martes, 31 de marzo de 2015

EL DRAMA DEL TRABAJADOR

[Cuando su historia lo condena]

Por Martín Risso Patrón
«Solamente a los que ganan más se les aplica el impuesto a las ganancias» 
[ministro de Economía de la República, Axel Kicillof].

Semblanza con nostalgia retro 

Enfundado en sus chupines sin bocamangas y tobillo ajustado y arrugadito, con zapatos puntiagudos al tono, Axel Kicillof [34], ministro de Economía de la República, ante su sitial exponiendo argumentos, cuenta cosas

Su imagen evoca a algún perverso de película, como aquellos de la Naranja mecánica de A. Burgess, atroz y bellamente puesta por S. Kubrick para solaz o desesperación de los jóvenes en los 60, o a los de los 50 con James Dean o Sal Mineo, rebeldes sin causa signo de una época de juventudes sin destino [o con un destino preciso y feroz]. La majestad republicana pasa del ministro que cuentacosas escoltado por algunos teloneros que no se sabe muy bien a quién vigilan, si al expositor, o al público. Voz de joven treintañero, como suele suceder, los paréntesis de las patillas no logran enfatizar ningún tipo de madurez en su rostro. Voz de contar cosas sin importarle nada.

Lo cuenta seriamente

Enfrentando a los sindicatos que en huelga general exigen la caída del impuesto a las ganancias aplicado a los trabajadores, a fines de este marzo del 15, el ministro argumenta sencillamente que esa imposición se aplica solamente “a los que ganan más”, y que son pocos los afectados en el conjunto.

Eso está comprobado: por arriba de los 15 mil pesos, todo trabajador, de cualquier área, especialidad o ámbito económico sea, deben oblar de sus ingresos laborales, el tributo a un Gobierno omnipotente ed ladro. Lo que no cuenta don Kicillof ministro, es qué se concibe en su despacho “ganar más”, y con qué vara se miden los méritos para hacerse acreedor y acreedora de la categoría impositiva de marras. Sólo se sabe que son los que ganan más de $ 15.000.

Ahora bien; le cuento mi querido paisano, quiénes ganan más en el laburo común y ordinario [ese que dignifica al ser humano y enriquece de valor la Cultura, la producción y la vida en sociedad].

Quiénes son los que ganan más

Los laburantes que han pasado más de diez años trabajando en lo suyo, con suba de salarios cada tanto, y conquistando a puro a sudor y lágrimas puestos de conducción o de supervisión, o de toma de decisiones, hasta su jubilación no inventada sino por su propio esfuerzo. Todo eso legitimado en los contratos de trabajo, en los estatutos, en las corporaciones sindicales y profesionales, etcétera. Tal el caso de empleados de grandes empresas, y en particular los empleados del Gobierno, particularmente los que hacen la mejor tarea social: Educar. Ganan, los docentes, además, sus puestos por concurso. Son supervisores y supervisoras, directores y directoras. Con treinta y más años de servicios, superan, hoy, las quince lucas domésticas que son base para pagar impuestos como si se estuvieran enriqueciendo. Sin enriquecerse: Vivir normalmente con su sueldo bien logrado.

También ganan máslos que laburan más en tiempo y en forma: Aquellos que extienden su jornada laboral hasta el doble diario, y se les pagan las horas extras correspondientes. En este caso, hoy resulta que les conviene declinar su tesón, su sacrificio para ganar un poco más, produciendo, seguro, mucho más para el patrón, y quedarse en pantuflas tomando mate, que trabajar el doble y que el producto de su sacrificio se lo lleve don Kicillof y su bandita, y tras de ellos, los que ni laburan ni estudian.

Otros que ganan más, los jubilados. Cuarenta años poniendo las asentaderas para la Patria, y logrando, con autoridad moral los cargos definitivos, bien pagados, para que ahora sean sindicados de auto-enriquecedores por don AK.

Porqué cuenta lo que cuenta, Kicillof

Es que este marxista de bolsillo que ni siquiera frecuentó La Paz en BA, ni las cálidamente olorosas librerías aledañas en los 60 porque no había nacido, hoy imposta de teórico burócrata y contador de cuentos. Por si fuera poco, con el chip del relato encima. Hacer pelear a los del Pueblo, entre ellos, como si fueran perros.

A vos te doy la guita de los que ganan más, porque sos un marginado”, dicen, mientras marginan más a los marginados y chacan más la faltriquera delos que laburan. Marxismo sin revolución,mientras transan con las multinacionales del pan-capitalismo de la perinola que dice en sus seis caras toma todo. Y también: “A vos te saco de tu sueldo para darles a los que margino sin piedad para mantenerlos de clientes, cautivos y esclavos”.

Así es Doña Clota. Kicillof dice con una soltura digna del atroz Alex DeLarge luego de cometer sus tropelías, en el texto de Burgess-Kubrick, que no sabe cuántos pobres hay en el país, y se queda lo más trucho enfundado en sus chupines y zapatos puntiagudos observado por el komisariat que lo acompaña, dirigido por el múltiple Aníbal Fernándezque se la sabe lunga en esto de parlare presto para que no se entienda niente.

Marxista de folletería. Posmoderno remedo del Robin Hood medieval, Prince of thieves que le roba a los ricos para regalar a los pobres. Sólo que aquí se les roba a los laburantes para enfrentarlos con los clientes suyos de él en esta revolución de chupines sin corbata. Manyines de la política que tienen el tupé de protagonizar la información como posibles candidatos a la republicana presidencia argentina, santo cielo.

Edición impresa: Semanario “Nueva Propuesta”

Edición digital: www.agensur.info

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