sábado, 27 de diciembre de 2014

¡FELICIDADES, COLEGAS…!

¡Felicidades! ¡No sólo por las fiestas de Navidad y Año Nuevo, sino también por la ética periodística de Salta!

Porque desde la mañana de ayer ningún espacio de comunicación pública le hiciera lugar a una supuesta y desgraciada situación humana y política nacida en ninguna entraña propia o ajena de nuestros partidos políticos.

Pero sí se tomó el trabajo de averiguar, en cada fuente, si era o no era verdad el suicidio de un notable y respetado dirigente social de todas las instancias contemporáneas del Partido Justicialista.

Veamos: El solo hecho de informar el mencionado rumor lanzado desde el mismo vientre o de cualquier otra matriz política en pugna en las próximas elecciones, hubiera bastado para generar, desde la lógica y legítima tarea periodística, miles y miles de sospechas, desconfianzas, de opiniones políticas, sociales y hasta de versiones humanas y familiares enfrentadas.

Pero no. El flujo del debate corrosivo y putrefacto se convirtió en higiene social, en negación de la imbecilidad política y/o dirigencial gracias a la conciencia de la clase periodística que, lejos de aprovecharse de las cosas que, hasta no hace mucho, se solía aprovechar, arriesgó e investigó, sobre todo, decidió condenar la mentira a su propia existencia.

La democracia tarda, pero avanza. Lo que no sucede no tiene eco. Y esto nos llena de alegría a toda la libertad periodística.

¡Nuevamente, felicidades, colegas! La verdad nunca es vana.


Especial para Agensur.info

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