Son de hormigón,
construidos por una empresa de Cristóbal López, cercano
al kirchnerismo.
Los durmientes de hormigón del Belgrano Cargas han comenzado a quebrarse en varios tramos. (Foto: LPO) |
Por Antonio Rossi
Al igual que en el ramal a Mar del Plata donde corren trenes
de pasajeros, en las vías de la empresa estatal Belgrano Cargas y Logística
(BCLSA) también han comenzado a aflorar serios problemas con los nuevos
durmientes de hormigón que se instalaron en los últimos meses.
Por defectos de fabricación, los durmientes colocados en
varios tramos del ramal que une las ciudades de Santa Fe con San Cristóbal se
rompieron y quedaron quebrados al medio al poco tiempo de que comenzaran a
transitar las formaciones de cargas.
El nuevo caso que pone en la mira las obras de renovación de
vías que viene realizando la administración kirchnerista saltó tras un informe
interno que elaboraron los técnicos de la compañía Belgrano Cargas y Logística
que conduce el camporista, Marcelo Bosch, a quien hace dos meses se le atribuyó
un fugaz noviazgo con la modelo Luciana Salazar.
Uno de los durmientes de hormigón que quedó quebrado por el peso de las formaciones del Belgrano Cargas. |
Luego de un relevamiento efectuado entre los kilómetros 187
al 211 del “ramal C” Santa Fe-San Cristóbal, los inspectores del Belgrano
Cargas detectaron la existencia de numerosos durmientes de hormigón partidos y
con grandes fisuras horizontales.
Las obras de reparación integral del ramal fueron ejecutadas
por el consorcio conformado por la empresa Roggio y CPC, la constructora de
Cristóbal López.
Pero, como en el caso de la renovación de vías a la costa
atlántica que había adelantado LPO,
la que ha vuelto a quedar en el tapete es la proveedora de los durmientes.
Se trata de la empresa marplatense DHASA que forma parte del
grupo Solana y que bajo la gestión del ministro Florencio Randazzo se ha
quedado con varios contratos de suministros de materiales y de obras de
infraestructura en vías y estaciones.
La renovación del ramal C del Belgrano Cargas había
arrancado a fines de 2011. Según el cronograma inicial, las obras debían
concluirse a mediados de 2013. Pero debido a un prolongado conflicto gremial
con la UOCRA santafesina y a la demora en la provisión de los materiales, la
terminación de los trabajos se retrasó hasta los primeros meses de 2015.
Si bien las vías afectadas pertenecen a la red de la empresa
Belgrano Cargas y Logística, la repartición estatal que llevó adelante la
licitación y afrontó las inversiones en las obras fue la Administración de
Infraestructuras Ferroviarias (ADIF).
Tras adjudicar los trabajos y la compra de los materiales,
la ADIF – que pilotea el randazzista Ariel Franetovich— se desentendió de
controlar la calidad de los nuevos durmientes que según el pliego licitatorio
deberían tener una garantía de fabricación de 5 años.
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