimonio la colaboradora que ligó el
primer apriete: “Un señor me llamó por el bastón de mando. Le dije que el señor
Pallarols estaba haciendo una nota con Crónica y me dicen que el bastón de
mando tenía que estar ahí (en Casa Rosada) antes del mediodía, cuando le dije
que no podía molestar (por la nota) me dijeron: bueno vamos a tener que tomar
otras medidas”.
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