Actitudes como las
de Capitanich o Berni revelan la pobreza de las políticas
oficiales para
combatir la miseria o el narcotráfico.
Por Alfredo Leuco |
El milagro K: ya no hay indigentes ni hambre en
nuestro país. Podemos estar tranquilos, porque el jefe de
Gabinete lo confirmó varias veces. No es que se fue de boca y luego
no pudo dar marcha atrás. Lo ratificó, y apeló a los organismos internacionales
como certificado de rigurosidad.
Claro, olvidó decir que esos estudios se alimentan con las mentirosas
estadísticas oficiales que envenenó Guillermo Moreno. Pobre Coqui,cobró de
todos lados por esa falta de respeto hacia los pobres.
Le dieron como en
bolsa. La más dura fue Margarita
Barrientos, una heroína social que les pone el cuerpo al hambre
y la indigencia. Dijo que está harta de mentiras, desafió al chaqueño a que la
acompañe a hacer las compras al Mercado Central y se quebró cuando dijo que
ofrecen 2.400 platos por día en su mítico comedor Los Piletones y que, muchas
veces, casi veinte personas se quedan sin comer y se van a la cama con el
estómago vacío. Y aportó otro dato de la realidad que luego corroboró el
estudioso Daniel Arroyo: cada día va más gente a los comedores,
cayó fuerte la calidad nutricional de esos alimentos y no sólo van desocupados
o cartoneros, sino también gente que tiene trabajo formal pero a la que el
sueldo no le alcanza para llegar a fin de mes. ¿Realmente Coqui cree que en
Chaco no hay indigentes? ¿O que no hay desnutrición? Que le avisen al doctor
Abel Albino que está trabajando en vano.
La Presidenta, en un hecho casi inédito, se autocriticó por haber
utilizado la palabra “encanutar”, pero mantuvo su acusación hacia las
automotrices. Parece que los buitres ahora tienen cuatro ruedas y cambio al
piso. Los imberbes industriales van a ser obligados a vender los autos que
tienen escondidos. Para eso, el Estado va a ejercer todo su poder extorsivo.
Nadie sabe cómo van a hacer para obligar a los ciudadanos a comprar algún auto.
Las concesionarias hacen una fiesta cuando entra un cliente. La venta cayó el
42,5%, en el peor momento en cinco años, y es por una sumatoria de razones:
pérdida de competitividad cambiaria, mayores costos de producción, cepo y
trabas para importar repuestos y menor demanda interna y externa. La mala
noticia es que nada indica que la tendencia en alguno de estos rubros se vaya a
revertir en el corto plazo. Ergo: más autos se transformarán en buitres.
Sergio Berni bajó un cambio. A Marcelo Longobardi lo acusaban de
“golpista” y ahora sólo de
“golfista”. Algo es algo. Un comandante de Gendarmería a su
cargo debería ser ternado como mejor actor en una obra de terror por tirarse
arriba de un auto en la Panamericana.Metodología nefasta que debe
tener el juicio y el castigo correspondientes. Decisiones espasmódicas,
autoritarias y vengativas de Cristina, que ordena encanutarle 5
mil policías federales a Macri. En la ciudad de la furia, Berni
dice y hace todo lo que Horacio Verbitsky condena mientras el
narcotráfico sigue sin ser combatido con un plan serio. No hay grupos
que sepan ni puedan batallar contra el delito complejo. Son fuerzas
desorganizadas frente al crimen organizado. Por eso sólo el 4% de los
condenados tiene que ver con la fabricación, la exportación y el lavado de
dinero de la droga. El resto son perejiles que se llevan por delante mientras
venden al menudeo y no tienen más remedio que apresarlos. Nunca detienen a un
jefe o un tesorero. Siempre a un soldadito. Cada detenido le cuesta al
país 41 mil pesos por mes. ¿Está bien asignado ese recurso si sólo
están presos los eslabones más débiles y más fáciles de reemplazar de la cadena
narco? Estos datos surgen del riguroso estudio académico que hizo Diego Gorgal.
El Estado argentino no tiene siquiera un buen diagnóstico de este flagelo. Al
revés de lo que instaló Berni, el 62% de los condenados son
argentinos y sólo el 8% son paraguayos. Es una locura mezclar cuestiones
graves de seguridad con temas de migración. Al igual que anunciar saqueos para
fin de año, como irresponsablemente lo hicieron Cristina y Edgardo Depetri. O
sanatean o son cómplices al no denunciar semejante delito ante la Justicia.
Otro especialista en la lucha contra los narcos, el colombiano Federico
Gutiérrez Zuluaga, dijo en Buenos Aires que es hora de poner a todo el Estado
al servicio del combate y dejarse de prejuicios ideológicos. El autor del Plan
Medellín, que vino a una conferencia del sindicato de los empleados de
organismos de control que conduce Hugo Quintana, recordó que esa ciudadfue
la más peligrosa del mundo en 1991, con 381 crímenes cada 100 mil habitantes, y
que hoy son conocidos por la inversión social y el urbanismo moderno, que
lograron convertirla en un lugar pacífico. Pero para eso apelaron a los mayores
expertos, respaldados por una contundente decisión política.
Por suerte la Presidenta ahora está preocupada por los graves problemas
sociales. De los diez días sin clases
por miedo a morir en una escuela de Villa Lugano no dijo una
palabra. De la balacera que recibió la Policía Metropolitana en esa zona
cuasiliberada no habló con Macri. Pero dijo que va a llamar al ingeniero para
retarlo por el impuesto
al consumo de Netflix. No se privó de recomendar su serie
policial favorita, la adictiva The Killing. Permitió fantasear con
que la detective Sarah Linden descubriera el enigma que lleva a Amado Boudou a
malversar, mentir y truchar todo lo que cae en sus manos. Un verdadero misterio. Pasó de un
médano a vivir en Puerto Madero. ¿Cuántos argentinos son
castigados por semejante cadena de casualidades? Pobre Aimé. ¿Cuántos
automovilistas deben 6 mil pesos de patentes y 24 mil de multas por violar la
velocidad máxima y andan manejando sin que les saquen el carné? ¿Cuántos
coleccionan DNIs con datos falsos? Preguntas para la Agencia Nacional de Seguridad
Vial y el ministerio que conduce Florencio Randazzo. Un tuitero gorila dijo que
la clave de Cris en Netflix era “BAEZ678”.
Y finalmente, Norberto
Oyarbide, el juez federal preferido de Cristina y Menem que rompe
todos los récords de causas por mal desempeño en el Consejo de la Magistratura.
Superó todos los límites al “apropiarse” del expediente de Ariel Lijo para regalarles
el “sobreseimiento” a tres recaudadores de la campaña de Cristina que
recibieron aportes de la “mafia de los medicamentos”. El diputado
Fernando Sánchez denunció que “Oyarbide debería ir preso”. Ese
expediente está a un paso del triple crimen y de la investigación por la
importación ilegal
de efedrina que involucra a los hermanos Zacarías y desemboca
en la propia familia presidencial. Y esto es lo que más inquieta a la jefa de
Estado. Es el mismo nerviosismo que le produce el avance de la causa de
Lázaro Báez. No hay que desesperar. Kicillof dice que tiene
todo estudiado, y se nota que saben leer bien las demandas del pueblo: en
diciembre vuelve Guillermo Moreno.
© Perfil
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