jueves, 15 de enero de 2015

AMIA y la peor acusación contra Cristina: petróleo por muertos

Por Ana Gerschenson
“Néstor Kirchner me dijo que vaya contra quien sea, que no hay impunidad para nadie", dijo el fiscal especial para la causa AMIA, Alberto Nisman, en 2013. Y hoy siguió las directivas del fallecido ex presidente al pie de la letra.

Cristina terminó siendo la contracara de Néstor en lo que concierne a la asistencia del Estado para el esclarecimiento del atentado terrorista más tremendo de la historia argentina.

El santacruceño fue el creador de la Unidad Especial de Investigación de la causa AMIA, fue quien designó a Nisman en el cargo, levantó el secreto sobre el expediente judicial y reconoció, mediante un decreto, la responsabilidad del Estado por no haber esclarecido ni prevenido el ataque a la mutual judía.

En su último discurso ante la ONU, el ex presidente denunció la falta de colaboración del gobierno iraní en la investigación del atentado.

La Presidente siguió idéntico discurso hasta el 2013, cuando se anunció un acuerdo con Teherán de apenas nueve artículos, por el que se disponía la creación de una Comisión de la Verdad, el intercambio de información, y un encuentro entre las autoridades judiciales argentinas e iraníes para analizar la posibilidad de indagar a aquellos ciudadanos iraníes acusados de haber participado en el atentado. Nada de eso se cumplió.

El acuerdo debía ser aprobado por los Parlamentos de ambas naciones. Y sólo el Gobierno argentino lo envió con órdenes de tratamiento urgente a ambas cámaras, donde se aprobó a pesar de los cuestionamientos de la oposición, entidades judías, especialistas en derecho internacional y el propio Nisman.

Hoy, con la denuncia del fiscal en la Justicia, comienzan a entenderse las razones por las que Teherán no sometió a votación el acuerdo. Y es que Interpol se negó a dejar sin efecto las circulares rojas, que implican la captura internacional de altos dirigentes de la política iraní. Una promesa implícita del gobierno argentino.

El compromiso, según Nisman, fue parte de un acuerdo extraoficial ordenado por la Presidente para aliviar la asfixiante crisis energética que atraviesa la Argentina. Granos por petróleo, y restablecimiento de relaciones comerciales con el país acusado por la Justicia argentina de haber ordenado la explosión del 18 de julio de 1994 en Once.

Cristina Kirchner, en su último año de mandato, ha sido acusada hoy de negociar recursos en secreto sobre los 85 muertos del atentado a la AMIA. No hay palabras.

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