El radicalismo decide este sábado cómo afrontar los comicios presidenciales mientras esperan Macri, Massa y el propio kirchnerismo. |
Por Rogelio Núñez
Dos hombres, Mauricio Macri y Sergio Massa, están pendientes
de la decisión de la Unión Cívica Radical (UCR). El “sí quiero” de los
radicales al macrismo o al massismo convertirá al pretendiente elegido en claro
favorito para disputar la segunda vuelta contra el kirchnerismo.
Y lo será porque la UCR aportará a Massa o a Macri algo de
lo que ambos carecen: presencia en el interior del país.
El voto de Massa es fundamentalmente bonaerense (de la
provincia de Buenos Aires) y el de Macri porteño (de la Ciudad de Buenos
Aires).
La UCR, como el kirchnerismo apoyado en el peronismo, posee
una estructura a escala nacional que capta el voto de los sectores medios del
interior justo lo que no tienen ni Massa ni Macri.
Este sábado 14 de marzo se reúne la Convención Nacional de
la UCR en Gualeguaychú, Entre Ríos, y de ahí saldrá la decisión definitiva de
los radicales que puede marcar el desarrollo de los comicios.
Una decisión que, a día de hoy, oscila entre tres
posibilidades:
1-. Los partidarios de
pactar con Macri
Ernesto Sanz, el presidente de la UCR, es quien apoya más
fuertemente esta opción que supondría aunar los votos de la Capital Federal
(que capta el Pro de Macri) con los del interior de la UCR.
“Lo que tiene que pasar es que sea la Convención la que dé
definiciones rotundas, concretas. Nadie tiene que salir con dudas de
Gualeguaychú. Es necesario que los candidatos tengan definiciones, yo voy a
buscar el acuerdo con el PRO y la Coalición Cívica, le pido a Cobos que se
defina. Dijo que no quiere ir con Macri. Bueno, que defina si quiere ir con
Massa o sólo con la lista 3 del radicalismo. Así podemos votar por dos
posturas. Si gana la posición mía, él tendría que dar un paso al costado. No se
puede ser candidato con una estrategia que no querés”, asegura Sanz.
Se especula con que a cambio del apoyo, la UCR pide a Macri
la mitad de los puestos en las listas al legislativo y en el gabinete.
2-. Los partidarios de
pactar con Massa
Al lado de esta opción convive otra que considera que la
mejor alianza de la UCR debe ser con Sergio Massa. Supondría una coalición de
dos viejos rivales, entre el radicalismo y el peronismo (en su versión antikirchneriista).
Los radicales que defienden esta postura, como Gerardo
Morales, apuestan por un gran frente opositor que incluya a la UCR, al massismo
e inlcuso al macrismo.
El jefe del bloque de senadores radicales, Gerardo Morales,
sostiene que “hay que trabajar” para que Mauricio Macri, jefe de Gobierno de la
Ciudad y precandidato a presidente dé el sí para conformar un frente con la
Unión Cívica Radical y el Frente Renovador, de Sergio Massa.
3-. Ir con candidato
propio del radicalismo
El exvicepresidente con Cristina Kirchner, Julio Cobos es
quien más defiende tener una candidatura propia y preservar la unidad del
radicalismo. Aunque también es verdad que cada vez se le ve más partidario de
pactar, como plan B con Massa.
“No se trata de Massa o Macri, él propone un acuerdo con los
que no conocemos cómo piensan. El PRO votó en contra de la estatización de las
AFJP, en contra de la de YPF, no sé qué opina de la educación universitaria.
Que digan qué piensan. Lo mismo Massa. Nos quieren llevar a los empujones sin
saber cuál será el destino final del programa”, ha dicho Cobos.
La postura de Cobos, que en 2007 rompió con la UCR para ir
como aliado del kirchnerismo, es apoyada por otros referentes del radicalismo.
Por ejemplo, Ricardo Alfonsín, diputado nacional por el
radicalismo, quien apoya la posición de Cobos y ha lanzado fuertes críticas a
la opción defendida por Sanz: “Desde luego, acataré lo que decida mi partido,
pero nadie conseguirá convencerme de que a esta situación llegamos de
casualidad; ni que es mejor ser furgón de cola del PRO, que locomotora del
Frente Amplio; o que es mejor ganar con el PRO que con el Frente Amplio”.
De la decisión de la UCR va a salir un posible candidato
reforzado para disputar con el kirchnerismo (¿con Daniel Scioli en segunda
vuelta?) y quién sabe si incluso un futuro presidente.
En palabras del analista Andrés Malamud en El Estadista: “La estrategia que el
radicalismo adopte este fin de semana difícilmente será de supervivencia o de
poder. O mejor dicho, debería ser ambas cosas. El radicalismo no está listo
para gobernar, pero la alternancia democrática exige que no desaparezca. Su
dirigencia aspira a persistir y recobrarse. Sobrevivir ahora para ganar la
próxima”.
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