martes, 16 de septiembre de 2014

Los e-books no encuentran a su lector

La publicación de textos en soporte digital no crece en la Argentina. Una parte de esta situación se debe a los costos; otra, a las dificultades para importar dispositivos. Mientras, el potencial del mercado sigue intacto. 
Las claves para posicionarse.

Por Andrea Catalano

La producción de libros en soporte digital se muestra estancada en la Argentina. 

Entre 2012 y 2013 la disponibilidad de títulos en e-books fue de 17% y 16%, respectivamente, de acuerdo a la base total de registros existente.

Y esto ocurre pese a que editoriales de peso como Planeta y Random House Mondadori digitalizan la totalidad de nuevos títulos que publican, además de que plataformas como BajaLibros.com viene haciendo un trabajo incesante de "traducción" de textos al lenguaje digital. ¿Por qué este volumen se mantiene en estos niveles? La respuesta no parece ser sencilla.

Los números sobre la cantidad de libros en soporte digital se mostraron en la última edición de la Feria del Libro y forman parte del informe, que en cada uno de estos encuentros, viene realizando la Cámara Argentina del Libro en los últimos tres años. En cifras generales, la entidad determinó que, del total de la producción editorial comercial, el 84% se publica en papel y el restante 16% en formato electrónico. La excepción la conforman las publicaciones de instituciones educativas y de universidades públicas donde 4 de cada 10 salen en soporte digital.

El comportamiento de la Argentina, en el mercado editorial digital, es igual o peor respecto a lo que ocurre en otros países. En América latina, la producción de libros en soporte electrónico fue de 16,3% en 2013, según datos del Centro Regional para el Fomento del Libro en América latina y el Caribe (CERLALC). Pero la diferencia, respecto de lo que sucede en la región, es que Argentina es líder del mercado editorial. Eso marca el camino, la oferta que se edita aquí implica tener espacio asegurado en otro país.

Ernesto Skidelsky, director ejecutivo de BajaLibros.com, cuestiona las cifras de la Cámara Argentina del Libro: “Habría que chequear el ISBN de libros electrónicos. Hace un año, era pesimista en relación al catálogo tradicional y al digital. No había una decisión clara del mercado editorial de sacar en simultáneo el catálogo de títulos en digital. Y, ahora, hay muchos más títulos que antes, y además hay una oferta que se construye desde la novedades”.

El ejecutivo calcula que, en el próximo año, el share de las publicaciones digitales puede alcanzar el 7%. BajaLibros.com posee acuerdos con distinas editoriales de México, Colombia y otros países de la región. Entre ellos, se destaca el que poseen con OverDrive, por el cual brindan ya 45.000 títulos en inglés y 50.000 en español.

Planeta y Random House digitalizan el 100% de sus títulos, pero del resto de las editoriales de la Argentina sólo lo hace el 10%. Y más de 500 editoriales se concentran entre la Ciudad de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires”, explica a IT Business, Daniel Benchimol, director de Proyecto 451, una empresa dedicada a las publicaciones digitales.

"La participación es muy chica en la Argentina. En los Estados Unidos los libros digitales representan un 30%, y, en España, ya están entre un 5 y un 7%", dice Catalina Lucas, digital Manager de Penguin Random House. De hecho, hace más de un año, Amazon informó que ya vendía más libros en formato digital que en papel. Por cada 100 libros de papel, la firma vendía 114 en formato electrónico en los Estados Unidos. Esta equivalencia se repitió, luego, en el Reino Unido, donde la proporción es de 105 textos digitales vendidos contra 100 de papel.

Los obstáculos

Parecieran surgir dos obstáculos a la hora de pensar en el crecimiento del mercado editorial digital a nivel local. Por un lado, para una gran cantidad de empresas, resulta cara la conversión del formato papel al electrónico. Por el otro, el freno a la importación de dispositivos para leer en forma electrónica, profundizada durante 2013, también parece haber afectado el panorama. Amazon hace ya más de dos años, no puede introducir el Kindle.

Es en ese marco, que Skidelsky sugiere que "es necesario juntarse para convertir los libros a digital por un tema de costos. Y también se requiere un cambio de cabezas que impulse este proceso que se da más en editoriales pequeñas que en las grandes. Y no se trata de un problema argentino sino que se repite en toda la región. Hay una resistencia del sector. Vengo de una familia de editores de libros de papel de toda la vida. Pero hoy el lector es "híbrido", a veces le gusta leer un texto en papel, a veces en digital, en una tablet".

La tableta parece estar erigiéndose como la salvadora del formato. A partir del ingreso más fluido de estos dispositivos, en la segunda mitad de 2013, hubo una mejor reacción en cuanto a disponibilidad de títulos. Cabe recordar que, el año pasado, terminaron vendiéndose más de 1 millón de tablets en el país, según datos del mercado. Para 2014, las proyecciones anticipan ventas cercanas a los 2 millones de unidades. Esto sí posibilitaría una mejor disponibilidad de soporte para los libros electrónicos.

La ventaja del precio

Más, si se tienen en cuenta los precios de los textos digitales. “En general, están más baratos, en algunos casos, un 40% o 50% más económicos que en papel. Pero también hay que notar que, en ciertos casos, los descuentos se manejan de manera muy arbitraria”, detalla Benchimol. Skidelsky coincide en los porcentajes de descuento y añadió que "es lógico que así sea porque la composición de costos es más económica". Sólo por dar un ejemplo: Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez puede costar unos $70 en una tienda digital, mientras que si se lo busca en papel el valor se ubicará en no menos de $100.

Para Skideksy, las condiciones que presenta el mercado durante 2014, son mejores que las registradas hace un año: “Hay más smartphones en uso, más tabletas, y eso es alentador. Tenemos que ir aprendiendo todos en este camino. El iPad2 es la versión nueva del libro digital. Todo el sector necesita que esto funcione. Argumentar que no se digitaliza por miedo a la piratería ya no tiene sentido porque, aún sin que se editen libros en ese formato, siempre termina apareciendo una copia en PDF”.

De los 12 millones de teléfonos móviles que se venden anualmente en la Argentina, más de la mitad ya son smartphones, según datos de Carrier y Asociados. Y la plataforma predominante en la Argentina es Android, de modo que Google Libros seguramente hará su aporte al impulso de la digitalización de libros para todos aquellos interesados en tener sus títulos en esa tienda.

En América latina, la gente no tiene un dispositivo sólo para la lectura de libros. En nuestro caso hay categorías que funcionan muy bien, como la literatura erótica. Hay personas que se sienten muy cómodas en descargar estos títulos en soporte digital porque tal vez no se sienten así si deben ir a una librería”, comenta Skidelsky. Para el ejecutivo, el smartphone se convirtió en un gran promotor porque el lector no toma en cuenta que está leyendo un libro digital.

El director ejecutivo de BajaLibros.com se muestra aún más optimista de cara al futuro. “Creemos que la participación de los títulos en formato digital se ubicará entre 5 a 7%, en un año. En México, por ejemplo, las editoriales ya tienen presupuesto específico para el formato electrónico. Es un cambio de tendencia que promete repetirse en la región", destaca.

El dato recuerda que el mercado local mantiene la oportunidad con mucho espacio para crecer, si el desorden macroeconómico se llegara a ordenar.

© EC

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