Sin que nadie se lo
preguntara, Ricardo Echegaray hizo esta afirmación sobre la relación
presidencial con el empresario kirchnerista investigado.
Ricardo Echegaray desvinculó a Cristina de Lázaro Báez. (Foto: DyN) |
Nacionales - Ricardo
Echegaray volvió a transitar un sendero pantanoso con una declaración que no
está claro si fue un desliz o en envenenado mensaje interno, que se produce
justo cuando resiste una embestida del ministro de Economía, Axel Kicillof,
para desplazarlo de la AFIP.
"La presidenta Cristina Fernández de Kirchner no es
socia de Lázaro Baez“, afirmó sin que nadie le preguntara, en una conferencia
de prensa convocada para referirse a la investigación que enfrenta el
empresario kirchnerista Lázaro Báez, por la compra de facturas apócrifas.
Kicillof y La Cámpora quieren desalojar a Echegaray del
Gobierno y sostienen en privado que el titular de la AFIP resiste ese
desplazamiento apelando a la información sensible que maneja sobre los
movimientos económicos de todo el sistema de empresarios vinculados a la
familia Kirchner.
Echegaray brindó este lunes una conferencia de prensa en la
que confirmó que el presunto testaferro de los Kirchner emitió facturas
apócrifas en Bahía Blanca.
"Parecería que el único caso de facturas truchas fuera
el de Lázaro Báez”, se quejó el funcionario. “Pero quiero remarcar, porque no
sé si es con intencionalidad o falta de conocimiento técnico, que la presidenta
Cristina Fernández de Kirchner no es socia de Lázaro Baez“, afirmó en su frase
más sinuosa.
No es una novedad. Echegary suele jugar fuerte cuando se
siente amenazado, como hizo cuando sin piedad -en otra conferencia de prensa-
hundió a su viejo compañero de la Ucedé, el vicepresidente Amado Boudou, que
intentó adosarle la responsabilidad por el escandaloso "rescate" de
la papelera Ciccone.
En su conferencia de este lunes, Echegaray aseguró que las
empresas del grupo Báez “están bajo fiscalización” por la utilización de esas
facturas apócrifas y negó que se hayan cambiado a los funcionarios que
investigaron esas firmas. “Los mismos que la iniciaron, terminaron la
investigación”, sostuvo.
Afirmó además que este tipo de facturas "nacen de
necesidades del sector privado, son usufructuadas por el sector privado y
terminan en el sector privado".
El escándalo estalló tras una investigación del diario La Nación firmada por el periodista Hugo
Alconada Mon. Echegaray explicó que "a este sistema algunos lo utilizan
para ajustar Ganancias" y recordó que "la evasión por facturas
apócrifas es un tipo penal agravado" y reveló que existen "unas 750
causas penales por facturas apócrifas".
La nota de Alconada Mon reveló que Echegaray debió relevar a
toda la filial de Bahía Blanca luego que comprobara maniobras que presuntamente
involucraban a Lázaro Báez.
Presión de fondos
buitre
La conferencia de Echegaray se dio en el marco de la presión
que están ejerciendo los fondos buitre sobre las cuentas que se sospecha Lázaro
abrió en el exterior, para lavar el dinero que obtuvo de obras públicas
presuntamente otorgadas de manera fraudulenta.
Las amenazas abiertas se agudizaron cuando los holdouts
publicaron un mapa que detalla las maniobras financieras que aparentemente hizo
el supuesto testaferro de la familia Kirchner para girar plata al extranjero.
El abogado del fondo NML, Denis Hranizky, advirtió que
poseen más información para develar y que ya tendrían identificadas las cuentas
ligadas a la familia Kirchner. De ahí el nerviosismo que atraviesa en estos
momentos el más alto nivel del gobierno.
En ese sentido, según contó este lunes el periodista Carlos
Pagni, Cristina y Máximo se habrían reunido este fin de semana en la quinta de
Olivos para tratar el tema.
Según pudo saber LPO,
la capacidad financiera de los fondos buitre les permitió contratar a dos
compañías londinenses especializadas en el rastreo de cuentas negras por todo
el mundo. Se trata de un servicio muy exclusivo que en el mercado local no
suele contratarse por su elevadísimo costo.
Las declaraciones de Echegaray contradicen las palabras del
secretario General de la Presidencia, Oscar Parrilli. A fin del año pasado, el
mismo Alconada Mon reveló que el dueño de Austral Construcciones le había
alquilado tres hoteles de Calafate por más de 14 millones de pesos.
El alquiler de habitaciones para mostrar que está en su
capacidad máxima es una práctica habitual en las maniobras para lavar dinero,
que permite que dinero negro ingrese en el circuito formal, que así se
“blanquea”.
En ese entonces, Parrilli reconoció que existieron estos
oscuros negocios, aunque aclaró que se trataba de “negocios entre privados”.
Lázaro era un ex empleado del Banco Nación de Santa Cruz
hasta que conoció a Néstor Kirchner y se convirtió de la noche a la mañana en
un magnate de la obra pública santacruceña, cuando el ex presidente
administraba la provincia.
Luego, cuando Kirchner accedió a la Presidenta, los
contratos que recibió Lázaro Báez escalaron al infinito y le adjudicaron obras
para construir rutas en todo el país. En esa faena recibió innumerables denuncias por rutas mal construidas o inconclusas. Por ejemplo,
la autovía que va de Trelew a Puerto Madryn nunca se terminó y por ese motivo
se le retiró la concesión.
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