Nacionales – La que sigue es la carta completa que la
presidenta Cristina Kirchner publicó en las últimas horas en su sitio de
Facebook, en relación con la muerte del fiscal Alberto Nisman. En la nota autorreferencial,
la Presidenta abre varios interrogantes pero en todos, intentando instalar el
hecho de que Nisman haya sido “obligado” a regresar al país el 12 de enero para
denunciar a la jefa de Estado y a su canciller. La carta completa, es la siguiente:
AMIA. Otra vez:
tragedia, confusión, mentira e interrogantes
La muerte de una persona, siempre causa dolor y pérdida
entre sus seres queridos, y consternación en el resto. El suicidio provoca,
además, en todos los casos, primero: estupor, y después: interrogantes. ¿Qué
fue lo que llevo a una persona a tomar la terrible decisión de quitarse la
vida?
En el caso del ¿suicidio? del fiscal a cargo de la causa
AMIA, Alberto Nisman, no sólo hay estupor e interrogantes, sino que además una
historia demasiado larga, demasiado pesada, demasiado dura, y por sobre todas
las cosas, muy sórdida. La tragedia del atentado terrorista más grande que se
produjo en la Argentina.
En lo personal me retrotrae a épocas pasadas y también
duras: el 18 de julio de 1994 era Diputada Provincial en Santa Cruz y Convencional
Nacional Constituyente en Santa Fe por mi provincia. Florencia, mi hija, recién
había cumplido 4 años y Máximo estaba finalizando la secundaria. Viajaba todas
las semanas a Santa Fe, y aquel lunes18, el horror modificó todas nuestras
rutinas.
Tampoco puedo olvidar que dos días después del atentado, me
entero en Santa Fe que el 20 de julio, y con motivo del atentado, se había
creado la Secretaría de Seguridad y nombrado al frente de la misma al Brigadier
Andrés Antonietti.
Confieso que al enterarme de esa designación, un frío me
corrió por la espalda. Aún recordaba nítidamente a esa persona. En 1980,
durante el mes de noviembre en Río Gallegos, colocaron en nuestro estudio
jurídico un artefacto explosivo de relojería y, además, rompieron todos los
caños de gas de los calefactores dejando fluir el mismo y convirtiendo a
nuestro estudio en una gigantesca bomba, que de haber detonado hubiera causado
un verdadero desastre. Sólo un milagro permitió que eso no sucediera.
El Sr. Antonietti, en esos momentos, creo que era vice
comodoro y segundo jefe de la Fuerza Aérea que gobernaba la Provincia de Santa
Cruz. Habíamos mantenido un breve intercambio telefónico que terminó cuando le
corté el teléfono. En ese momento nuestro estudio llevaba juicios contra
contratistas de obra pública de dicha fuerza y concesionarios de servicios de
la Agrupación Aérea. Me veo todavía, después de tanto tiempo, prestando
declaración ante el Oficial Instructor de la Policía y recolectando firmas de
repudio para una solicitada por el atentado.
Y recuerdo también, una memorable entrevista con el entonces
Jefe de Policía, un Tte. Coronel de apellido Claro, ya que era el Ejercito el
que manejaba la seguridad y la inteligencia. Con él mantuve una conversación tensa,
por mis declaraciones, que involucraban a un Oficial de otra fuerza y nuestra
decisión de publicar una solicitada. Si, aunque parezca mentira, no se aceptaba
ni siquiera la publicación de solicitadas denunciando atentados.
Lejos estaba de pensar en esa oportunidad (año 1980), que la
explosión en la AMIA me devolvería al Brigadier Antonietti, 14 años después,
con el cargo de Secretario de Seguridad de los Argentinos. Y más aún lejos
estaba de imaginar que en 1996 iba a formar parte, como Senadora Nacional y luego
como Diputada, de la Comisión Bicameral de Seguimiento de los atentados de la
Embajada y AMIA.
Mi participación, que se extendió hasta la finalización de
la Comisión en el 2001, estuvo signada siempre por honrar la memoria, encontrar
la verdad y que se haga justicia. Los primeros tiempos nos fuimos
interiorizando de los hechos, de las circunstancias, de la tragedia. El
testimonio de los familiares, de testigos, etc… Luego comenzaron a desfilar por
la Comisión todo tipo de personajes, hipótesis, teorías, al mismo tiempo que
cada vez más crecían las contradicciones, las falencias, los ¨errores¨. Más
tarde, y en plena campaña política presidencial: el plantar pruebas, la
desaparición de otras. En fin, la confusión, la tergiversación, el ocultamiento
o la ¨aparición¨ de ¨pruebas¨, como método permanente.
Cada vez más en lugar de aclarar, todo se oscurecía. Se
complicaba y crecía la sensación, al menos en mí, de estar en un teatro de
operaciones de la política nacional e internacional, en el que a pocos le
importaban las víctimas y mucho menos la verdad. Tal cual lo declaré más tarde
como testigo en el Juicio Oral.
La tensión crecía y las discusiones también, y mi percepción
de estar frente a la ¨fabricación de un Juicio¨ fue creciendo hasta
transformarse en convicción. Ocurre entonces un hecho determinante como fue la
memorable reunión donde declaró el Dr. Claudio Lifschitz, quien fuera
Secretario del Juez Juan José Galeano y diera cuenta delas graves
irregularidades cometidas por el Juez y varios de sus funcionarios.
En esa declaración, que duró horas, fue como si de repente
todas las piezas de un rompe cabezas que no podía armar se unieran para llegar
a una sola conclusión: estábamos ante el fraude material y procesal más
importante del que se tenga memoria. Tan importante fue esa declaración, que a
raíz de la misma se inicia una segunda causa por encubrimiento contra los
funcionarios que se desempeñaban en la época del atentado.
Podría contar numerosos hechos y discusiones, pero todo se
condensa en el 3er informe de la comisión, que firmé en soledad y con
disidencia total, afirmando: que ya no tenía dudas. Que nada de lo hecho y
actuado por el Juez Galeano pasaría por la prueba del Juicio Oral y Público. Ya
se sabe, los papeles aguantan cualquier cosa. Las pruebas son otra cosa.
Desgraciadamente no me equivoqué. En el año 2004 el Tribunal
Oral Federal nro. 3 demolió, literalmente, el expediente de Galeano y todo
volvió a fojas cero, en la causa principal.
Sin embargo, en el año 2000, se inicia formalmente la causa
de encubrimiento a raíz de las declaraciones públicas del Dr. Lifschitz. La
causa estuvo paralizada durante años y el Juez a cargo Claudio Bonadío fue
apartado de la misma, recayendo la misma en el juzgado del Dr. Lijo. Hoy,
después de casi ¡15 años! de iniciada la causa de encubrimiento y 12
excusaciones de magistrados, se presume que ¨posiblemente¨(el encomillado no es
casual) se inicie el juicio oral y público en el mes deJunio de éste año.
Los imputados son:
1) Juan José
Galeano (ex juez): por los delitos de peculado - malversación de caudales
públicos, coacción, falsedad ideológica de documento público, privación abusiva
de la libertad, encubrimiento, violación de medios de prueba y prevaricato.
2) Hugo Alfredo
Anzorreguy (ex Secretario de Inteligencia): por los delitos de peculado,
encubrimiento, abuso de autoridad y falsedad ideológica de documento público.
3) Eamon Gabriel
Müllen y José Carlos Barbaccia (exfiscales): por los delitos de privación
abusiva de la libertad agravada, peculado y coacción.
4) Carlos Alberto
Telleldín (reducidor de autos), Víctor Stinfale (abogado), Ana María Boragni
(pareja de Telleldín), Rubén Ezra Beraja (ex Presidente de la DAIA), Patricio
Finnen (ex agente de la SIDE): Por el delito de peculado.
5) Carlos Saúl
Menem: por los delitos de encubrimiento, falsedad ideológica, violación de
medios de prueba y abuso de autoridad.
6) José Alberto
¨el fino¨ Palacios (ex PFA): por los delitos de encubrimiento, abuso de
autoridad y violación de medios de prueba.
7) Juan Carlos
Anchézar (ex Subsecretario de Inteligencia): por los delitos de encubrimiento,
abuso de autoridad y falsedad ideológica.
8) Carlos Antonio
Castañeda (ex PFA): por los delitos de encubrimiento, abuso de autoridad,
violación de medios de prueba y falsedad ideológica.
Resta indagar a un grupo de Secretarios de Galeano y al Dr.
Carlos Corach quien fuera sobreseído por el Juez Lijo, pero revocada dicha
sentencia por la Cámara de alzada.
Curiosa y sugestivamente, cuando está a punto de iniciarse
el juicio oral y público por encubrimiento, largamente demandado por la
sociedad en general y los familiares en especial, surge el intento de convertir
al Gobierno que más ha hecho por el esclarecimiento del atentado, no sólo en
apertura de archivos, relevo del impedimento para declarar por parte de agentes
de inteligencia, asignación de recursos humanos y económicos como nunca antes
había contado la investigación. Reclamos, presentaciones y actuaciones en el
orden internacional y ante la ONU sin precedentes, que ningún otro Presidente
había hecho. Repito, curiosa y sugestivamente se intenta convertir, 21 años más
tarde, en encubridores por tratar de que se le pueda tomar declaración a los
imputados iraníes mediante un Tratado Internacional aprobado por Ley del
Congreso.
Me parece que es demasiado. No se puede violar la ley con la
aprobación del Congreso. No se puede violar la ley cuando lo que se quiere es
que declaren los imputados, sobre todo
porque es la única manera de que la causa salga del estancamiento y
retroceso de casi 21 años. O acaso no se recuerda cuando en cumplimiento de las
alertas rojas logradas durante nuestro Gobierno contra los iraníes acusados fue
detenido por Interpol en Londres, el ex Embajador iraní ante Argentina Heidi
Solimanpur, y la justicia inglesa lo liberó por falta de pruebas debiendo pagar
la Argentina USD 25.000 de indemnización.
Podría mencionar las recientes declaraciones del ex Director
General de la Interpol que intervino en toda la etapa de las alertas rojas u
órdenes de detención o del Departamento Legal que opinó sobre el Memorándum,
diciendo que era conveniente para el esclarecimiento del atentado.
Pero creo que lo más importante es advertir que se intenta
hacer con el Juicio de encubrimiento lo que se hizo con el juicio principal 21
años atrás: desviar, mentir, tapar, confundir. Si en aquel juicio
¨desaparecían¨ los cassettes que probarían que la SIDE estaba al tanto de que
se estaba preparando un atentado, ahora ¨aparecen¨ cassettes de personajes
públicamente simpatizantes de Irán a los que ni siquiera es necesario
intervenir un teléfono para saber lo que hacen o lo que piensan. Basta con
encender la radio y escucharlos, o mirar televisión y leer los diarios.
Y aquí es donde comienzan los interrogantes:
¿Quién fue el que ordenó volver al país al Fiscal Nisman el
día 12 de Enero, dejando inclusive a su pequeña hija sola en el aeropuerto de
Barajas, interrumpiendo vacaciones familiares y licencia en el trabajo que
habían comenzado el 1ro de Enero y debían finalizar más allá del 20?
¿Quién puede creer que alguien que tenía tan grave denuncia
institucional contra la Presidenta, su Canciller, que profesa la Fe Judía y es
Judío, o contra el Secretario General de una organización juvenil que cuando
ocurrió el atentado estaba en 5to año del secundario, se fue de vacaciones y de
repente las interrumpe y en plena feria judicial, sin avisarle al Juez de la
causa presenta una denuncia de 350 fojas que evidentemente debía tener
preparadas con anterioridad?
¿O será que alguien se las dio cuando volvió? Que por una de
esas raras casualidades es al día siguiente de la marcha en Francia por los
actos terroristas en Paris.
¿Es casualidad también que ese mismo día 12, que el fiscal
regresa imprevistamente al País, que el diario Clarín titula: "Más de 4
millones de pie contra el terror en Francia"?
¿Es casualidad que al día siguiente, martes 13, y casi
secuencialmente el mismo diario titule en su tapa: “Timerman recibió orden de
no asistir a la gran marcha en París”? Desmentida por la presencia del
Canciller y nuestra Embajadora en la marcha.
¿Es casualidad que el miércoles14 el fiscal presenta ¿su?
escrito de 350 páginas sin avisarle al Juez Canicoba Corral, Juez de la causa
principal, y directamente las remita al Juez Lijo? Sí, el mismo que sobreseyó a
Corach por encubrimiento.
¿Es casualidad que la 3ra tapa secuencial de Clarín sea
precisamente este hecho? "AMIA: Acusan a Cristina de encubrimiento a
Irán".
¿Cómo pueden decir que el fiscal volvió porque temía que la
Procuradora Fiscal lo removiera de su cargo si el propio Nisman admitió, nada
más ni nada menos que en TN (el cable del monopolio y feroz detractor de la
Procuración), que la Dra. Gils Carbó lo llamo para ofrecerle más protección y
si necesitaba más custodia.
Como decía al principio: interrogantes que el Poder Judicial
DEBE investigar, como también el hecho quesea un empleado de la fiscalía el que
le suministra el día sábado el arma calibre 22 que le provoca la muerte. ¿Para
defensa? ¿Un arma calibre 22? Cuando el fiscal vivía en la Torre Le Parc de
Puerto Madero, con sistemas de vigilancia inteligentes, con códigos de ingreso,
monitoreo de cámaras y custodia constante de Prefectura, y contaba además con
custodia propia de 10agentes de la Policía Federal.
Hoy más que nunca, no se debe permitir que una vez más se
intente hacer con el juicio de encubrimiento lo que ya se hizo con la causa
principal. Porque se descubrirá a los autores del atentado cuando se sepa
quiénes los encubrieron. Porque los delitos no tienen razones, sólo tienen
móviles, y en Argentina todavía debemos explicar lo más obvio y simple.
Creo que los argentinos nos merecemos no ser tan
subestimados en nuestra inteligencia y mucho menos cuando85 víctimas y sus
familiares todavía esperan justicia después de 21 años.
Dra. Cristina
Fernández de Kirchner
Presidenta de la
Nación Argentina
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