Por Ana Gerschenson |
Contra los hispanos, mexicanos, negros y calificando de
idiotas a sus rivales políticos, el magnate Donald Trump se ubica primero en
los sondeos de precandidatos presidenciales del Partido Republicano en los
Estados Unidos.
La última encuesta publicada por el Washington Post y la cadena estadounidense ABC refleja que el 24 % de los republicanos afiliados al partido
tienen una visión favorable del excéntrico magnate. De hecho, duplica a su
principal contrincante, Jeb Bush en las preferencias republicanas.
Trump, quien supo construir su propio emporio de hoteles,
casinos, negocios aéreos y resorts, conquistó la popularidad, conduciendo su
propio programa de televisión durante los últimos diez años. En "El
Aprendiz", un reality show de la cadena NBC, en donde una decena de empresarios competían por 250 mil
dólares y un contrato para dirigir una de las empresas de Trump. En el
programa, el hoy candidato, instaló la frase "estás despedido" para
eliminar a uno de los participantes de la competencia. La misma frase que
escuchó la semana pasada de las autoridades de la NBC, luego de sus comentarios despectivos sobre los mexicanos.
"Están trayendo drogas. Están trayendo crimen. Son
violadores. Y algunos, supongo, que son buenas personas", dijo Trump
durante el lanzamiento de su campaña presidencial el mes pasado. Sus
apreciaciones xenófobas tienen su historial. En abril del 2011, acusó al
presidente Barack Obama de no ser ciudadano estadounidense y le exigió que
publicara su acta de nacimiento.
Justamente, Donald John Trump sacó a relucir que él nació en
junio de 1946 en Queens, Nueva York. Estudió en la Academia Militar de Nueva
York y se graduó en la Escuela de Finanzas Wharton de la Universidad de
Pensilvania.
En diciembre del 2011 se quejó porque los inmigrantes
alojados en las cárceles de Estados Unidos le costaban al fisco 1100 millones
de dólares, por lo que sostiene que "hay que expulsarlos del país" y
"construir el muro en la frontera, enviar aviones no tripulados y
contratar 25.000 nuevos agentes de la Patrulla Fronteriza" para que no
regresen. Así de brutal.
Su blanco no son sólo los hispanos. Para Trump los
inmigrantes, especialmente los asiáticos, se adueñan de empleos que "le
pertenecen a los estadounidenses". Y los negros tampoco le simpatizan. En
junio del 2013 aseveró vía twitter que el 98 % de los crímenes en Nueva York
eran cometidos por negros y latinos.
Además, el magnate candidato aseguró que dar ciudadanías a
inmigrantes ilegales "sería un suicidio para el Partido Republicano",
porque "esos 11 millones de personas votarán después por los
demócratas". Sus finanzas también son esporádicamente centro de la
polémica. Trump se asume multimillonario, y se calcula que su fortuna
ascendería a los 9 mil millones de dólares. Pero se ha declarado varias veces
en bancarrota para reestructurar sus deudas.
Trump se ha convertido en una verdadera pesadilla para los
republicanos en las últimas semanas, porque les lleva una ventaja poderosa:
conoce la dinámica de los medios y se las ingenia para permanecer en la agenda
cotidiana con sus escandalosas propuestas y declaraciones.
Aunque no todo reluce para el candidato. Su popularidad
subió, pero también podría bajar abruptamente por sus últimas palabras acerca
de un compañero partidario, el senador John McCain, quien pasó cinco años y
medio como soldado y fue prisionero en Vietnam, una herida sensible para la
sociedad estadounidense. "No es un héroe para mí. Es un héroe de guerra
porque fue capturado. Me gustan los que no fueron capturados".
Desconsiderar de esa manera a un veterano de guerra ha enfrentado al magnate
con el mismo electorado nacionalista que había comenzado a apoyarlo.
"Nunca he visto una persona flaca bebiendo Coca Cola de
dieta". "El concepto de calentamiento global fue creado por y para
los chinos, para volver a la industria manufacturera estadounidense no
competitiva". Sus frases delirantes se multiplican y generan polémica
permanente.
Esta semana, el popular sitio de noticias, The Huffington Post, sorprendió con una
decisión sin precedentes.
"Después de ver y oír a Donald Trump desde que anunció
su candidatura para convertirse en presidente, hemos decidido que no
escribiremos sobre su campaña política como parte de nuestra cobertura política
", escribió el jefe de la oficina de The
Huffington Post en Washington, Ryan Grim.
A partir de ahora, el diario va a cubrir su campaña en la
sección entretenimientos de la publicación. "Nuestra razón es simple: la
campaña de Trump es un espectáculo. No vamos a tragarnos el cebo", remató
la publicación y dejó sin palabras al candidato xenófobo más popular de los
Estados Unidos.
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