miércoles, 31 de diciembre de 2014

Cristina K y Aníbal F

Por Román Lejtman
El secretario general de la Presidente exterminó los clásicos de la ciencia política moderna durante un largo reportaje que concedió al diario Página/12, donde usó la noción de voluntad popular y su locuacidad innata para defender la honestidad y la pureza política del gobierno. Aníbal Fernández, el último puntero de izquierda de Cristina Fernández, bajó línea sobre Amado Boudou, César Milani y Lázaro Báez con una lógica semántica que hubiera aplaudido Fidel Pintos.

La delegación de la voluntad popular para administrar un Estado no implica un bill de impunidad. Es una transferencia institucional ante la imposibilidad de tener tantos mandatarios como ciudadanos tiene una sociedad en un momento dado. La elección presidencial es un método para elegir un representante en el Poder Ejecutivo y no significa un coto caza ilegal para los integrantes de la fórmula triunfante en las urnas.

–"Dirigentes de la oposición le han pedido a la Presidenta que le pida la renuncia a Amado Boudou, que está procesado en la causa Ciccone, entre otras. ¿En ese caso no corresponde?", preguntó Sebastian Abrevaya, periodista de Página/12.

–"Es un funcionario electo por la voluntad popular. Cuidado con eso. ¿Hasta el momento, hay algún elemento que le impida ejercer el artículo 57 de la Constitución que dice que él es el presidente natural del Senado. No. La oposición ha querido hacer valer el artículo 66 de la Constitución, pero ese artículo habla de senadores, y el vicepresidente es un miembro del Poder Ejecutivo"–, respondió el secretario general.

Aníbal F sostiene que Boudou está bajo la órbita de CFK. Milani, como jefe del Ejército, también depende de Cristina. Entonces, si ambos responden a las órdenes directas de la Presidente, no se entiende por qué Milani puede ser echado por su futuro procesamiento y Boudou mantenido en el cargo hasta que termine su mandato constitucional.

Esta contradicción en el argumento oficialista intenta enmendarse apelando a la voluntad popular. Cristina K y Aníbal F saben que esa voluntad popular revierte cuando sus depositarios traicionan el mandato original. La Presidente y su Secretario han leído a los clásicos y no desconocen que la ruptura del mandato libera a la sociedad y abre el capítulo de la sanción para evitar que se repita la traición institucional.

Boudou traicionó a sus votantes y CFK debería ser fiel a sus promesas, si no quiere parecerse a Carlos Menem, que en 1990 juró que lucharía contra la corrupción. Cristina cree que Boudou es su última línea de defensa legal y por eso sostiene a su Vicepresidente, que ya tiene dos procesamientos por Ciccone y su auto trucho.

CFK comete un error táctico con Boudou: su futuro procesal está más cerca de su socio Lázaro Báez, que la justicia federal investiga por rentar habitaciones de los hoteles de la familia presidencial, en una supuesta operación de lavado de dinero sucio. Báez sabe más sobre Cristina que Boudou y su escueto pasado en la intimidad del poder.

–"La sospecha de fondo es si efectivamente el hotel de la Presidenta fue alquilado por el empresario Lázaro Báez y sus habitaciones nunca fueron ocupadas"–, comentó el periodista de Página/12 al secretario general.

–"Vos podés alquilar una, dos, tres habitaciones o podés alquilarle el hotel entero a un tercero que lo explote. ¿Cuál es el problema? ¿Dónde dice que no se puede hacer eso? En ese caso, ¿me tiene que preocupar a mí si el que lleva a la práctica ese fondo de comercio tiene una, dos, tres, todas o ninguna de las habitaciones ocupadas? No", argumentó el secretario general.

–"El punto es que si nunca fueron ocupadas podría entenderse como una suerte de devolución de favores", agregó el periodista.

"Con ese criterio no podrían comprar pan para la Presidenta porque si viene con un mignon de más es porque era para la Presidenta", dijo el secretario general.

En la justicia federal creen que no se trata de panes ni de peces. Piensan que será un milagro que Milani, Boudou y Báez puedan probar su inocencia. Y aseguran que CFK, por ahora, se puede quedar con el mignon extra que mencionó Aníbal F.

La Presidente, como cualquier simple mortal en la Argentina, es inocente hasta que se pruebe lo contrario.

© El Cronista

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