En el peronismo temen
que el jefe de Gabinete gane las primarias y perjudique
las posibilidades del
oficialismo en octubre.
Nacionales - El
domingo pasado, antes de irse a almorzar con Mirtha Legrand, Daniel Scioli
encabezó un acto en La Plata y pidió el voto de los independientes que aún no
se definieron, una manera de admitir que todavía no alcanza el porcentaje
necesario para consagrarse en las presidenciales de octubre.
Pero por la noche, tuvo la peor de las noticias: El programa
Periodismo Para Todos de Jorge
Lanata, presentó un informe explosivo con testimonios que acusan directamente a
Aníbal Fernández como el autor intelectual del Triple Crimen y el jefe de una
banda de narcos que se dedicaba a la venta de efedrina a carteles mexicanos
para que elaboren drogas sintéticas.
Una bomba política y mediática que desde ese momento y hasta
ahora tiñó toda la campaña y volvió casi materialmente imposible a Scioli
mechar algún bocado destinado a seducir ese sector independiente o indeciso que
aún no definió su voto.
En el peronismo es el monotema del momento. Algunos, ya
hablan de un nuevo “cajón de Herminio Iglesias”, en referencia a la quema del
ataúd que cerró la campaña peronista de 1983 y para muchos sentenció la derrota
de su candidato, Italo Luder. De hecho, el escritor Jorge Asís, con su ironía
habitual ofrece un testimonio en su columna de hoy: “En la interna peronista se
esperaba algún cajón de Herminio, pero nos tiraron con la cochería entera”.
Un influyente intendente y un diputado bonaerense de los más
pesados, expresaron anoche su preocupación a LPO, sobre todo porque las últimas encuestas no demuestran que
Aníbal haya dejado de ser el favorito para las primarias.
Hay una explicación: sus principales adeptos son parte del
kirchnerismo duro y pueden interpretar la denuncia como un capítulo más de la
batalla contra Clarín, encontrando
por disparatado que parezca, una razón extra para votarlo. Es que todas las
encuestas ubican al gobernador en una franja que va de los 33 a los 38 puntos,
todavía lejos de los 45 que necesita para evitar la segunda vuelta.
"El riesgo es que si gana la primaria Aníbal, lo que
queda de la campaña hasta las generales quede monopolizado por esta discusión
de si ordenó o no un triple asesinato y si es narcotraficante", afirmó el
intendente a LPO. Con un agravante:
La virulencia con la que Aníbal reaccionó contra sus competidores internos,
Julián Domínguez y Fernando Espinoza, en el medio de una discusión de muertes,
corrupción y narcos, puede espantar al votante independiente que acaso crea que
está regresando lo peor del peronismo.
No es una preocupación nueva, ya en su momento LPO reveló que Scioli estaba inquieto
porque veía que llevar a Aníbal como candidato a gobernador le tiraba la boleta
para abajo. Ahora ese eventual efecto podría agravarse.
La opinión de los
analistas
“Sin dudas que esto es un cajón de Herminio”, sostuvo ante LPO el consultor Ricardo Giacobbe, para
quien prácticamente no hay sector de la sociedad que no esté enterado del
escándalo.
“Este es un hecho brutal que toca a todo el electorado. No
sabemos cómo y en qué dirección, pero es el único tema de conversación. Sólo la
elección va a demostrar si Aníbal queda como víctima o victimario”, agregó.
El resto de los encuestadores consultados por LPO puso el foco en los sectores medios,
un núcleo con buena parte de indecisos que pueden torcer la balanza a favor de
Scioli o complicarlo en un ballotage.
“Aníbal es conocido en todo el país, pero el tema es el
narcotráfico, que los sectores medios lo empezaron a ver como un tema grave. Y
la figura que más se desgasta con esto es Daniel Scioli”, sostuvo el consultor
Carlos Germano.
Ricardo Rouvier es el más optimista porque está entre los
pocos encuestadoras que lo tiene a Scioli rozando los 40 puntos, el límite que
hay cruzar para ganar en primera vuelta si además le saca al segundo 10 puntos.
Sólo si alcanza los 45 no requiere 10 puntos de diferencia para evitar un
ballotage.
“Scioli tiene un voto independiente fuerte y yo le doy cerca
de 40. Ahora estamos midiendo que pasa con la denuncia, porque está claro que
la oposición trata de llegar a un ballotage”, agregó.
La verdad sobre el efecto Aníbal se verá el domingo en las
primarias. Y Scioli sabrá si su idea de apelar a los independientes sigue
siendo posible. Pero en su equipo de campaña ya empezaron a encargar mediciones
sobre escenarios de segunda vuelta con un foco específico: ¿Cómo se dividiría
hipotéticamente el voto de Sergio Massa si hay un ballotage Scioli-Macri? Juran
que antes de este escándalo ellos se llevaban el 60 por ciento.
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