Por Ana Gerschenson |
El fiscal que acusó a la Presidente Cristina
Kirchner de encubrir la culpabilidad de Irán en el atentado a la AMIA fue
hallado muerto. El titular se repitió ayer y hoy en los principales diarios y
cadenas informativas del mundo. La Argentina volvió a ser
noticia. Falta de garantías constitucionales, sospechas
mafiosas, una guerra en los servicios de inteligencia, violencia política y
miedo fueron palabras que cruzaron en las últimas horas los artículos que
reportaron el fallecimiento del fiscal que llevaba adelante la Unidad Especial
de Investigación del peor atentado terrorista de la historia argentina.
"Dudas en un aparente suicidio del fiscal que
acusó a Cristina Kirchner", se leyó en el Japan Times. La información es
de tal gravedad que también ocupa un espacio en la tapa del periódico
financiero inglés Financial Times, al igual que en The Telegraph, el italiano
Il Messagero y las señales BBC y CNN, entre tantas otras. Y es que el hecho
sucede en un contexto internacional sensible por los atentados extremistas en
Francia. En el diario brasileño O Globo se describe "la diplomacia paralela argentina"que había
sido denunciada por Nisman, "una muerte que
causa conmoción política en la Argentina".
El editorial del diario español El País del día de
hoy comienza: "Decía el ex presidente argentino Carlos Menem que
nadie muere la víspera. Eso es exactamente lo que le ha
sucedido al fiscal Alberto Nisman, encontrado sin vida en su domicilio, con un
tiro en la sien, horas antes de una prevista comparecencia ante el Congreso
para explicar las graves acusaciones que hizo la semana pasada contra la
presidenta Cristina Fernández".
La muerte inexplicable del fiscal muestra al mundo
a una Argentina violenta, poco confiable, y con un bajo nivel de
institucionalidad. Pero además, ubica a la Presidente en un rol por lo menos
dudoso, en la lucha internacional contra los ataques extremistas.
La seguidilla de movimientos poco claros se cuentan
en los artículos de los diarios de otros continentes. Y es que a la marcha de
jefes de Estado que se realizó en París en apoyo a la libertad de expresión,
luego del ataque a la revista Charlie Hebdo, el canciller Héctor Timerman dijo
que concurrió como ciudadano. No fue autorizado por la Presidente a hacerlo en
calidad de ministro del gobierno argentino.
La acusación de Nisman, acompañada de 300 fojas y
otras pruebas que fueron presentadas ante un juzgado federal la semana pasada,
también había tenido gran repercusión en la prensa internacional.
La tremenda acusación contra Cristina, de negociar
impunidad por petróleo con el gobierno iraní, realizada nada menos que por un
fiscal que su esposo, el ex presidente Néstor Kirchner había designado, ya
había recorrido el redil noticioso la semana pasada.
La muerte del fiscal federal, días después de hacer
pública la denuncia contra la Presidente y a horas de precisar los detalles y
revelar, según prometía, nuevas pruebas contra Cristina y su canciller, es hoy
la foto de la Argentina, su imagen. Y sucede, en el último año de su mandato
constitucional.
The Times de Israel, en un artículo firmado por el
columnista David Horovitz, que conoció al fiscal, publicó una nota que termina
con una pregunta indispensable. Nisman quería Justicia por la AMIA. ¿Ahora quién va a hacer Justicia por Alberto Nisman?
© El Cronista
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