Es el magistrado que
investiga los negocios hoteleros de la familia presidencial.
El juez Claudio Bonadío recibió un mensaje amenazándolo de muerte. El magistrado instruye la causa Hotesur. |
Nacionales - El
juez federal Claudio Bonadío fue amenazado de muerte. El mensaje fue recibido
el jueves por su secretaria privada, según informaron fuentes judiciales a Infobae.
Un día después el magistrado
que entiende en causas sensibles para el Gobierno realizó una denuncia penal,
que recayó en el juzgado de Norberto Oyarbide.
Antes de la feria judicial, Bonadío se había transformado en
uno de los principales enemigos del Gobierno. Sucede que el magistrado instruye
la causa Hotesur, donde se investigan los negocios hoteleros de la familia
presidencial.
La compañía de Cristina Kirchner fue denunciada por la
diputada nacional Margarita Stolbizer por irregularidades societarias y
fiscales. A mediados de noviembre, Bonadío ordenó un allanamiento en las
oficinas de la empresa. A partir de allí, su apellido se convirtió en uno de
los blancos preferidos de los voceros del oficialismo. Tal fue el grado de la
embestida, que la mayoría kirchnerista logró que el Consejo de la Magistratura
sancionara a Bonadío y le descontara el 30% de su salario por una denuncia
añeja.
Días después, la avanzada del Gobierno contra el juez
federal se trasladó a Tribunales. Romina Mercado, presidente de Hotesur, pidió
su recusación. El planteo fue rechazado en primera instancia y se espera una
definición de la Cámara federal para los próximos días.
No son pocos los operadores judiciales que creen que Bonadío
podría ser desplazado de la investigación. Hay un antecedente que le da fuerza
a esta hipótesis. La Sala I de la Cámara cuestionó la actitud de Bonadío luego
de que el abogado de Mercado, Carlos Beraldi, denunciara que le restringieron
el acceso a los papeles de la causa.
Los jueces que integran esa sala son Eduardo Freiler,
Eduardo Farah y Jorge Luis Ballestero. Mañana serán protagonistas de una
audiencia en la que el abogado que defiende los intereses de la familia
Kirchner expondrá sus argumentos para desplazar a Bonadío de la investigación.
Estos camaristas han dado muestras de sintonía fina judicial
con el kirchnerismo. Farah y Freiler fueron quienes desecharon las grabaciones
del caso Skanska, donde un ejecutivo admitió haber pagado coimas y haber
"consolidado" valijas que le llevaban "al pingüino de acá
cerca". Finalmente esas incriminaciones no pudieron ser utilizadas en el
expediente.
Son, además, los mismos magistrados que pusieron al borde de
la nulidad los mails hallados en las computadoras del testaferro Ricardo Jaime.
En esos correos aparecía evidencia clara de casos de corrupción que
involucraban a funcionarios y empresarios.
Los tres camaristas respaldaron a Oyarbide en otra causa en
la que el kirchnerismo se interesó particularmente: las escuchas telefónicas
ilegales por las que había sido procesado Mauricio Macri. Y en las próximas
semanas serán noticia no sólo por su intervención en el caso Hotesur: la suerte
de Amado Boudou en el caso Ciccone depende de sus firmas.
Informe: Infobae
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