Por Gabriel Profiti |
Se vivió como un parto, pero las primeras PASO porteñas no
podían arrojar un mejor resultado para Mauricio Macri, quien logró reafirmar su
liderazgo con el triunfo de Horacio Rodríguez Larreta y sumarle bases sólidas a
su proyecto presidencial.
Por un lado el triunfo de su delfín convalidó la arriesgada
decisión de optar por uno de ellos; por otro, la sumatoria de ambos candidatos
puso al PRO a un paso de continuar en el poder en la Ciudad de Buenos Aires,
aunque sin evitar el balotaje.
Una vez conocidos los resultados, ambos candidatos
cumplieron al pie de la letra con la orden de mostrar unidad pese a que
internamente se sacaron chispas y prácticamente no pueden verse. Se terminó el
suplicio para muchos en el partido amarillo, incluido para el jefe.
¿Cuál será ahora el rol de Michetti a quien Macri había
ofrecido ser su compañera de fórmula? ¿Todos los votos de la senadora irán a
Larreta? Las experiencias dicen que la mayor parte de los votantes no cambia de
frente luego de las primarias, aunque en esta oportunidad alguna porción del
electorado habría escogido a la dama macrista para dañar al líder del PRO.
El segundo lugar que obtuvo ECO también le dejaba sonrisas
al PRO: los líderes nacionales Elisa Carrió y Ernesto Sanz, son sus aliados en
la carrera por el sillón de Rivadavia.
En ese contexto el espaldarazo en la Ciudad se sumó a un más
que aceptable inicio del calendario electoral para Macri: Miguel del Sel fue el
candidato más votado en las primarias de Santa Fe y su aliado radical Alfredo
Cornejo se posicionó en las internas como para destronar al PJ en Mendoza.
En cambio, en Neuquén, otro socio de la UCR Horacio
"Pechi" Quiroga tuvo este domingo un desempeño peor al esperado y
quedó tercero detrás del Movimiento Popular Neuquino y el Frente para la
Victoria, aunque a diferencia de la CABA, el peso de esa provincia en el
electorado nacional es bajo.
Si se nacionalizan los resultados de las provincias que
fueron a las urnas hasta ahora y se toma en cuenta el panorama que pintan las
encuestas el escenario tiende a polarizarse entre el Frente para la Victoria y
el armado Pro-radical.
El FPV quedaba relegado al tercer lugar en la Ciudad, un
distrito que históricamente fue esquivo para el peronismo. Antes de conocer los
resultados oficiales, el oficialismo nacional priorizó dar una imagen de unidad
con todos su candidatos presidenciales, a gobernador bonaerense y a jefe de
Gobierno, en compañía del representante, Mariano Recalde.
Pero la elección estuvo por debajo de sus expectativas, pese
a que Daniel Scioli tiene en la Ciudad números más auspiciosos que los del
presidente de Aerolíneas Argentinas.
De los tres principales candidatos presidenciales el más
perjudicado fue Massa: su opción por Guillermo Nielsen no logró el piso para
llegar a las generales y el premio consuelo que podía haber sido un triunfo de
Michetti, al que apostó solapadamente para debilitar a Macri, tampoco se dio.
PASO a PASO
Por otra parte, el sistema de Primarias se consolida como
una herramienta institucional y democrática que fortalece a los partidos. Fue
saludable ver a los tres frentes más importantes dirimir candidaturas en las
PASO, en las que las influencias de los aparatos se reducen y las posibilidades
de fraude también.
Ya había sido buena la experiencia de UNEN en las
legislativas nacionales de 2013 cuando compitieron cuatro listas en la Ciudad y
le provocaron un dolor de cabeza a la nómina única del PRO.
El único inconveniente es que al desdoblarse todo el
calendario porteño del nacional, los vecinos de la Ciudad tienen muchas
probabilidades de ir seis veces a las urnas en un año: demasiado, por más
democrático que parezca.
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