jueves, 22 de octubre de 2015

Votar por la República

EL 25-O ¿VOTAMOS LIBREMENTE DE CONCIENCIA?

Por Martín Risso Patrón


«Hay tres tipos de mentiras: Las mentiras piadosas; 
las mentiras crueles, 
y las Estadísticas.»

Viejo aforismo popular

Cuando la Estadística es un elemento cognitivo de presión

Escucho y leo a mis respetados y queridísimos amigos periodistas de análisis y opinión política, lamentando que se planteen el problema electoral próximo, solamente como una pugna entre Macri-Massa-Scioli, teniendo como única fuente de inspiración índices estadísticos, que no hacen más que meter presión al ciudadano común, dirigiendo su atención a un foco mezquino. Hacen desaparecer por un acto de voluntad, a los otros 3 legítimos contendientes Del Caño-Stolbizer-Rodríguez Saá. Pareciera que no existen.

La Estadística es una valiosísima herramienta para describir fenómenos de la Naturaleza, teniendo como variable la previsibilidad de su comportamiento. No es posible, científicamente hablando, utilizar ese instrumento para conducir futuras expresiones naturales, a no ser que, conociéndolas bien, haya un intento, atroz por cierto, de intervenir para modificar su curso. De alguna manera, en la actividad humana sobre el Ambiente, algo de eso está sucediendo, con lamentables y trágicos resultados a corto y mediano plazo, por cierto [modificar regímenes fluviales mediante canalizaciones forzadas; talas de bosques naturales, ampliación de fronteras agropecuarias sin sustentabilidad; la minería en toda su extensión mediante el uso de reactores químicos contaminantes cuya interacción con otros provocan venenos como el cianuro en el tratamiento de aguas para extraer oro; etcétera.

En los fenómenos sociales, la Estadística, si bien conserva sus dotes lógicas de ser un descriptor de la realidad en un momento y lugar dados, se debilita como instrumento, pues el comportamiento de los actores sociales es muy dinámico, por lo tanto cambiante e impredecible. Sencillamente, porque las variables de las relaciones humanas dependen de la voluntad, y no son ciegas conductas sometidas a una repetición irracional.

De modo que, prever el triunfo de un candidato electoral determinado sobre otro, constituye un intento de modificar las conductas operantes del electorado, con el fin de conducir al que se expone como mayoritario según porcentajes o medias aritméticas. Claro, porque desde que fue tomada la opinión de un sector o estrato social hasta su lectura y exposición, sumándole el momento del acto de depositar el voto, no es posible garantizar que sean los mismos resultados obtenidos en la muestra modelada. ¡Pero vamos Doña Clota...! No me irrite usted con su monserga de que la mayoría encuestadores siempre la pegan, a pesar de que haya otro grupo que siempre se equivoca... ¡Justamente la pegan los que han conducido los resultados a comportarse como una presión encubierta incluyendo variables casi imperceptibles...! Y los que le yerran, ¡pues son los que dan en la tecla!: No incluyendo variables de presión, su muestra es más probable que se comportará diferente al universo, en su momento, precisamente, porque el votante es un individuo, y no una recua... ¿Se entiende?

Me permito señalarles muy, pero muy respetuosamente, que el voto del próximo domingo le pertenece al votante, cuyo colectivo es el Pueblo de a pie, nosotros Paisanos. Nosotros pondremos el voto, no las encuestadoras que por estos días amasan pingües ganancias metiendo cuchara para el lado del que les pague más. Se comportan como mercenarios lesivos del soberano acto republicano de votar.

¿Saben por qué...? Sencillamente, porque de tanto machacar nombres, números y el funesto e irrealista signo "%", siembran nombres en la mente del votante, que viene ya apaleado por esta realidad política en la que la truchez es la norma, y borran otros, por la sencillísima razón de que queda el nombre "más exitoso en las encuestas", puro truco que ni Freud, mire vea...

Entonces

Recuerdo a Vds. que el domingo 25-O, por unos minutos, tendremos en nuestras manos el futuro de la República, al encontrarnos en el cuarto oscuro en el que hay, en idénticas condiciones de opción, 6 [seis] fórmulas presidenciales, tan legítimas unas como las otras.

No comprar, paisanos, este truco que beneficia sólo a algunos candidatos.

Cualquiera de los 6 tiene las mismas posibilidades, si meditamos nuestro voto durante lo queda de tiempo esta semana, y en el mismo acto frente a la mesa de las seis boletas.

Si faltaran votos de la opción decidida, de inmediato vuelven y le exigen al Presidente de Mesa, sin mencionar Candidato, que faltan votos. De esa manera, motivará a los fiscales presentes y en caso de no contar con alguno, al mismo Presidente, a verificar la falta, y obligar a reponer la boleta faltante.

No faltarán punteros que protestarán por la demora. No escucharlos. Ustedes y yo somos ciudadanos responsables; ellos, no [por ignorancia, o porque les pagan, que es peor].

La Razón y la voluntad

Para terminar esto, opino que debemos darnos cuenta de la manipulación de nuestra voluntad que se hace a través de los índices estadísticos, cuya validez científica aquí cuestiono, pues, aceptando que constituyen una herramienta técnica al servicio de la previsibilidad de algunos fenómenos, en la ciencia social es bastante relativa esa validez, por que, precisamente, carece de aquello que se llama confiabilidad. Validez y confiabilidad, es un par ordenado de categorías que adornan a un instrumento de investigación científica. Si la estadística se comporta eficazmente en la física del Ambiente, es porque hasta ahora, los fenómenos que describe [y también explica], son de comportamiento estable: La presión, la temperatura y la humedad, por ejemplo, son el mismo objeto aquí y en la China. Ahora, en la Física social [con que bautizara Comte a la Sociología, intentando darle valor de ciencia exacta], los objetos distan mucho de ser lo suficientemente estables como para hacer un demo de la realidad. Eso embellece a la Ciencia social; su imprevisibilidad. Pero como Doña Clota vuelve a la carga con aquellos que la pegan, me veo en la tarea de decirle que la pegan, precisamente por machacones, los investigadores que son los encuestadores, y los aparatos de quienes les encargaron el trabajo. Sí señor, machacones. Así es como, la voluntad suprema del elector se obnubila mediante el constante porcentajeo de la información, y entonces, se produce una fisura en la cognición del votante: No razona conforme sus propios parámetros o variables de aceptación, rechazo, gusto, disgusto, etcétera, para obrar automáticamente. En el caso que nos ocupa: Cognitivamente desaparecieron del horizonte de pensamiento, casi literalmente, tres candidatos tan legítimos y legales como los otros tres, y a pelarse Doña. Por lo tanto, desaparecieron de su voluntad libre de elegirlo, o no. Así de simple.

Lo mismo pasa con el Indec, las millonadas de dólares & pesos que se expresan en porcentajes cuando asistimos a las célebres cadenas. De esa manera, no hay tantos pobres, los hay más en Alemania, el ajuste permanente que es la inflación dejó de existir hace rato, y todo es un paraíso. Pero no me chucee Doña Clota, que eso será motivo de otro despacho, más vinculado con la historia negra de la política, que con este inminente pase a otro ciclo vital de la República. A votar por ella.

Una última cosita

¿No les parece que es hora de meditar sobre el papel que es el voto?

Me permito señalarles que el domingo 25 bien amerita cortar boletas. Esto, porque, al menos en la provincia de Salta, hay candidatos a legisladores nacionales bastante consecuentes con la república, pero que no están incluidos en una fórmula presidencial de igual condición.

Les recuerdo que son 6 [seis] boletas en la mesa. No son 3 [tres], como nos bombardea la información pública de manera subliminal.

Dos cosas, entonces: 1] Cortar votos para poner diputados que al menos, si se dan las condiciones de número en el recinto del Congreso, lo obliguen al Presiente que uno quiere elegir, a debatir los proyectos de ley, con sentido federalista. Si uno pone lista completa, corre el riesgo que, de ganar esa boleta, tenga "mayoría automática" en el Congreso de la República, como lamentablemente nos sucedió en estos quince años que llevamos del siglo XXI, convirtiéndose el soberano Congreso de la República, en una lamentable escribanía del poder ejecutivo de turno; y 2] Votar, obviamente. El voto en blanco beneficia a los corruptos.

En las listas de candidatos a legisladores nacionales, hay figuritas repetidas y archiconocidas, que intentarán renovar sus bancas; otras, felizmente pasaron a Baraja. También hay nuevas postulaciones, que son una nueva esperanza.

Démonos el espacio para comparar las listas, y así hacer lo más sano para la República ésta lastimada que tenemos: Votar un poder ejecutivo [el que queramos], pero poniéndole el freno automático de un Congreso que le discuta, y que no salgan cosas "sobre tablas" y sin debate parlamentario, como dicta el espíritu de la Constitución Nacional.

Repito: A votar por la República, no por la estadística.

© www.agensur.info

0 comments :

Publicar un comentario