Zannini pidió buscar
votos en otros lados.
Daniel Scioli recibió el apoyo de la cúpula del PJ y de los gobernadores de ese partido. (Foto: Télam) |
Por Mauricio Cantando
Cuando el presidente del PJ Eduardo Fellner se acercó al
atril y un grupo de coterráneos lo arengó, desde el fondo del Salón Dorado de
Parque Norte se oyó el clásico cántico de La Cámpora, que dice “Vengo bancando”
el “proyecto nacional y popular” y usa música de The Police.
No eran más de 10 jóvenes, que pronto se identificarían como
JP y se calzarían la remera de “Scioli para la Victoria”. Pero en ese instante
no fueron pocos los funcionarios que giraron su cabeza, con miedo a que algo
pudiera arruinar el primer acto organizado por el Partido Justicialista para
apoyar la fórmula Scioli-Zannini.
El evento, adelantado por LPO, fue organizado por Gestar, el
instituto de formación política del PJ creado en 2010 por el gobernador de San
Juan José Luis Gioja y el histórico operador peronista Juan Carlos Mazzón,
echado de la Casa Rosada en marzo por no armar las listas de Mendoza como
quería Cristina.
Fue un acto peronista y organizado por el PJ, pero exento de
cualquier liturgia que pueda aludir a la interna que ya libran por lo bajo los
históricos del PJ y los cristinistas que aceptaron a Scioli a regañadientes.
Fellner fue el único que filtró una bandera y no hubo
símbolo de La Cámpora a la vista, ni referentes de esa organización como
Eduardo "Wado" De Pedro, habitué de actos peronistas. Por eso ese
cántico puso nervioso a varios.
A diferencia de noviembre, cuando los gobernadores fueron
presionados por la presidenta para no asistir a un acto de Scioli en Mendoza,
también organizado por Mazzón, esta vez no hubo filtro para que llegaran
mandatarios provinciales, sindicalistas y hasta funcionarios nacionales como el
ministro Carlos Tomada.
Todos escucharon la advertencia de Carlos Zannini: “Tenemos
que aprender a salir de nosotros mismos, porque ya las elecciones no se ganan
sólo con los que piensan igual. Ya no la vamos a ganar sólo los peronistas.
Tenemos que convencer a los que no piensan como nosotros”, planteó el compañero
de fórmula de Scioli.
“Esto es una muestra de la unidad dentro de la diversidad”,
había definido el secretario legal y Técnico al acto, que no tuvo banderas ni
bombos, sino sólo funcionarios y legisladores cuidadamente elegidos para ocupar
una escueta platea.
Zannini volvió a aclarar que lo suyo no es el discurso, pero
después no paraba de hablar. Celebró el aumento de la construcción “basado en
casas particulares” y repasó medidas de Néstor y Cristina “que explican que
estamos mejor que 2003”. Y dijo que “con Daniel existe una oportunidad de
continuar lo que se viene haciendo”.
El denominador común fueron las burlas a Macri y el parco
secretario Legal y Técnico no fue la excepción. “Kirchner dijo que no dejaría
sus convicciones en la puerta de la Casa Rosada y asistimos al triste
espectáculo de ver como otros las dejan para ver si entran”, comparó.
Gioja había usado léxico del siglo pasado para reírse de
Macri. “Le vamos a mandar un cassette o un DVD con la marcha peronista a ver si
aprenden”, se burló.
El sanjuanino definió las primarias como “un entrenamiento
para el 25 de octubre”. Fellner no se quedó atrás. “No cambiamos los discursos,
somos los mismos de siempre”, agregó.
El salteño José Manuel Urtubey se animó a pedir “profundizar
una revolución, que haga de Argentina la estrella de América del Sur”. Y elogió
a Zannini por ser el autor de leyes como la estatización de Aerolíneas y de las
jubilaciones, ahora defendidas por Macri.
En la platea costaba no ver algún gobernador. Distribuidos
en las dos tribunas estuvieron Gildo Insfrán (Formosa), Maurice Closs
(Misiones), Martín Buzzi (Chubut), Lucía Corpacci (Catamarca), Sergio Urribarri
(Entre Ríos), Luis Beder Herrera (La Rioja) y José Alperovich (Tucumán).
Julián Domínguez y Aníbal Fernández, candidatos a suceder a
Scioli, ocuparon las puntas de las tribunas para que le apuntaran las cámaras.
Diego Bossio tuvo su lugar como miembro de Gestar y se ganó un elogio de
Scioli. La sorpresa fue Amado Boudou, a quien más de uno incomodó ver. Su
presencia sonó a picardía de Cristina.
Para que no quede provincia ausente dijeron presente Víctor
Santa María, referente del PJ porteño; el correntino Carlos Espínola y el
cordobés Fabián Francioni, candidatos a senador. Antonio Caló, jefe de la CGT
oficial, fue el gremialista más aplaudido.
Scioli para la
Victoria
Scioli se presentó como un peronista con un video con varias
imágenes de Perón, Cristina y la infaltable suya tras el accidente que lo dejó
sin un brazo.
“Peronista es superar la adversidad”, decía la voz en off y
la pantalla ponchaba un grafittero escribiendo esa frase y una nota que Scioli
dio a Clarín tras el accidente que marcó su vida. “Peronista es el Papa
Francisco; es Maradona”, cerraba el tape sciolista.
El gobernador no se privó de atender a Macri (“Tanto hablan
de cambio y al final cambiaron ellos”, dijo), pero dejó varias definiciones.
Recordó que Kirchner le anticipó en 2003 que la prioridad
era el desendeudameinto, pero que se viene la era “del crédito al servicio de
infraestructura, acueductos y ferrocarriles”.
Anticipó ayuda a las economías regionales, golpeadas por el
atraso cambiario de Cristina. “No hay provincias chicas, quiero las 3 t:
tierra, techo y trabajo”, pareció decirles.
Fue enfático en ratificar que su política internacional no
dará un giro: no sólo celebró el rechazo al Alca en 2005, sino que remarcó su
visita reciente a Cuba para entrevistarse con Raúl Castro.
Ratificó la asignación universal por hijo, pero le puso un
límite. “Quiero que la Auh se vaya transformando en salario familiar”, se
diferenció.
Y hasta les dejó un mensaje a Domínguez y Aníbal, ávidos por
figurar. “Sé lo que le falta a la provincia y no me voy a olvidar”, les
prometió, antes de entonar con el público la marcha peronista. De principio a
fin.
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