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| Por Ana Gerschenson |
Cristina le ganó anoche el primer round a Daniel Scioli. El
primero de los muchos que vendrán, por la retención del poder político del
espacio.
CFK jugó fuerte por su jefe de Gabinete, en la interna a
gobernador bonaerense, Aníbal Fernández,
acusado de mantener presuntos vínculos con el narcotráfico. Lo defendió en
cadena nacional y ordenó a La Cámpora y a sus legisladores del FPV hacer
presencia en su acto de cierre de campaña.
La Presidente percibió que Scioli sabía sobre los nuevos
testimonios que complicaron la situación de Aníbal con respecto al tráfico de
efedrina, sobre todo porque una de las entrevistas televisivas -emitidas en el
programa del peridiosta Jorge Lanata- se
registró en una cárcel de la provincia
de Buenos Aires.
Scioli, siempre a su estilo, apoyó discretamente en la
interna a Julián Domínguez. El presidente de la Cámara de Diputados es, además,
el postulante que prefiere el Papa Francisco, a quien conoce desde sus épocas
juveniles en la Acción Católica. Y Scioli sostiene un diálogo fluído con
Bergoglio, tanto como para mencionarlo en casi todos sus discursos. El de
anoche en el Luna Park no fue la excepción.
La pelea entre Julián y Aníbal fue descarnada. Tanto como
para que la Presidente tampoco fuera al acto de cierre de quien supuestamente
es su heredero elegido.
Fue la primera disputa abierta entre CFK y Scioli. Y la ganó
Cristina.
Ahora el candidato del FPV deberá hacer campaña no sólo con
Aníbal, sino con su compañero de fórmula, Martín Sabbatella, quien ganó
elecciones en la provincia despreciando públicamente a los intendentes
peronistas que ahora necesita para ganar en Buenos Aires
No sólo eso. Deberá defender de aquí en más a quien se ha
convertido, a su pesar, en el candidato a gobernador en el principal distrito
electoral. En los hechos, Aníbal está en medio de una tormenta judicial que
promete complicarse de aquí al 25 de octubre, día de los comicios generales.
Todo un problema para Scioli.
El sciolismo admite, en privado, que en caso de ganar las
elecciones presidenciales, lo que viene a partir del 10 de diciembre son dos
años de peleas por el poder con Cristina Kirchner. Se equivocaron en la fecha
de comienzo de la disputa. El primer round ya se jugó y perdió Scioli.
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