domingo, 12 de julio de 2015

“LOS LLEVO EN MI CORAZÓN

El papa Francisco se despidió del Paraguay. Ante la humilde población del Bañado, dejó un mensaje de fe y solidaridad.

En la última misa en el Paraguay, el papa Francisco se despidió con
una multitudinaria misa en ÑuGuasu. (Foto: AFP)
Paraguay - El papa Francisco valoró la fe y solidaridad del pueblo bañadense por pelear constantemente por una vida digna y luchar contra las inclemencias del tiempo. Un emotivo encuentro tuvo el Santo Padre con la población humilde del Bañado.

Alrededor de las 08.15, Francisco ingresó a la zona del bañado por un estrecho pasillo, donde bendijo a dos mujeres adultas mayores. Luego, observó el mural preparado por los niños de la zona, que contenían mensajes para el Sumo Pontífice.

Con su calidez y una sonrisa constante ingresó, posteriormente, a un escenario preparado especialmente para este encuentro. Momentos después, el Papa ingresó a la capilla San Juan y rezó ante el santísimo. También bendijo las imágenes del sitio y la capilla.

A su salida, el Sumo Pontífice saludó a todo el pueblo bañadense, que respondió con un efusivo griterío y emoción.

Francisco se sentó en una silla de cable, especialmente preparada, y estuvo acompañado del provincial jesuita padre Alberto Luna, el arzobispo Edmundo Valenzuela, el párroco de la zona Ireneo Valdez y el nuncio apostólico.

"Estoy alegre por visitarlos a ustedes porque no podía estar en Paraguay sin estar con ustedes, en esta, su tierra", fueron las primeras palabras del Santo Padre, ante la población del Bañado, que en todo momento expresaba su emoción.

Luego comparó la vida de la sufrida población con lo que tuvieron que padecer María y José para dar a luz a Jesucristo.

Valoró cada una de las historias de esa gente, por su lucha por una vida digna, por un techo y para superar las inclemencias del tiempo, como las inundaciones. Pero resaltó que las adversidades no les quitaron la sonrisa, la esperanza y la solidaridad, sino que las estimularon e hicieron crecer.

"José y María también tuvieron que dejar  su lugar, lo suyo, sus amigos e ir a otra tierra, una tierra en la que ellos no conocían, no tenían casa, no tenían familia.  En ese contexto, una joven pareja tuvo a Jesús, en una cueva que prepararon como pudieron", afirmó.

Sin embargo, indicó que empezaron a aparecer pastores y personas igual que ellos, que también debieron dejar todo para conseguir mejores oportunidades. "Vivían en función de las inclemencias del tiempo y de otro tipo de problemas", expresó.

Relató que cuando se enteraron del nacimiento de Jesús, se hicieron prójimos, vecinos y familias de María y José.

"La fe nos hace prójimos a la vida de los demás, nos aproxima a la vida de los demás. La fe despierta nuestro compromiso con los demás", expresó.  Dijo que la solidaridad es una virtud  humana y cristiana que los bañadenses tienen y que otros sectores deben aprender de ello.

Luego ironizó sobre las personas que van todos los domingos a misa, pero al momento de la verdad no son solidarios con los más necesitados. "Si no tienes un corazón solidario, si no sabes lo que pasa en tu pueblo, tu fe es muy débil, o es enferma o está muerta", afirmó.

Recordó que Jesucristo no tuvo problema en bajarse y humillarse para morir por cada uno, por esa "solidaridad de hermanos. Fue el primero en ser solidario".

El Sumo Pontífice les pidió que sigan estimulando el espíritu misionero de la fe y que este siga contagiando los pasillos del Bañado.

"Quizás el mensaje más fuerte que ustedes pueden dar hacia afuera es esa fe solidaria. El diablo quiere que se peleen entre ustedes, porque así puede dividirlos y derrotarlos. Solidaridad, hermanos, para defender la fe, y además que esa fe solidaria sea mensaje para toda la ciudad", sentenció.

“Los llevo en mi corazón”

El papa Francisco agradeció el recibimiento que tuvo en este país y afirmó que no podía terminar la Santa Misa en Ñu Guasu sin recordar a la Virgen María. “María es el regalo de Jesús a su pueblo (...) no dejen de invocar a la Madre”, sostuvo.

Posteriormente aseguró que lleva al Paraguay en su corazón. “Queridos hermanos, les pido por favor, que no se olviden de rezar por mí. Yo los llevo en mi corazón, rezo por ustedes y por su país”, enfatizó.

El acto de Ñu Guasu es uno de los últimos de Francisco en Paraguay, cierre de una etapa latinoamericana que antes le llevó a Ecuador y Bolivia. Sus actividades en Paraguay finalizarán con un encuentro con miles de jóvenes en la Costanera, el paseo fluvial de Asunción. Francisco es el segundo papa en visitar Paraguay, tras Juan Pablo II, quien lo hizo en 1988.

Informe: Última Hora, ABC Color y agencias

0 comments :

Publicar un comentario