sábado, 6 de diciembre de 2014

Boleta antitrampa

Con la excusa regional, quieren “cartel francés” para CFK en la elección nacional. 
La oposición, ¿con lista única?

Por Alfredo Leuco
Cristina encabezará la lista de 19 candidatos a diputados para el Parlasur, que se eligen con el país como distrito único. Es decir que en toda la Argentina habrá una boleta presidencial del Frente para la Victoria que llevará a Daniel Scioli o a Florencio Randazzo, según quién gane las PASO, y otra que tendrá a la Presidenta encabezando la nómina, tal vez con fotos de Perón, Evita y Néstor. 

Los más gurkas, los que menos respeto tienen por las instituciones, pretenden que el tramo de los legisladores del Mercosur vaya primero en la tira de papeletas. Y que recién después vayan colgadas las que ofrecen los posibles jefes de Estado. Los que todavía sienten un poco de vergüenza por semejante salvajada de poner un cargo formal y deliberativo por encima de la máxima autoridad del país sostienen que se podría inventar una especie de doble boleta más angosta que comparta la cabeza de la boleta larga. Esta variante sería aceptada con alegría por todos los kirchneristas. Scioli o Randazzo, porque apuestan a ser los herederos de Cristina, y la Presidenta, porque podría retirarse del gobierno diciendo que fue la dirigente más votada de 2015 junto al candidato presidencial.

Esta es la trampa política legal pero ilegítima que Cristina maquina para los próximos comicios. Le interesan los fueros, por supuesto. Serían un escudo ante el avance de la causa por lavado de dinero de la corrupción de una presidenta, y por lo tanto la más importante de toda la historia argentina. Pero si fuera candidata a diputada nacional por la provincia de Buenos Aires, tal como dijo Jorge Capitanich, también obtendría esa protección.

Ella va por más. Por quedar en la historia como la que se retiró de la presidencia sin que pudiera ser derrotada electoralmente. Eso la consolidaría como una jefa de la oposición implacable. Con una fuerza parlamentaria envidiable, con fondos y recursos millonarios, con parte del Estado y media Justicia copada y domesticada producto de la implementación del nuevo Código Procesal Penal y con militancia piquetera y camporista suficiente como para ganar la calle y hacerle la vida imposible al que venga. Aunque los que vengan se llamen Scioli o Randazzo. Este es el sueño de Máximo Kirchner, quien por momentos cogobierna con su madre. Tres operadores de la oposición consultados por Perfil coincidieron en la chicana muy del Chavo actualizada por la muerte de Roberto Bolaños: “No contaban con mi astucia”. Es que está en ciernes una movida que, igual que en el yudo, podría utilizar la fuerza del oponente en su contra.

¿De qué se trata? De que toda la oposición firme una agenda de Estado que incluya compartir sólo la boleta de diputados al Mercosur. Es una iniciativa política audaz que saltaría por arriba de la cantinela de llantos y lamentos de muchos diputados y senadores que se la pasan comentando las acciones de Cristina sin encontrar otra solución que votar en contra sin que eso modifique nada. Hay una coincidencia generalizada pese al intento de victimización de Oscar Parrilli: no se puede proscribir a Cristina. Por el contrario, es una gran oportunidad de demostrar lo que dicen las encuestas: que más de siete de cada diez argentinos quieren un cambio que cierre definitivamente la era kirchnerista.

¿Cómo sería esto? Recién hubo algunas conversaciones que trascendieron en la reunión de la UIA y en la cena de la fundación SUMA de Gabriela Michetti. La especulación dice que es una manera de convertir la primera vuelta en una segunda de hecho, si en la categoría del Parlasur van todos los líderes opositores juntos. No hay alianza electoral entre los partidos. Cada uno llevaría su propia boleta presidencial. Pero compartirían la otra bajo un rótulo en común, algo así como “Argentina: la república contra la trampa”.

Versus. La lista del Frente para la Victoria llevaría a Cristina a la cabeza y competiría con otra que reuniría a Macri, Massa, Binner, Cobos, Sanz, Carrió, Pino, De la Sota, y así hasta completar los 19 lugares. El orden sería por sorteo para que nadie se queje. El objetivo es que los diarios del lunes tengan dos títulos de similar importancia: la información de quiénes pasan a la segunda vuelta para dirimir quién será presidente en 2015 y que la oposición republicana sacó más del 70% de los votos frente a la lista liderada por Cristina. Sería la única forma de abortar democráticamente la “trampa” que está pergeñando la Presidenta. Sería game over para el liderazgo de Cristina. Y ese límite a su poder sería bien visto incluso por Scioli o Randazzo que, de ganar, les gustaría iniciar una nueva etapa con menos “luisdelías” y más justicialistas.

Un allegado a Macri y otro a Massa confirmaron a PERFIL, off the record, que les parecía una buena alternativa y un digno objetivo. El presidente del radicalismo, Ernesto Sanz, ante la pregunta de si ese acuerdo era posible, dijo por radio Mitre: “No sólo es posible, es absolutamente viable, necesario e imprescindible”.

Todo esto tiene como antecedente el compromiso de 2011, donde la oposición estuvo a punto de concretar una lista común de consejeros a la Magistratura. Algo similar se está gestando para generar un respaldo contundente al juez Claudio Bonadio. Por ejemplo, impulsar una comisión bicameral que investigue los delitos cometidos por la familia Kirchner y Báez en Hotesur.

Por sus características personales, Gabriela Michetti suele amalgamar voluntades de camisetas partidarias diversas. Su actitud siempre dialoguista permitió que el jueves a la noche compartieran una jornada para recaudar fondos radicales como Sanz, Aguad y Javier González Fraga junto a Elisa Carrió o algunos massistas como el sindicalista Hugo Quintana o el ex ministro de Justicia Alberto Iribarne. Todos bajo el mismo techo en una noche donde Macri y Michetti fueron los anfitriones.

Esa vocación societaria, aunque sin mixturarse entre partidos, contrastó con algunas peleas sonoras para el habitual silencio verticalista del cristinismo. Sergio Berni, en una declaración, les mojó la oreja a Nilda Garré y a Horacio Verbitsky. Dijo: “Ya sabemos de dónde viene Garré. Tiene un fuerte compromiso con el derecho de los delincuentes y yo me ocupo de luchar contra la delincuencia y por los derechos de la sociedad”. Pregunta nada ingenua: ¿de dónde viene Garré? ¿Qué quiso decir? ¿Le pasó la factura por haber integrado el gobierno de Fernando de la Rúa o Montoneros? ¿No debería irse alguno de los dos del Gobierno? ¿Pueden convivir quienes piensan en forma tan antagónica? ¿De qué lado está Cristina? ¿De su juventud filo monto o de los votos de hoy, filo mano dura?

© Perfil

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