En Diputados no hubo dictamen al proyecto para despenalizar el aborto. |
Por Carolina Ramos
Con versiones cruzadas sobre el quórum, pero aún sin número
para conseguir el dictamen, la Comisión de Legislación Penal de la Cámara de
Diputados puso en marcha este martes el debate por la despenalización del
aborto, en una jornada agitada por multitudinarias movilizaciones puertas
afuera del Congreso.
El proyecto para legalizar la Interrupción Voluntaria del
Embarazo (IVE) a partir de la semana 12 de gestación no obtuvo dictamen y
varios diputados exigieron a la presidenta de la comisión, Patricia Bullrich,
que vuelva a convocar a una reunión para firmar el aval antes de que termine el
período ordinario.
Si bien Bullrich no adelantó su accionar, la iniciativa
tiene además dos obstáculos por delante, ya que deberá pasar también por las
comisiones de Familia, que preside el massista Felipe Solá, y Salud, comandada
por la oficialista Andrea García, cercana al titular de la Cámara baja, Julián
Domínguez.
La reunión de Legislación Penal arrancó con nueve diputados
(se necesitaban 11) “a la hora en que estaba citada la comisión”, es decir, dos
horas antes de la convocatoria para debatir sobre el aborto, cuando la reunión
para discutir otros proyectos se cayó por falta de quórum.
Así lo informó Bullrich, a pesar de que Margarita Stobizer
(GEN), rápida de reflejos, había considerado de entrada que se trataba de “dos
reuniones distintas”.
“En todo momento planteé que no estaba en el espíritu de
esta presidencia sacar dictamen en esta reunión. Si los diputados no vinieron a
la hora que tenían que venir, no es un problema mío”, aseveró la macrista.
Además, la ausencia de al menos dos diputados firmantes del
proyecto en cuestión echó por tierra la posibilidad del dictamen, aunque
también habrían operado diferencias dentro del propio oficialismo por la
resistencia de los diputados de la agrupación La Cámpora, y en el bloque hay
quienes no quieren correr el riesgo de generar una división.
En este sentido la presidenta de la Nación, Cristina
Fernández, nunca se pronunció públicamente sobre el tema y el bloque
oficialista no actuará si no es bajo órdenes del Poder Ejecutivo.
Más allá de la disputa política, la Sala 1 del Anexo de
Diputados se convirtió en una postal del antagonismo irremediable que despierta
este debate: de un lado, las militantes de la Campaña Nacional por el Derecho
al Aborto Legal, Seguro y Gratuito; del otro, representantes de agrupaciones
que se oponen a la norma.
La kirchnerista Adela Segarra, quien encabeza el proyecto,
abrió el debate al señalar que el proyecto de IVE es “una asignatura pendiente
de la democracia” y que “el derecho de las mujeres a decidir sobre sí mismas es
un tema de salud pública”.
“No se puede seguir criminalizando a las mujeres que mueren
por abortos clandestinos”, sostuvo la marplatense entre aplausos de la
militancia a favor de la ley.
Otra de las impulsoras del tema, Victoria Donda (Libres del
Sur) consideró “urgente y necesario que el Congreso lo discuta en el recinto”
ya que “hay que resguardar el derecho a la vida de las mujeres que hoy mueren
por abortos clandestinos”.
Tanto ella como Manuel Garrido (UCR) pidieron a Bullrich que
habilite una nueva reunión de su comisión para firmar el proyecto allí antes
del 20 de noviembre, fecha límite para la firma de dictámenes.
Garrido encabezó además la defensa jurídica del proyecto:
“No podemos hacerle decir al derecho lo que el derecho no dice. La Constitución
no dice nada sobre la protección del embrión y esta ley de ninguna manera se ve
afectada por el Código Civil”, explicó.
La voz más dura contra el proyecto fue la de la exdiputada
Cynthia Hotton, ferviente evangélica, quien auguró que “esto no va a terminar
prosperando”. “Siento que nos están usando políticamente. Hace muchos fines de
año que nos tiran esta bombita”, dijo.
Hotton despertó silbidos y hasta risas de parte de las
militantes proabortistas: “Si nadie quiere morir en un aborto, seamos
creativos, pensemos otras opciones”, lanzó, y agregó que “el problema no es el
aborto, sino la pobreza”, por la cantidad de mujeres que mueren en operaciones
clandestinas.
También se expresó en contra el radical tucumano Juan
Casañas, quien informó que “más de 10 mil personas salieron a manifestarse en
contra (de la legalización del aborto) en Tucumán”, y le reprochó a quienes
están a favor que “no hablaron del deseo de vivir de los chicos que están en el
vientre”.
La discusión fue interrumpida en varios pasajes por los
cruces entre las dos bandas, que tuvo su clímax cuando las mujeres en contra de
la ley exhibieron imágenes de bebés con la leyenda “Esto es vida”. “¡Fotos de
menores, no!”, les gritaban desde enfrente.
Sin citar fuentes, Nicolás del Caño (PTS/FIT) apuntó que “el
80% de la población está a favor de la despenalización en algunos casos, y el
60% en todos los casos”, y responsabilizó al Frente para la Victoria por las
trabas al proyecto: “El bloque mayoritario se ha negado a tratarlo, pero en
cambio hubo disciplina de bloque para votar el artículo 19 (del Código Civil)”,
disparó.
Leonardo Grosso, del Movimiento Evita, recogió el guante y
recordó que “más de la mitad de las firmas” que tiene el proyecto “son del
Frente para la Victoria”. Además, opinó que “no hace falta constatar las cifras
con fuentes, basta con caminar por la calle para darse cuenta de que es un
flagelo”.
Por otra parte, Mara Brawer aprovechó para recordar que en
los ‘90 la propia Bullrich “presentó un proyecto” sobre aborto junto a Graciela
Fernández Meijide.
En tanto, la puntana Ivana Bianchi (Compromiso Federal)
abrió otra discusión al advertir que el proyecto, a diferencia de las
anteriores oportunidades, no fue girado a la Comisión de Presupuesto, por lo
que “la ley no se va a cumplir”, ya que los servicios de salud pública y las
obras sociales deben garantizar la gratuidad de la intervención.
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