Francisco dijo que
"la justicia es un requisito indispensable para la fraternidad universal”
y recitó versos
del “Martín Fierro”.
El papa Francisco dio un fuerte discurso en el que cuestionó el papel de los organismos financieros internacionales. Además, recitó versos del "Martín Fierro". (Foto: EFE) |
Internacionales -
Después de pararse ante la clase dirigente estadounidense, el papa Francisco
subió este viernes la apuesta al dirigirse a los líderes de la comunidad
internacional desde la Asamblea General de las Naciones Unidas, en otro
discurso provocador de la gira papal a Cuba y Estados Unidos.
Poco antes de las 10:00 (11:00 en la Argentina), el Papa
comenzó su discurso en español, que se extendió por algo más de 40 minutos y en
el que abordó temas que dividen y preocupan al mundo en la actualidad, como las
reglas de los organismos financieros internacionales, el narcotráfico, el
cambio climático y las armas nucleares.
Después de hablar sobre el avance tecnológico y de elogiar
la labor de las Naciones Unidas, el Papa pidió atender la "necesidad de
una mayor equidad" que "vale especialmente para los cuerpos con
efectiva capacidad ejecutiva, como es el caso del Consejo de Seguridad, los
organismos financieros y los grupos o mecanismos especialmente creados para
afrontar las crisis económicas". "Esto ayuda a limitar todo tipo de
abuso o usura sobre todo con los países en vías de desarrollo", mencionó.
"Los organismos financieros internacionales han de
velar por el desarrollo de los países y la no sumisión asfixiante de éstos a
sistemas crediticios que lejos de promover el progreso someten a los poblaciones
a mecanismos de mayor pobreza, exclusión y dependencia", dijo en uno de
sus contundentes mensajes.
En ese mensaje, además, avaló los pedidos para acabar con el
privilegio del que gozan los cinco miembros permanentes de su Consejo de
Seguridad (China, Estados Unidos, Rusia, Francia y el Reino Unido).
El Papa también dio fuertes definiciones sobre el concepto
de poder. "La justicia es un requisito indispensable para obtener el ideal
de la fraternidad universal. La limitación del poder es una idea implícita en
el concepto de Derecho, dar a cada uno lo suyo, siguiendo la definición clásica
de justicia", explicó, ante un auditorio atento, que lo interrumpía con
sus aplausos.
"Dar a cada uno lo suyo significa que ningún individuo
o grupo humano se puede considerar omnipotente, autorizado a pasar por encima
de la dignidad y los derechos de otras personas singulares", completó.
El papa criticó lo que denominó "falsos derechos",
contrarios a la ideal limitación del poder que resultaría de la "distribución
fáctica del poder (...) entre una pluralidad de sujetos".
Medio ambiente y excluidos
El pontífice de 78 años también dedicó un fragmento de su
discurso a su causa a favor del medio ambiente, un interés que dejó plasmado en
su encíclica Laudato si.
En ese sentido, afirmó que "para todas las creencias
religiosas el ambiente es un bien fundamental" y señaló que "el abuso
y destrucción del ambiente van acompañados por un imparable proceso de
exclusión" económica y social.
"Un afán egoísta de poder y de bienestar material lleva
tanto a abusar de los recursos como de excluir a los débiles", reforzó
Francisco.
Alertó contra las consecuencias del abuso de los recursos
materiales disponibles, como la exclusión de "los débiles y con menos
habilidades" y aseguró: "La exclusión económica y social es una
negación total de la fraternidad humana y un gravísimo atentado a los derechos
humanos y al ambiente".
A juicio del pontífice, los pobres sufren por la exclusión
por un triple motivo: "Son descartados por la sociedad, son obligados a
vivir de descarte y deben injustamente sufrir las consecuencias de los abusos
del ambiente".
Por eso, el Papa instó a los gobiernos del mundo a
garantizar a su sociedad "el acceso efectivo, práctico e inmediato (...) a
una vivienda propia, un trabajo digno y una alimentación adecuada y agua
potable, libertad religiosa, y libertad de espiritual y educación".
El Papa confió en que la próxima Conferencia de París sobre
Cambio Climático "logre acuerdos fundamentales y eficaces", pero
también reclamó "pasos concretos y medidas inmediatas, para preservar y
mejorar el ambiente natural y vencer cuanto antes el fenómeno de la exclusión
social y económica".
"La crisis ecológica junto con la destrucción de buena
parte de la biodiversidad puede poner en peligro la existencia misma de la
especie humana. Las nefastas consecuencias de un irresponsable desgobierno de
la economía mundial, guiado solo por la ambición del lucro y el poder debe ser
un llamado a una severa reflexión sobre el hombre", expresó.
Además, el Papa advirtió que "la guerra es la negación
de todos los derechos y una dramática agresión al ambiente". "Si se
quiere un verdadero desarrollo humano integral se debe continuar
incansablemente en evitar la guerra entre las naciones y los pueblos",
dijo.
Armas nucleares
Francisco pidió también la "total prohibición" del
armamento nuclear y dijo que la "amenaza de destrucción mutua"
constituye un "fraude a toda la construcción de Naciones Unidas".
La existencia de una ética y un derecho basados en esa
amenaza harían en la práctica que la ONU pasara a ser las "naciones unidas
por el miedo y la desconfianza".
"Hay que empeñarse por un mundo sin armas nucleares,
aplicando plenamente el acuerdo de no proliferación, hacia la prohibición de
estos instrumentos", dijo el Papa, y luego elogió el acuerdo nuclear de
las potencias con Irán.
"Es una prueba de las posibilidades de la buena
voluntad política y del derecho ejercido con paciencia", dijo. "Hago
votos para que el acuerdo sea eficaz y dé los frutos deseados para todas las
partes implicadas", añadió.
Narcotráfico y
corrupción
"Quisiera hacer mención a otro tipo de conflictividad
no siempre tan explicitada pero que silenciosamente viene cobrando la muerte de
millones de personas. Otra clase de guerra viven muchas de nuestras sociedades
con el fenómeno del narcotráfico. Una guerra 'asumida' y pobremente
combatida", señaló Francisco, al denunciar que la lucha contra el
narcotráfico es "una guerra asumida y pobremente combatida".
"El narcotráfico va a acompañado de la trata de
personas, del lavado de activos, del tráfico de armas, de la explotación
infantil y de otras formas de corrupción", dijo. La corrupción, agregó,
"ha penetrado los distintos niveles de la vida social, política, militar,
artística y religiosa, generando, en muchos casos, una estructura paralela que
pone en riesgo la credibilidad de nuestras instituciones".
Más tarde, Francisco citó palabras del papa Pablo VI e
incluso al Martín Fierro antes de
destacar que la organización de Naciones Unidas podrá servir al futuro "si
los representantes de los estados dejan intereses sectoriales e ideologías, y
buscan el bien común". Luego, bendijo a todos los presentes y cerró su
discurso de más de 40 minutos, ante una extendida ovación.
“Martín Fierro”
El papa Francisco sorprendió a propios y ajenos en la
Asamblea General de la ONU cuando citó una de las más célebres frases del "Martín Fierro" de José
Hernández.
"El gaucho Martín Fierro, un clásico de la literatura
de mi tierra natal, canta: Los hermanos
sean unidos, porque esa es la ley primera. Tengan unión verdadera en cualquier
tiempo que sea, porque si entre ellos pelean los devoran los de afuera",
dijo Francisco al final de su discurso.
Al instante el auditorio completo -integrado por
representantes de unos 170 países- aplaudió la mención del sumo pontífice.
Llegada a la ONU
El Papa llegó alrededor de las 8:20 (9:20 en la Argentina) a
la sede principal de la ONU en el Fiat 500 y fue recibido por el secretario
general del organismo, Ban Ki-moon, y su esposa, Yoo Soon-taek. Dos chicos
-Emile y Maxime Antoine Laberge, de siete y seis años, hijos de un miembro de
la misión de paz de la ONU en Haití muerto durante el terremoto del 2010-
también le dieron la bienvenida con un ramo de flores.
Después de unas breves palabras de Ban Ki-moon, en las que
pronunció unas palabras en español, el papa Francisco se dirigió al secretario
general y a unos 400 empleados del organismo multinacional. "Les pido que
les lleven mis saludos a familiares y colegas que no pueden estar con nos hoy
por la lotería", dijo, en tono de humor, por el sorteo a través del cual
se eligieron a los miembros del staff que pudieron escuchar al pontífice.
"A ustedes les preocupa el futuro del planeta y qué
tipo de planeta vamos a dejar a las generaciones futuras. Pero hoy y todos los
días yo les pediría a cada uno que cuiden al otro, que sean cercanos del otro,
que esperen al otro", les dijo antes de bendecirlos. "Rezaré por
ustedes y por sus familias, y les pido a cada uno de ustedes que se acuerden de
rezar por mí. Si alguno de ustedes no es creyente, les pido que me deseen algo
bueno. Que Dios los bendiga", concluyó.
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