miércoles, 14 de enero de 2015

DENUNCIAN A CRISTINA POR LA CAUSA AMIA

El fiscal de la causa la acusa por una presunta 
maniobra “criminal”. 
También fue denunciado el canciller Héctor Timerman.

Judiciales - Cristina Kirchner no tiene descanso en la Justicia. El fiscal del caso AMIA, Alberto Nisman, acaba de denunciarla por una presunta maniobra "criminal" para intentar garantizar la "impunidad" de los iraníes acusados de perpetrar el atentado, mediante el pacto que la Presidenta firmó en 2013 con Teherán.

La denuncia del fiscal Nisman -en otros tiempos cercano a los Kirchner- es durísima e incluye un pedido para que Cristina sea llamada a declaración indagatoria y un pedido de embargo de 200 millones de pesos.

Además de la jefa de Estado, entre los denunciados como autores y cómplices del delito de encubrimiento agravado figuran el canciller Héctor Timerman, el diputado y líder de La Cámpora Andrés Larroque, y los dirigentes Luis D'Elía y Fernando Esteche. También se los acusa de los delitos de estorbo del acto funcional e incumplimiento de los deberes de funcionario público.

Según reveló el portal Infobae, el fiscal acusa a Cristina de "decidir, negociar y organizar la impunidad de los prófugos iraníes en la causa AMIA con el propósito de fabricar la inocencia de Irán" en la investigación del atentado de 1994.

La denuncia de Nisman quedó radicada en el juzgado de Ariel Lijo, el magistrado que procesó a Amado Boudou en el caso Ciccone y que integra un grupo de jueces que está decidido a ir a fondo. Como explicó LPO, Lijo es el cerebro de esa logia judicial y además juega a varias puntas con pesos pesado del Gobierno. Además, es la bisagra con otros jueces más cercanos a la Casa Rosada.

Según sostiene Nisman en su presentación, el Gobierno ideó un "sofisticado plan delictivo" destinado a proteger a Irán y desvincular definitivamente a los sospechosos que tienen pedido de captura internacional. El fiscal cree que la "maniobra" comenzó con la firma del Memorando de Entendimiento con Teherán.

Según el funcionario judicial, las razones para la firma del Pacto y el intento de "impunidad" de los iraníes fueron estrictamente económicas: Cristina necesitaba "acercarse geopolíticamente a Irán" con el objetivo de restablecer relaciones comerciales "para aliviar la severa crisis energética argentina, mediante un intercambio de 'petróleo por granos'".

"Este acercamiento, que en sí mismo nada tiene de ilegal y está fuera de cuestionamiento, fue considerado inviable mientras subsistiera la acusación efectuada por la justicia argentina en la causa AMIA contra los ex jerarcas del régimen iraní. Entonces, para despejar el obstáculo, y he aquí lo delictivo, la Sra. Presidente ordenó desviar la investigación, abandonó años de un legítimo reclamo de justicia y buscó librar de toda sospecha a los imputados iraníes, contradiciendo su probada vinculación con el atentado. Decidió fabricar 'la inocencia de Irán'", agregó Nisman en otro tramo de la denuncia de 300 páginas, revelado por Clarín.

Nisman aportó pruebas que podrían ser claves para la investigación. Entre esas pruebas hay charlas telefónicas entre los protagonistas del entramado. Según el fiscal, "el gobierno puso en marcha un canal de comunicación paralelo entre Argentina e Irán a fin de transmitir e instrumentar las ordenes emitidas por la Presidente y, de ese modo, alcanzar los objetivos ilícitos".

"Este canal clandestino, que operó como una diplomacia paralela, estuvo integrado por funcionarios, ex funcionarios y otros sujetos, que ninguna vinculación guardaban con la función diplomática, pero que estaban estrechamente ligados al centro del poder de donde emanan las decisiones más trascendentales de la política argentina", afirma Nisman.

"La calidad delictiva del encubrimiento necesitó contar con estos canales paralelos, no oficiales, como vías concretas, eficientes y confiables para avanzar con la impunidad de los acusados iraníes. La actividad de estos canales configuró, sin más, una diplomacia paralela de facto, que desde las sombras permitió llevar adelante el plan criminal, por expresas directivas y órdenes de la Sra. Presidente", continúa.

Nisman sostiene que "el gobierno instaló y se valió de una diplomacia para-estatal, integrada –cuanto menos- por personal de la Secretaría de Inteligencia, por el Diputado Nacional Andrés Larroque, por los dirigentes Luis D’Elía y Fernando Esteche y por el referente comunitario y nexo local del régimen iraní, Jorge “Yussuf” Khalil".

Las instrucciones partían de Cristina Kirchner, pasaban por el "Cuervo" Larroque y personal de la Side, y llegaban a D'Elía y Esteche, señalados por tener vínculos con funcionarios iraníes. El contacto con Irán sería el representante Jorge Alejandro "Yussuf" Khalil, que trasmitía los mensajes a las autoridades persas.

Luego, la denuncia describe un hecho muy grave con uno de los acusados del atentado a la AMIA. "Cada paso del plan, cada mensaje presidencial y cada avance, fue consultado y comunicado detallada y minuciosamente al prófugo Moshen Rabbani, ex Agregado Cultural de la Embajada de Irán en Argentina para la época del atentado y cuyo poder decisorio, tanto en la comunidad iraní local como dentro del régimen, se ha mantenido incólumne hasta la fecha", afirma el texto.

"Es decir, más allá de los intermediarios puestos por ambos estados, los encargados que idearon y llevaron adelante este plan criminal, terminaron acordando sus ilícitos objetivos no solo con el estado que protege al terrorismo sino con el principal acusado terrorista, Moshen Rabbani", completa.

Informe: LPO

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