lunes, 29 de junio de 2015

Recalde y un descargo a medias sobre el caso Xipolitakis

Qué dicen las normas sobre el ingreso a la cabina del avión de cualquier persona 
que no pertenezca a la tripulación.

Recalde justificó a medias el ingreso de otras personas a
la cabina de aviones de Aerolíneas.
Nacionales - Como una suerte de descargo a medias en el escándalo Xipolitakis, el presidente de Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde, resaltó que el problema con la vedette no fue que haya estado en la cabina del avión en el momento del despegue y el aterrizaje, como muestra el video difundido la semana pasada, sino que lo hizo sin cumplir con ciertos protocolos.

Esa idea de que está permitido el ingreso de cualquier persona bajo ciertas condiciones pone a la aerolínea a salvo de que el escándalo se extienda por la presencia de otros famosos en la cabina, también en el momento del despegue y el aterrizaje: cuanto menos, hay una filmación del canal CN23 –que difundió el portal LaPolíticaOnline- y otra del peluquero José Paz, que en su momento dieron a conocer Clarín y el portal MDZOnline. El argumento es cierto, pero salva la situación solo si se cumplieron esas condiciones.

Además de los videos, en las redes hay numerosas fotos de famosos y no tanto en la cabina, aunque las mismas pueden ser de antes del despegue o posteriores al aterrizaje, con el avión en tierra y por lo tanto sin ningún riesgo para el vuelo.

Almorzando con Mirtha Legrand este fin de semana, Recalde –que viene insistiendo en que todo hay una suerte de complot en su contra en el marco de las elecciones a jefe de Gobierno porteño- se quejó: “Se armó un circo mediático. Se permite que haya gente en la cabina en situaciones determinadas (…) Las situaciones críticas son el despegue y el aterrizaje, puede haber gente pero hay un protocolo muy serio que en este caso no se cumplió”.

Las normas sobre la admisión en la cabina de vuelo figuran en el punto 121.547 de las Regulaciones Argentina de Aviación Civil (RAAC).

La norma estipula como regla general que no se puede admitir a otra persona (además de la tripulación de cabina) a menos que se trate de un inspector aeronáutico, un controlador de tráfico aéreo, un tripulante o despachante “cumpliendo vuelo de familiarización” o un “empleado del explotador” vinculado a “operaciones de control de los procedimientos de vuelo” cuya presencia en la cabina sea “necesaria para cumplir con su trabajo”.

Sin embargo, la reglamentación también permite que el comandante de la aeronave autorice la entrada a otras personas pero exclusivamente “por razones justificadas y cuando a su juicio las condiciones de vuelo lo permitan, informándose debidamente sobre su identidad”.

Así, más allá del caso Xipolitakis, tanto en el caso del peluquero Paz como el de las cámaras de TV entrarían dentro de lo permitido siempre y cuando haya habido “razones justificadas”.

Las normas estipulan además que “el número de personas permitidas dentro de la cabina durante las maniobras de despegue y aterrizaje (…) no deberá ser mayor al número de asientos disponibles” y que el comandante debe “instruir a las personas que sean admitidas a la cabina sobre la obligatoriedad de permanecer en silencio durante las maniobras de rodaje, despegue, ascenso, aproximación y aterrizaje.

Informe: EC

0 comments :

Publicar un comentario