El juez seguirá
investigando los negocios hoteteleros de la Presidenta
y de su hijo Máximo.
El juez Claudio Bonadío seguirá al frente de la causa Hotesur. |
Nacionales - La
Sala I de la Cámara de Casación confirmó el anticipo de LPO y ratificó al juez federal Claudio Bonadío al frente de la
causa Hotesur, poniéndole así punto final a uno de los episodios de presión
sobre la Justicia más feroces que se recuerden.
Con los votos de los camaristas Gustavo Hornos y Luis María
Cabral, el juez Bonadío seguirá investigando los negocios hoteleros de Cristina
y Máximo Kirchner y las irregulares contrataciones del empresario kirchnerista
Lázaro Báez.
Este tema tenia prioridad uno para la Presidenta y por eso
ordenó que se desplegara una feroz presión sobre los camaristas en las últimas
horas ejercieron sobre ellos Carlos Zannini, Wado De Pedro y Julián Álvarez,
como anticipó el domingo LPO.
El único voto favorable a los intereses de la Casa Rosada
fue, como se esperaba, el de Ana María Figueroa, alineada con Zannini. Figueroa
desea fervorosamente ser la próxima candidata de la Presidenta para la Corte
Suprema, y seduce con su fidelidad.
De esta forma, Casación rechazó el recurso de recusación
planteado por la defensa de Romina Mercado, hija de Alicia Kirchner, sobrina de
Cristina y directora de la firma Hotesur, que es propiedad de la familia
presidencial y tiene a su cargo la administración de los varios hoteles de los
Kirchner.
Como explicó LPO,
el cambio de postura de Hornos fue clave para el futuro de Bonadío. Hasta hace
dos semanas, el camarista estaba inclinado a votar para apartar al juez, pero
días atrás se supo que finalmente lo hará en contra. El voto de Cabral ya era
desde un principio seguro en contra del apartamiento.
Este medio también dio cuenta del papel clave que jugó
Ricardo Lorenzetti. El presidente de la Corte Suprema se reunió con Hornos para
expresarle su interés en que Bonadío se mantenga en la causa Hotesur, como una
forma de ponerle un límite institucional a la embestida de Cristina. Después
del encuentro, el camarista cambió su postura. En el caso de Cabral, se sabía
de antemano que votaría de acuerdo a la posición del titular del máximo
tribunal.
En las últimas horas, Cristina había ordenado un operativo
de urgencia para presionar a los camaristas. Como adelantó LPO, los encargados de ejercer la presión fueron De Pedro y
Álvarez, que se reunieron por separado con Cabral y Figueroa.
El primero de ellos pretendía disimular sus negociaciones
con el Gobierno votando en contra de la destitución, en una maniobra acordada
para apartar a Bonadío por dos votos a uno. Esa idea fracasó cuando Hornos
cambió su postura, temeroso de las consecuencias sociales y mediáticas que
podría sufrir.
Cabral se reunió con Álvarez, con quien tiene una relación
fluida desde hace años. Pese a su buena voluntad, el camarista le explicó al
funcionario que estaba recibiendo fuertes presiones de sus colegas de la
Asociación de Magistrados, Colegios de Abogados y Asociación de Fiscales. Es
por eso que Álvarez se fue sin resultados.
Además de las presiones personales, Cristina también ordenó
atacar a los camaristas por vía judicial. El viernes pasado, apenas conocido
que Hornos cambiaría la inclinación de la votación, Romina Mercado pidió
apartarlo a él y Cabral por haber presuntamente adelantado sus votos a través
de los medios de comunicación.
En realidad, el objetivo de la sobrina de Cristina es ganar
tiempo para lograr que la causa pase a los tribunales de Comodoro Rivadavia,
donde la Presidenta y Lázaro Báez podrían tener mucha más tranquilidad que ante
el feroz Bonadío.
LPO adelantó que Bonadío
está muy jugado en la causa y en Comodoro Py se comenta que en los próximos
meses va a haber muchas novedades. El magistrado ya contaría con elementos
suficientes para llamar a indagatoria a Máximo Kirchner. Es por eso que
Cristina está tan interesada en sacarlo de la cancha.
Informe: LPO
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