lunes, 4 de mayo de 2015

Macri, los gremios peronistas y la gobernabilidad

Por Gabriel Profiti
La distancia entre la Casa Rosada y los gremios del Transporte le allanó el camino a Mauricio Macri para mostrar una foto de convivencia con los referentes sindicales que determinaron el éxito o el fracaso de las huelgas en los últimos años.

No obstante, el almuerzo compartido este martes en la sede de La Fraternidad, con 22 secretarios generales de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), dejó latentes algunos focos de tensión para el caso de que Macri sea presidente.

El líder de PRO sabe que su condición de empresario no peronista es un condicionante y su solo acceso al poder puede servir de adhesivo para la ya encaminada reunificación de la CGT.

El radical Raúl Alfonsín sufrió trece paros generales en seis años y la tolerancia sindical con él duró apenas un embarazo. Su correligionario Fernando de la Rúa fue blanco de nueve huelgas en solo dos años hasta que voló en helicóptero: el primero llegó a los tres meses de colgarse la banda presidencial.

Según un informe de la consultora Nueva Mayoría, Carlos Menem lidió con ocho paros generales en una década, aunque el primero llegó después de cuarenta meses.

Más cerca en el tiempo y en un contexto de crecimiento económico, Néstor Kirchner apenas sufrió un paro casi al final de su mandato y Cristina Fernández no tuvo inconvenientes con el movimiento obrero en su primer período, aunque desde que falleció su esposo y rompió con el líder camionero Hugo Moyano ya acumula cuatro protestas generales con distinto impacto.

Esta secuencia de tres décadas convenció a un sector de la sociedad de que solo el peronismo puede gobernar el país, más en un contexto económico con cuellos de botella como el que se vislumbra para el primer tramo del próximo gobierno.

Macri suele machacar sobre lo contrario. "El PJ viene gobernando desde hace años, nos merecemos otra cosa", dice en cada entrevista y prepara una oferta electoral con mínima presencia peronista, pero al mismo tiempo tiende puentes con los seguidores de la doctrina de Juan Domingo Perón.

La tarea de limar asperezas con los sindicatos fue encomendada hace un año y medio a los peronistas del PRO Diego Santilli y Jorge Triaca (h) y al subsecretario de Trabajo de la Ciudad, Ezequiel Sabor. También se sumó el periodista Fernando Niembro.

Esto no es nuevo: durante su gestión en la Ciudad mantuvo canales de negociación abiertos con los gremios, como el de los trabajadores municipales porteños conducido por Amadeo Genta y cultivó una relación política con Moyano padre.

El acercamiento a los gremios apunta a la gobernabilidad, lo mismo que el acuerdo con la UCR para tener una base de respaldo parlamentario. Si Rogelio Frigerio es elegido como su compañero de fórmula también tendrá el mismo objetivo: se trata de un economista con linaje desarrollista y diálogo político y no un referente de la ortodoxia económica.

Entre flores y chispas

"En el próximo turno presidencial, la gobernabilidad va a pasar por el sistema de transporte", fue la velada advertencia que le hizo a Macri, Omar Maturano, referente de los maquinistas de trenes, pesadilla de Florencio Randazzo y anfitrión del almuerzo.

Fue uno de los tramos picantes del encuentro en el que los gremialistas pusieron reparos sobre algunos conceptos de su interlocutor y le recordaron sus principales demandas: las deudas con las obras sociales y el impuesto a las ganancias.

En ese contexto, el precandidato presidencial ratificó que los salarios no deben ser alcanzados por ganancias, garantizó la continuidad de las paritarias y se comprometió a revisar la situación de las obras sociales, pero martilló sobre la necesidad de bajar la inflación y de mejorar la "productividad".

Ese término puso los pelos de punta a más de uno y Juan Pablo Brey, de la Asociación Argentina de Aeronavegantes, lo cruzó cuando dijo que Aerolíneas Argentinas debe reducir su déficit.

"¿Qué va a pasar con los 11 mil empleados?", interpeló Brey, sin respuesta. Macri prevé eliminar vuelos internacionales.

"No se crean este relato, estamos fuera de todo, se nos ríen en el mundo y ustedes como movimiento obrero tienen que acompañar el cambio", exhortó Macri en otro tramo y anticipó la convocatoria a un diálogo tripartito entre gobierno, empresarios y sindicalistas.

El alcalde también se llevó algunas flores. Julio Insfrán, de los capitanes de pesca, sorprendió en la reunión al anunciar que lo iba a votar; el colectivero Roberto Fernández dijo luego que lo ve "más peronista que otros peronistas" y Maturano habló de actualizar los precios de los boletos del tren.

Pero ese no fue el espíritu de todos los integrantes de la CATT, quienes también tienen previsto recibir a Sergio Massa y Margarita Stolbizer. A Daniel Scioli no lo cuentan en este tramo de la campaña. Por su lado, el líder del PRO busca reunirse con la Confederación de Sindicatos Industriales, cuyos referentes son Antonio Caló y Ricardo Pignanelli, pero ambos están cerca del gobierno y respaldan abiertamente a Scioli.

© NA

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