Cuidado con hacer interpretaciones del resbalón K. Un 2015 sin suspenso.
Por Beatriz Sarlo |
Para evitarme complicaciones, un amigo me sugiere: “Que no se te
ocurra, por favor, escribir sobre la pata renga. Nada sobre que el tobillo
quebrado es justamente el izquierdo. Nada sobre que resbaló y se fue
al suelo. Por favor te lo pido, que no se te ocurra hacer psicoanálisis
político, ni contar todas las indisposiciones del año que termina. Que no se te
ocurra, sobre todo, mencionar nada que vincule la quebradura de tobillo
izquierdo con un acto fallido; fue simplemente un ‘líquido deslizante’.
Ojo,
que vos de eso no sabés nada. Y aunque supieras, mejor callate la boca, que con el síndrome
de no sé cuánto ya tenemos suficiente simbolismo. Vos seguí en
lo tuyo, que es más o menos nada, como dice la gente que sabe de política”.
Mi amigo tiene razón: jamás hay que sucumbir a los temas fáciles. Los
lectores sagaces ya los pensaron sin ayuda de ningún diario. Y quienes no los
pensaron opinan que son todas pavadas psicoanalítico-semióticas, fuera de moda
en la era del cerebro, las sinapsis, la crisis de las terapias verbales y la
consiguiente fortuna de los laboratorios que fabrican pastillas y las venden a
troche y moche. Los únicos en condiciones de competir con las pastillas, hasta
el momento, han sido los asesores políticos.
O sea que 2015 no es el Año de la Pata Renga. La Presidenta,
más fuerte que nunca,no va a Roma
con Bachelet a visitar al Papa, porque estuvo allí hace pocas
semanas y,con su proverbial generosidad, quiere regalarle a Bachelet la
oportunidad de conversar a solas con Francisco. De paso, el Papa podrá
convencer a Bachelet de que abandone su proyecto de legalización del aborto,
algo que no necesitó hacer con su nueva amiga argentina, que siempre estuvo en
contra del aborto legal.
Parece que la Presidenta tampoco
quiere que la vean en silla de ruedas (sólo un pobre tipo como Franklin
D. Roosevelt andaba por el mundo dando lástima porque no ocultaba que era
paralítico). En realidad, esto privaría al país de las cadenitas
nacionales, que devienen virales en Youtube, salvo que Javier Grosman, el
puestista en escena de Tecnópolis y el Bicentenario, tenga alguna idea.
Sugerencia de cine clásico norteamericano: en Algo para recordar,
Deborah Kerr permanece durante toda una escena armoniosa y elegantemente
recostada en un sillón para que Cary Grant no se dé cuenta de que está inmovilizada.
A cinéfilos como nuestra presidenta les encanta la peli. También se puede
buscar inspiración en la cinematografía china y regalarle a la Presidenta un
palanquín, diseño tipo retro-pop avioncito Pulqui.
Resbalones. Este es el año en que un resbalón no es caída (frase atribuida,
según Google, a Abraham Lincoln, frase, por otra parte que evoca el proverbio
criollo: cuando un gaucho anda de malas, pisa m… y se resbala). Y, aunque la Presidenta
se haya caído, esa caída no tiene nada de simbólico, como
insiste mi amigo con ánimo cientificista y positivista. Simplemente se resbaló.
Como puede que se resbale si sigue paseando del brazo con el general Milani.
El 2015 no será el año en que los negocios, que la Presidenta heredó de
su marido, la comprometan. Si llegaran a comprometerla, habría que concluir que
Néstor no era un táctico infalible, sino un hombre desprolijo con sus asuntos.
Si ésta fuera la conclusión, que Néstor no se ocupaba mucho porque de esas
cosas se hacía cargo Lázaro, lo que habría que reconocerle es que vivió para
gobernar y nunca usó su inteligencia ni su audacia para enriquecerse. Habrá
que reconocerle que se concentró en el bien de la patria y no en matufias que
acrecentaban sus bienes personales. Por otra parte, ¿no hay jefa de
fiscales en este país? ¿Para qué la oposición, excepto Carrió, votó el acuerdo
de Gils Carbó? Confiemos en las instituciones.
Desmemoria. El 2015 será el año en que ya nadie se acordará de Boudou, porque será carne
vieja en la parrilla periodística. Si lo procesan, que lo procesen. Total, como
acaba de declarar Aníbal Fernández, en su rentrée a la Casa de Gobierno, que
Boudou siga presidiendo el Senado no está violando ningún artículo de la Constitución.
Y mucho menos viola la Constitución que represente a la Argentina en reuniones
internacionales, donde nos conocen bien. ¿Insaurralde? pregunta gente que se
quedó en 2012 y no sabe que el programa de Tinelli es como las aguas del Jordán
y Tinelli es San Juan Bautista. La Presidenta no se equivocó al elegirlo:
simplemente siguió su línea de gobernar a golpes de decisión tal como en su
momento aprendió con Ernesto Laclau.
El 2015 no trae ningún suspenso. El vice de Scioli será el que la
Presidenta diga. Total, Kirchner lo puso a Cobos y ella se obsequió a sí misma
el presente griego de Boudou. El suspenso viene después. Agárrense y disfruten.
La Presidenta tiene una voluntad de hierro y dejó de fumar hace años. Por eso
se la ve tan linda, una joya entre sus joyas.
© Perfil
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