[Cuando su historia lo condena]
Por Martín Risso Patrón |
«Solamente a los que ganan más se les aplica el
impuesto a las ganancias»
[ministro de Economía de la República, Axel
Kicillof].
Semblanza con nostalgia retro
Enfundado en sus chupines sin bocamangas y tobillo
ajustado y arrugadito, con zapatos puntiagudos al tono, Axel Kicillof
[34], ministro de Economía de la República, ante su sitial exponiendo
argumentos, cuenta cosas.
Su imagen evoca a algún perverso de película,
como aquellos de la Naranja mecánica de A. Burgess, atroz y bellamente puesta
por S. Kubrick para solaz o desesperación de los jóvenes en los 60, o a los de
los 50 con James Dean o Sal Mineo, rebeldes sin causa signo de una época de
juventudes sin destino [o con un destino preciso y feroz]. La majestad
republicana pasa del ministro que cuentacosas escoltado por algunos
teloneros que no se sabe muy bien a quién vigilan, si al expositor, o al
público. Voz de joven treintañero, como suele suceder, los paréntesis de las
patillas no logran enfatizar ningún tipo de madurez en su rostro. Voz de contar
cosas sin importarle nada.
Lo cuenta seriamente
Enfrentando a los sindicatos que en huelga general exigen
la caída del impuesto a las ganancias aplicado a los trabajadores, a fines
de este marzo del 15, el ministro argumenta sencillamente que esa imposición se
aplica solamente “a los que ganan más”, y que son pocos los afectados en
el conjunto.
Eso está comprobado: por arriba de los 15 mil
pesos, todo trabajador, de cualquier área, especialidad o ámbito económico sea,
deben oblar de sus ingresos laborales, el tributo a un Gobierno omnipotente ed
ladro. Lo que no cuenta don Kicillof ministro, es qué se concibe en su
despacho “ganar más”, y con qué vara se miden los méritos para hacerse acreedor
y acreedora de la categoría impositiva de marras. Sólo se sabe que son los que
ganan más de $ 15.000.
Ahora bien; le cuento mi querido paisano, quiénes
ganan más en el laburo común y ordinario [ese que dignifica al ser
humano y enriquece de valor la Cultura, la producción y la vida en sociedad].
Quiénes son los que ganan más
Los laburantes que han pasado más de diez años
trabajando en lo suyo, con suba de salarios cada tanto, y conquistando a puro a
sudor y lágrimas puestos de conducción o de supervisión, o de toma de
decisiones, hasta su jubilación no inventada sino por su propio esfuerzo. Todo
eso legitimado en los contratos de trabajo, en los estatutos, en las
corporaciones sindicales y profesionales, etcétera. Tal el caso de empleados de
grandes empresas, y en particular los empleados del Gobierno, particularmente
los que hacen la mejor tarea social: Educar. Ganan, los docentes, además,
sus puestos por concurso. Son supervisores y supervisoras, directores y
directoras. Con treinta y más años de servicios, superan, hoy, las quince lucas
domésticas que son base para pagar impuestos como si se estuvieran
enriqueciendo. Sin enriquecerse: Vivir normalmente con su sueldo bien logrado.
También ganan más, los que
laburan más en tiempo y en forma: Aquellos que extienden su jornada laboral
hasta el doble diario, y se les pagan las horas extras correspondientes. En
este caso, hoy resulta que les conviene declinar su tesón, su sacrificio para
ganar un poco más, produciendo, seguro, mucho más para el patrón, y quedarse en
pantuflas tomando mate, que trabajar el doble y que el producto de su
sacrificio se lo lleve don Kicillof y su bandita, y tras de ellos, los que ni laburan
ni estudian.
Otros que ganan más, los jubilados.
Cuarenta años poniendo las asentaderas para la Patria, y logrando, con
autoridad moral los cargos definitivos, bien pagados, para que ahora sean
sindicados de auto-enriquecedores por don AK.
Porqué cuenta lo que cuenta, Kicillof
Es que este marxista de bolsillo que ni siquiera
frecuentó La Paz en BA, ni las cálidamente olorosas librerías aledañas en los
60 porque no había nacido, hoy imposta de teórico burócrata y contador de
cuentos. Por si fuera poco, con el chip del relato encima. Hacer
pelear a los del Pueblo, entre ellos, como si fueran perros.
“A vos te doy la guita de los que ganan más,
porque sos un marginado”, dicen, mientras marginan más a los marginados y
chacan más la faltriquera delos que laburan. Marxismo sin revolución,mientras
transan con las multinacionales del pan-capitalismo de la perinola que dice en
sus seis caras toma todo. Y también: “A vos te saco de tu
sueldo para darles a los que margino sin piedad para mantenerlos de clientes,
cautivos y esclavos”.
Así es Doña Clota. Kicillof dice con una soltura
digna del atroz Alex DeLarge luego de cometer sus tropelías, en el texto de
Burgess-Kubrick, que no sabe cuántos pobres hay en el país, y se
queda lo más trucho enfundado en sus chupines y zapatos puntiagudos observado
por el komisariat que lo acompaña, dirigido por el múltiple
Aníbal Fernándezque se la sabe lunga en esto de parlare presto para que no
se entienda niente.
Marxista de folletería. Posmoderno remedo del Robin
Hood medieval, Prince of thieves que le roba a los ricos para
regalar a los pobres. Sólo que aquí se les roba a los laburantes para
enfrentarlos con los clientes suyos de él en esta revolución de chupines sin
corbata. Manyines de la política que tienen el tupé de protagonizar la
información como posibles candidatos a la republicana presidencia argentina,
santo cielo.
Edición
impresa: Semanario “Nueva Propuesta”
Edición digital: www.agensur.info
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