El Gobierno decidió
esconder los indicadores porque mostraron resultados negativos.
Nacionales - La decisión
oficial de no difundir el índice de pobreza no tiene fundamentos técnicos ni
sociológicos, como argumenta el Gobierno. Allí sólo pesa la determinación
política de Cristina Kirchner. Pese a las justificaciones por "problemas
de empalme", multiplicidad de metodologías o estigmatizaciones sociales,
el Indec trabajó sigilosamente en un indicador alternativo para calcular la
pobreza, pero, al mostrar resultados negativos, Economía decidió ocultarlo.
Documentos a los que accedió La Nación y fuentes involucradas en ese proyecto estadístico
confirmaron la información: el Indec trabajó entre 2011 y comienzos de este año
en un índice multidimensional de pobreza. Se trata de un indicador más amplio
que el que midió hasta 2013 la exclusión mediante canastas de bienes y
servicios.
Para 2012, único cálculo cerrado para ese índice
alternativo, 39% de los hogares (4.564.456 millones) tenía al menos una
condición de pobreza. Pero "el corte sugerido" por los técnicos que
hicieron el trabajo para definir la pobreza fue, no obstante, de tres
condiciones como mínimo. Con ese criterio, los hogares pobres eran un 25,8%
(3.019.563 millones). Gracias a esos resultados, la medición oficial no se
extendió en el tiempo y fue archivada por el Gobierno.
La Universidad Católica Argentina (UCA) estimó que en 2014
el 40,2% de los hogares urbanos (4,5 millones) era pobre o vulnerable en
ingresos o derechos sociales, según el primer resultado de su índice
multidimensional. Tras un 2013 y 2014 de estancamiento y alta inflación, el
dato aparece en línea con lo que venía midiendo alternativamente el Indec y
terminó cajoneando. En 2012, y con la metodología vieja por ingresos -que suele
minimizar algunas caras de la exclusión social-, el organismo estadístico había
informado que los hogares pobres eran sólo el 4% (o sea, 449.090).
De acuerdo con las fuentes consultadas, el proyecto de
medición de pobreza multidimensional fue acercado el año pasado a funcionarios
de segunda línea del Ministerio de Economía, que conduce Axel Kicillof. Nunca
hubo una respuesta. "Se asustaron con los resultados. Los números no son
afines", confió un técnico que trabajó en el programa. En el Palacio de
Hacienda confirmaron a La Nación que
hay un "grupo grande" trabajando el tema, pero desde antes que
asumiera Kicillof. "Con el cambio de base se necesitó un trabajo de
adaptación [de las metodologías] mucho más profundo, que aún no se terminó.
Incluso se está trabajando con organismos internacionales. No hay ninguna orden
para parar ni esconder nada", negaron cerca del funcionario.
En el Indec, en tanto, confirmaron la existencia del
proyecto, pero indicaron que trabajaba en forma paralela a la dirección de la
Encuesta Permanente de Hogares (EPH). No obstante, el programa del índice
multidimensional fue motorizado directamente por la cúpula del organismo, por
lo menos hasta que se conocieron los resultados "negativos" que
arrojaba para el Gobierno.
"Problemas de empalme", justificó el ex jefe de
Gabinete y actual intendente electo de Resistencia, Jorge Capitanich, cuando
dejó de difundirse el dato de pobreza por ingresos, el único público entonces.
El último índice elaborado por el Indec fue para el primer semestre de 2013 y
estimó que en la Argentina había 3,7% de hogares y 4,7% de personas pobres.
Kicillof no dio una explicación técnica sino sociológica: publicar el número
era "estigmatizar" a los pobres. El más novedoso fue Norberto
Itzcovich, director del Indec. El economista afirmó que existen "6000
formas distintas" de calcular la pobreza. Ese argumento lo habilitó a no
publicar ninguna.
A pesar de esa justificación, el director del instituto fue,
junto con su antecesora, Ana María Edwin, quien encargó el trabajo en 2011 de
crear un índice de pobreza multidimensional. De eso se ocupó un equipo llamado
Innovación Metodológica, conformado por cinco técnicos (uno de La Cámpora, otro
del Movimiento Evita y otros históricos del Indec). El grupo era conducido,
según rememora el "Documento de Trabajo Nro. 2 de octubre de 2012:
Medición de las privaciones habitacionales según el enfoque multidimensional de
la pobreza", por Ana Nora Feldman, directora nacional de Planificación y
Coordinación Estadística. Una de las colaboradoras fue Graciela Belloti, nuera
de Edwin. En ese entonces, muchos creyeron que el trabajo no avanzaría nunca e
incluso dijeron que se trataba de puro marketing o maquillaje de la cúpula del
Indec para mostrar avances en los índices.
Parte de eso existió. Por ejemplo, el Instituto de
Estadística de Italia (Istat) publica aún en su portal una visita en octubre de
2011 de las autoridades del organismo para discutir la nueva forma de calcular
la pobreza. En octubre de 2013, la agencia oficial Télam informó de un
"nuevo acuerdo" entre el Indec y Istat. El intercambio incluía
"el estudio de los aspectos metodológicos relativos a los nuevos abordajes
para el cálculo de la pobreza". Edwin e Itzcovich fueron en ese viaje a
buscar el aval de Enrico Giobanini, entonces director del Istat para el
trabajo. "Cuando viajaron a Italia, Feldman pedía que a los PowerPoint,
por las dudas, no se le pusieran números", relató un técnico que estuvo
muy cerca del proyecto del nuevo índice.
Pero, a pesar de las dudas existentes, el trabajo avanzó
gracias a algunos de los especialistas del grupo de innovación. Según uno de
ellos, el índice multidimensional podía describir las condiciones de vida de
los argentinos de acuerdo con la cantidad de privaciones. Pero además ofrecía
la desigualdad entre los pobres, el peso de cada uno de los indicadores y podía
estratificar la pobreza según los tipos de los hogares. "Si alguien quería
sacar de la pobreza a un hogar, le podíamos decir dónde estaban esos hogares,
cuáles eran sus características y qué necesitaban", dijo.
Se hicieron dos tipos de ejercicios: uno con hogares con
privaciones de una batería de 17 indicadores (material predominante de los
pisos de la vivienda, del techo y presencia del cielo raso, tenencia y uso de
baño, hacinamiento, acceso a agua segura de red pública, a desagües cloacales y
gas de red, asistencia escolar, rezago escolar, logro educativo, analfabetismo,
informalidad, subocupación horaria, desocupación, desocupación de larga
duración, cobertura de salud y percepción de jubilación o pensión). El segundo
cálculo tenía ocho privaciones.
"El índice multidimensional trabaja con varias líneas,
no sólo ingresos, por lo que es obvio que en la Argentina aparecen hogares con
privaciones por todos lados, por carencias de servicios, informalidad laboral,
baja educación, entre otras cosas", explicaron expertos. "El equipo
de trabajo no existe más. En concreto, desde el año pasado dejó de producir
luego de que se pasaron los resultados al equipo del ministro de Economía. Esos
resultados duermen en un cajón", agregó la fuente. La última reunión de
Innovación Metodológica fue en mayo de 2015. Yo no había luz verde política.
Cerca de la cúpula del Indec lo admiten. A pesar de que
creen que la argumentación técnica para dejar de lado un cálculo sólo por
ingresos existe realmente, reconocen que por el timing elegido la decisión de
no informar ya ningún tipo de indicador de pobreza desde 2013 tiene que ver con
la voluntad política. No lo dicen. Pero todos apuntan a la Presidencia de la
Nación.
0 comments :
Publicar un comentario