CARTA ABIERTA

AL REBO-LÚ-CIONARIO GUILLERMO DURAND CORNEJO

En su avidez ilimitada, irresponsable, perversa e inconsciente de ocupar, sea como sea, el cargo de intendente de la ciudad de Salta, la soberbia de su ignorancia, por efecto de la misma causa, no deja de generalizar imputaciones de corruptelas a los empleados municipales que trabajan y participan en todos los segmentos de sus obligaciones laborales, que desarrollan, en definitiva, esa convivencia comunal incluye también a miles y miles de familia dependientes del empleo estatal.

Seguramente usted no sabe que “al hombre se lo conoce por sus obras, al árbol por sus frutos y al pájaro por su cagada”.

Sería obvio señalar en qué nivel usted tiene plena vigencia e identificación.

Sé también que a usted no le interesa que sea una de las personas de las más de las 15 mil que usted contantemente humilla desde su precandidatura de apariencia doctoral.

Y tengo el derecho de darme por aludido porque a los 71 años solo espero un poco de respeto y jamás puedo aceptar sus calumnias indefinidas que, en realidad, definen claramente a todas las personas, pero por sobre todo, lo definen a usted que le encanta alardear y transferir a los demás su ontológica verdad de un ser que se ufana de mostrar y de decir lo que no es.

Mi recuerdo hace mucho que se ha higienizado de su mugre pedigüeña, embustera y falaz, es por eso que le perdona la vida camaleónica y marquetinera de su existencia política y social.

Bueno, de cultura, ciencia, humanismo, generosidad, lealtad, solidaridad democrática usted no puede hablar porque es el emblema universal del troglodismo y la necedad.

¿Más claro? Bueno, usted es un “CHANTA”.

 Atentamente.

Hugo Roberto Ovalle

D.N.I 8.165.194