Por Gabriel Profiti |
El dólar reapareció en los últimos días como síntoma de una
economía con achaques y se entremezcló en los debates electorales justo antes
de que las primarias del próximo domingo 9 marquen un nuevo punto de partida en
la carrera presidencial.
El "blue" volvió a venderse cerca de los 15 pesos
y obligó al gobierno a extremar los recaudos para que la disparada no termine
en una devaluación forzada, propiciatoria a su vez de otra escalada de precios
en el tramo más fuerte de la campaña.
El dólar paralelo finalizó el mes con la mayor suba mensual
en lo que va de 2015, del 11,5%, mientras que las ventas para ahorro y turismo
en el mercado oficial treparon un 30% en julio.
Así, la divisa estadounidense opera otra vez como punta de
iceberg de una macroeconomía que necesita pasar por boxes, con un déficit
fiscal que treparía por encima del 5% del PBI en 2015, cuellos de botella que
afectan a la industria y al campo y un contexto internacional adverso para el
mundo emergente.
Un informe reciente de la Unión Industrial Argentina indicó
que en tres años cerraron 800 empresas, al tiempo que la mesa de enlace
agropecuaria volvió a plantear los reclamos del sector de baja de retenciones e
impuestos durante la Exposición Rural.
Las debilidades de las variables económicas son reconocidas
en el campamento oficialista, donde asumen que si aparecen en superficie pueden
operar como ancla para Daniel Scioli.
Mientras tanto, el Gobierno con Axel Kicillof a la cabeza
volvió a utilizar hábilmente esta coyuntura para plantear que la oposición
busca fogonear una devaluación y un ajuste brutal, asociando incluso opiniones
de economistas ortodoxos como Miguel Ángel Broda o José Luis Espert a Mauricio
Macri.
Scioli peroniza
La verdad de la milanesa se conocerá el próximo domingo
cuando las Primarias determinen quiénes serán los competidores definitivos para
la Presidencia y cómo se ordena la grilla.
Dentro de una marea de encuestas, algunas más creíbles que
otras, hay una coincidencia de que Scioli va primero, Macri segundo y Massa
tercero, aunque lo interesante es ver cuántos porotos suma cada uno porque eso
marcará si hay claro favorito y, además, si existe escenario de triunfo en
primera vuelta.
Cerca de Scioli buscan recortar las expectativas sabiendo
que pronósticos exagerados puede ser contraproducentes a la hora de conocerse
los guarismos reales.
Aseguran que el Frente para la Victoria reúne unos 37
puntos, es decir todavía con necesidad de crecer para evitar un balotaje y
esperan que una vez que las Paso diriman la pelea interna entre Aníbal
Fernández y Julián Domínguez quede espacio solo para la agenda positiva que
trata de imponer Scioli.
Para ello, el candidato oficialista se anticipa a una
segunda etapa de campaña consistente en aglutinar a todo el peronismo, tanto el
oficialista como el opositor, con repatriaciones y señales a aquellos que
todavía están alejados del kirchnerismo.
El gobernador bonaerense ya cuenta en sus equipos a Héctor
Daer, jefe del sindicato de la Sanidad de Buenos Aires y cara visible de la
pata sindical del Frente Renovador en los últimos años, y a Miguel Peirano,
exministro de Economía y también exreferente del massismo. Otro que merodea el
sciolismo, según fuentes partidarias, es José Ignacio de Mendiguren, quien
pidió apoyo naranja para volver a conducir la UIA.
Pero la apuesta sciolista es tratar de que después de las
primarias, con un Massa en eventual declive, el peronismo opositor quede de su
lado. Karina Rabolini hace punta como cara amable de esas intenciones en una
infatigable recorrida por el interior.
Por eso, además de encabezar actos masivos en los últimos
días con intendentes bonaerenses y jefes sindicales, Scioli buscó enviar gestos
al gobernador electo de Córdoba, Juan Schiaretti, a los hermanos Rodríguez Saá,
y a Carlos Verna, quien asoma con muchas posibilidades de volver a gobernar La
Pampa.
Schiaretti apoya en las primarias a José Manuel de la Sota
-enfrentará a Massa-, mientras que Adolfo Rodríguez Saá también es un candidato
silvestre a presidente, aunque los sondeos indican que no lograrían atravesar
las PASO.
Macri abre el juego
El denominador común de las encuestas indica también que
Macri dejó de crecer en los últimos dos meses, lo cual encendió luces de alarma
en el comando amarillo e incluso abrió fuertes debates internos sobre la
estrategia de campaña.
"La política contra la comunicación", tituló un
referente macrista que forma parte de un grupo rebelde contra los dictados del
consultor ecuatoriano Jaime Durán Barba y el secretario de Gobierno, Marcos
Peña. Ese núcleo de resistencia está integrado, entre otros por Gabriela
Michetti, Hernán Lombardi, Eduardo Amadeo y Patricia Bullrich.
Uno de los últimos debates obedeció al pedido de Durán Barba
de evitar las críticas a Scioli y a la administración bonaerense en general,
porque según su lectura, sería contraproducente ante un dirigente que tiene
buena imagen.
Lo cierto es que Macri pendula entre los consejos de sus
asesores y los reclamos internos y de sus socios radicales y de la Coalición
Cívica de abrir el juego.
En ese tándem, Macri se acercó mucho a Elisa Carrió, con
quien acordó la aparición conjunta de Cambiemos de este sábado, en la que
también estará Ernesto Sanz, precisamente para que el frente muestre cohesión
antes del nuevo punto de partida electoral.
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