Por Ana Gerschenson |
Sorry. What? Why? Radio "Buitre". "La
Cámpola", "aloz"y "petlóleo". Ya no hay límites en la
construcción del estilo informal de Cristina Kirchner en las redes sociales y
las limitaciones institucionales que impone su discurso como jefa de Estado.
Esta semana, CFK logró que su gira por China tuviera una
impresionante repercusión internacional. No por sus logros, sino por sus
"burlas" al país con el que fue a firmar acuerdos bilaterales.
Financial Times, Bloomberg, BBC y Washington Post fueron algunos de los
medios internacionales que comentaron su inoportuna humorada al preguntarse en
Twitter con ironía si los mil asistentes a un encuentro en China eran de
"La Campola" o si habían ido por "aloz"o
"petlóleo".
La frase pretendió ser una chicana interna más para los
críticos a su gestión, pero la Presidente se olvidó que cuando habla lo hace
como jefa de la diplomacia argentina. Además, la chanza fue poco feliz, porque
el fiscal muerto Alberto Nisman, la acusó en la denuncia póstuma que presentó a
la Justicia precisamente de haber negociado la impunidad de los iraníes a
cambio de un acuerdo de "granos por petróleo".
La Presidente instaló un estilo propio desde su aparición en
las redes. Fresco, descontracturado, al límite, dirigido a sus votantes más
jóvenes, pero en momentos de zozobra institucional, se sobregira. No mide.
Sucedió el 19 de enero, a días de la muerte del fiscal
Nisman, uno de los hechos más graves desde el regreso de la democracia. CFK
eligió primero su blog personal para elaborar teorías sobre lo que sucedió en
la torre Le Parc. "¿Qué fue lo que llevo a una persona a tomar la terrible
decisión de quitarse la vida?", escribió la jefa de Estado en medio de un
extenso ensayo en el que vinculó la denuncia de Nisman en su contra con la
marcha contra el terrorismo de Francia, luego de la matanza de Charlie Hebdo. Días más tarde, negó que
hubiera afirmado alguna vez que Nisman se había suicidado.
Cristina sabe relajar su discurso cuando twittea fotos del
techo del anfiteatro de "la Asamblea del Pueblo" chino. Pero también
se nota cada vez más, que necesita mostrarle a quienes considera opositores que
están equivocados. Es su obsesión.
Y cuando el enojo twittero se apodera de la Presidente,
generalmente no hay límites. Llama "radio buitre" a radio Mitre. Publica información privilegiada
para defenderse, como cuando reveló datos de una empresa del hermano del juez
Claudio Bonadío, el mismo que osó allanar Hotesur, una de las empresas
presidenciales investigada por supuestas irregularidades.
En psicología se sostiene que hay personas con poder, que en
determinado momento pueden ser absorbidas por su rol, "como si terminara
la película y el actor se siguiera creyendo Superman. Y siguiera por la vida
convencido de que tiene esos poderes y que es dueño de algo que nadie más
posee".
A la Presidenta, ¿se la comió el personaje?
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