[700 patacones y aplaudan, maestros y maestras]
Por Martín Risso Patrón |
«Vamos a analizar sobre lo que realmente se puede,
hay tiempo porque la propuesta para el primer pago es el 15 de noviembre»
[Parodi, Carlos, ministro de Educación de la
provincia de Salta].
Me auto-cito porque soy soberbio y qué
En marzo de este año, mi diatriba expresaba entre
otras cosas: “...en una paritaria hay una simétrica desigualdad
entre patrón y laburante, determinada históricamente porque cada uno
de los dos, es propietario de algo que el otro no tiene. El patrón
tiene la plata, y el laburante tiene su trabajo, justamente. Como el que
tiene la plata quiere poner precio al trabajo del que labura, éste le dice
minga piringa, lo discutamos canejo. Entonces, en las leyes se incluye la
obligación de discutir justamente eso: El precio del trabajo, que es el
salario, en una junta entre patrón y empleado u obrero, juntos a la par [que
dios disfrute eternamente de tus blues Carpo], en una comisión que se llama,
obviamente, paritaria.”
Así es que la Constitución nacional, comprensiva de
la simétrica desigualdad, obliga a ponerse juntos al patrón y
al empleado en esa sentada de discusión, sin distinción de clases, ¿se
entiende? Cuando el patrón es el gobierno y como patrón se comporta como un ser
Superior y no se siente par del trabajador, entonces se pudre todo.
Siguiendo el claro razonamiento del célebre filósofo del Balón, el gobierno
cree que tiene la vaca atada pero no sabe que se le escapa la tortuga y además
ni enterado de que la tiene adentro, porque justamente, la
sindicalización del trabajador le dice nones, aquí
discutimos de igual a igual. Así nomás es la ecuación del laburante: Si
no hay aumento salarial acorde con la baja de la capacidad de compra del
salario, no hay laburo. Simetría pura.
Los docentes no meten miedo
Hace justo justo un año [tango] el
patrón-gobierno de las provincias salió mudito a subir hasta un 100% los
sueldos [que, dada la inflación estuvo bien], desde Córdoba hasta Entre Ríos,
pasando por Salta, Buenos Aires provincia, etcétera, a la cana que con garrote
en mano se ponía en guardia, amenazante. ¿Por qué no ante el planteo de los
docentes? Sencillamente, porque el patrón, como todo patrón, le teme a
la fuerza bruta; como el Docente sólo es dueño de su intelecto, que es la
herramienta que utiliza para generar más humanidad en el Hombre [y la
Mujer, claro], entonces eso, ni cosquillas. Agita carteles de power
point mostrando los miles de millones que costará aumentar a los
maestros y profesores. Lo que no muestra son los miles de millones que pone en
el gasto público con fines de subsistencia política: subsidios y obras públicas
que son un verdadero desastre. Dramáticamente ignora el Pequeño Soberbio de
Turno los cientos de miles de billones de neuronas que dejan de ser estimuladas
con método magistral en las Escuelas. El terror de las cachiporras y
las itakas en ristre produce canguelo y todos corren;
cuando el terror de la no-Educación se haga presente, será tarde y no habrá
corrida ni diálogo posible.
De obras públicas agraviantes
El minúsculo ministro Parodi que determina
las finanzas del Pueblo, en estos días nomás afirmaba como justificativo
para dar a los docentes la insultante suma de 700 patacones en noviembre y en
enero de 2015: “...para esta nueva erogación no se postergarán los tiempos
de las obras ya que estaban previstas para esta altura del año”. O sea, garpar cuanto
negociado hay, antes que invertir en la Educación.
Así es que, una “obra” del gobierno provincial
asociado estratégicamente con el municipal del señor Miguel Ángel Isa,
está invirtiendo desde mediados de agosto de este año la
bonita suma de $21.543.499,78 en un plazo de ejecución de 210 días, en trabajos
de refuncionalización en las peatonales de la Ciudad que a estas
horas ya están siendo criticadas y denunciadas por los vecinos contribuyentes
por ser un atentado, un verdadero atentado al buen gusto y la estética urbana. Eso,
es parte del falaz argumento de Parodi. Ni siquiera se realizó la
Evaluación de Impacto Ambiental y Social que exige la Ley provincial de Defensa
del Medio Ambiente en su artículo 43, y su correspondiente reglamentación,
tanto al gobierno como a los privados, antes de iniciar obras que afecten al
patrimonio común de todos los salteños: El ambiente, en este caso, el
patrimonio cultural arquitectónico en su variable histórica, definido
también como “ambiente” por la mencionada ley. No te preocupes, paciente
lector; esto será motivo de otra diatriba de este contumaz plumífero.
Aquí sólo vino a cuento que el régimen provincial
de turno se encarama en su pequeñez de enano soberbio para insultar a la
Docencia, justificando obras públicas que agravian también al conjunto de los
contribuyentes. La serpiente se muerde la cola, y no le duele, porque tiene el
cuero duro.
Edición
impresa en Semanario "Nueva Propuesta", Salta
Digital: www.agensur.info
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