domingo, 12 de octubre de 2014

Cristina quiere demorar el inicio de campaña hasta mayo

Es para evitar que los precandidatos del PJ comiencen a armar sus listas 
y dejen al kirchnerismo sin espacios de poder.

Cristina quiere demorar el inicio de
campaña del PJ hasta mayo.
Nacionales - Cristina Kirchner desafía al peronismo entero con la fecha de lanzamiento de las candidaturas presidenciales del Frente para la Victoria y bajó línea para que ni Daniel Scioli, ni Florencio Randazzo, ni Julián Domínguez, ni Sergio Urribarri ni cualquier otro candidato del oficialismo se lance oficialmente hasta mayo del año que viene. 

El objetivo de Cristina es que ninguno de los precandidatos comience a sumar adhesiones desde ahora por la simple razón de que quiere armar todas las listas.

El mensaje de Cristina a los gobernadores se envió a través de los hombres más importantes de La Cámpora, Andrés “Cuervo” Larroque y Eduardo “Wado” de Pedro, que participaron en las últimas semanas de varios encuentros con intendentes y gobernadores.

Tanto en la reunión del Cuervo y Wado con el grupo de intendentes bonaerenses denominado “Los Oktubres” como en la reunión de la que participó De Pedro con el PJ bonaerense en Tandil, los diálogos fueron similares.

Por momentos, los camporistas parecieron tener una postura de apertura e integración para con el peronismo. Pero cuando llegó el momento de hablar de la estrategia, los camporistas se cerraron al discurso que les ordenó la presidenta.

“No es el momento de hablar de candidaturas”, “hay que apoyar a Cristina”, “hay que esperar hasta mayo”, repitieron los camporistas.

En el peronismo creen que de esta manera no tendrán tiempo para armar las listas, ya que el 10 de junio vence el plazo para presentar las alianzas y el 23 de ese mismo mes deben presentarse las listas ante la junta electoral.

La sospecha

Scioli, el resto de los gobernadores y los intendentes coinciden en que ese proceso no se debe demorar más allá del mes de marzo.

Pero desde La Cámpora les responden que si no se estira la definición hasta mayo, el Gobierno se quedará sin poder antes de que termine el primer trimestre del año, con nueve meses de mandato por cumplir.

Pero tanto los gobernadores como los intendentes sospechan que Cristina quiere estirar los plazos para imponerles las listas a último momento, como viene sucediendo en todas las elecciones desde que es presidenta.

En este contexto, en las reuniones que mantiene con intendentes peronistas que aún no saltaron al massismo, Martín Insaurralde, que juega a dos bandas con Sergio Massa, les recomienda a los jefes comunales que armen un grupo de poder propio en la provincia. “¿Van a esperar que en 2015 les cierre las listas Cristina otra vez?”, les advirtió el lomense.

Es que el cristinismo puro ya se preparó para eso: eso colocó a apoderados de su estrecho círculo de confianza en el PJ nacional y sus ramificaciones provinciales. Es decir, a Carlos Zannini –que es apoderado del PJ nacional- y a La Cámpora.

Ya el año pasado La Cámpora había logrado ubicar a Wado De Pedro como apoderado en el PJ bonaerense y también hizo lo mismo en el PJ porteño, donde uno de los apoderados es el camporista Mauro Riano. Los apoderados de los partidos son la pieza fundamental de los frentes electorales, puesto que son quienes firman la lista definitiva de candidatos y la llevan a la Justicia Electoral.

Esperando a Scioli

Detrás de esta pelea por el cronograma de campaña se esconde la falta de definición de Scioli para marcar una autonomía respecto de Cristina. Eso mismo le exigen los otros gobernadores, que le reclaman que ejerza el liderazgo de la transición.

En la última fiesta de la Vendimia, por caso, un grupo de cinco gobernadores esperaba que el ex motonauta, que estaba presente en Mendoza, diera las señales para realizar una cumbre secreta para comenzar a aportar definiciones.

“Nosotros los peronistas somos animales de manada, necesitamos que nos guíen”, señaló a LPO uno de los gobernadores peronistas que esperan a Scioli.

Pero Scioli les repite hasta el cansancio la misma sentencia: “No es el momento, tengo que esperar”.

En el sciolismo saben que la espera, sin embargo, es un arma de doble filo. Es que todo apunta a que el gobernador bonaerense sea finalmente el candidato del peronismo oficialista, pero puede serlo de dos maneras diferentes que acaso puedan marcar su suerte en los comicios.

Una cosa es ser el candidato del peronismo y otra muy distinta, es ser un instrumento de la presidenta. En el sciolismo creen que no tendrán ninguna chance de ganar si Cristina es la gran electora y deja que Scioli sea el candidato del Frente para la Victoria, pero en un esquema en el que le impondría a un hombre del estilo de Axel Kicillof sea candidato a vice y Máximo Kirchner sea candidato a diputado nacional. Scioli no quiere otro fenómeno Mariotto en su campaña por la presidencia.

Informe: LPO

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