Por Cristian Folgar
“No fue magia”, es la muletilla de moda utilizada por la
Presidenta de la Nación cuando se refiere a los pocos logros que puede mostrar
luego de casi 8 años al frente del Poder Ejecutivo Nacional. Tiene razón la
Presidenta, las cosas no suceden por arte de magia.
“No fue magia” que durante la Presidencia de Néstor Kirchner
se crearan más de 1,5 millones de puestos formales de trabajo: durante esos
años la macroeconomía mostraba una solidez (expresada por ejemplo por los
denominados superávit gemelos) pocas veces vista en nuestra historia. “No fue
magia” que la creación de puestos formales se redujera drásticamente durante la
primer presidencia de Cristina Fernández de Kirchner. Entre 2007 y 2011 nuestro
país dilapidó los superávits gemelos por una serie de medidas erradas en
materia económica. “No fue magia” que durante su segundo mandato se destruyeran
puestos formales de trabajo. Desde 2012 a la fecha la economía no crece y las
medidas tomadas por el gobierno no hacen más que asfixiar al complejo
productivo y muy especialmente a las economías regionales.
“No fue magia” que en un contexto mundial de sobrante de
dólares y precios internacionales favorables de las materias primas (que recién
empezaron a caer en dólares este año) Argentina enfrentara la tan temida
“restricción externa”. El gobierno hizo todo lo posible para que los argentinos
dejemos de demandar pesos y huyamos de nuestra moneda refugiándonos en divisas,
especialmente el dólar.
El gobierno retrasó tanto el tipo de cambio y devaluó tanto
el peso que ni con el cepo logró contener la sangría de divisas. “No fue magia”
lo que dejó sin insumos a las Pymes para producir. Fue la falta de dólares que
enfrenta un gobierno que prefiere que los pocos dólares que tiene el BCRA se
los gasten las clases medias y altas en viajes al exterior, en lugar de
preservarlos para que las Pymes puedan producir.
“No fue magia” lo que llevó a nuestros vecinos a poder
endeudarse al 5% anual o menos mientras nosotros apenas si podemos tomar deuda
al 9% anual.
“No fue magia” que el BCRA tuviera más de 50 mil millones de
dólares de reservas cuando asumió Cristina Fernández de Kirchner y hoy presente
un Patrimonio Neto negativo.
“No fue magia” lo que dejó a la Argentina sin insumos a las
Pymes, ni que durante la presidencia de Cristina se redujera drásticamente la
creación de empleo formal.
“No fue magia” que los pibes para la liberación guardaran en
algún cajón la cantinela del “modelo”; simplemente no podían explicar a qué
modelo se referían porque el que creaba empleo y fomentaba el crecimiento se
encargaron ellos mismos de dinamitarlo. No es casual que ahora digan que el
candidato es el “proyecto”. Tampoco es casual que ningún candidato se haga
cargo del proyecto y todos emitan señales de cambio.
“No fue magia” que el cristinismo ni siquiera pudiera
presentar un candidato propio en las primarias del oficialismo y capitularan
sin siquiera competir ante Scioli, que ya se encargó de demostrar con su
eventual gabinete que en caso de ser Presidente piensa hacer muchas cosas,
menos continuar el “proyecto”. ¿Juan Manuel Urtubey, Francisco De Narvaez,
Mario Blejer o Miguel Bein son el futuro “del proyecto”? Silvina Batakis
eventualmente al frente del Ministerio de Economía puede significar muchas
cosas, menos la continuación de la situación actual. Ella fue la encargada de
elevar la presión tributaria, reducir el gasto provincial y endeudar a la
Provincia de Buenos Aires. ¿Ese es el proyecto?
“No fue magia” que luego de la expropiación de YPF pasáramos
a tener el petróleo más caro del mundo y los combustibles líquidos en los
niveles más altos de cualquier tabla comparativa mundial. Es la consecuencia de
la necesidad de dotar de recursos a YPF para que pueda realizar un plan de
inversiones decente. Expropiamos el 51% de YPF con la promesa que nos
beneficiaríamos de su renta y “mágicamente” los consumidores debemos
subsidiarla pagando combustibles innecesariamente caros y los contribuyentes
subsidiamos a la empresa de la cual se suponía nos íbamos a beneficiar.
“No fue magia” que nuestro país perdiera los juicios en el
CIADI o con los “holdouts”. Todos los analistas anticiparon que ese podía ser
resultado. El gobierno prefirió no escuchar y ahora le deja un lindo regalo
irresuelto a la nueva administración. “No fue magia” que los bonistas
terminaran litigando en contra del país en New York; fue esta propia
administración quien prorrogó nuestra jurisdicción en manos de un “juez
municipal” de New York.
“No es magia” lo que deberá aplicar la nueva administración
para ordenar el descalabro macroeconómico y volver a poner a nuestro país en la
senda del crecimiento. Sólo necesitará mucho sentido común y no intentar
competir contra la ley de gravedad. Ojalá así sea, porque hasta los magos
necesitan de buenos gobiernos para poder progresar.
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