La publicación de
textos en soporte digital no crece en la Argentina. Una parte de esta situación
se debe a los costos; otra, a las dificultades para importar dispositivos.
Mientras, el potencial del mercado sigue intacto.
Las claves para posicionarse.
Por Andrea Catalano
La producción de libros en soporte digital se muestra
estancada en la Argentina.
Entre 2012 y 2013 la disponibilidad de títulos en
e-books fue de 17% y 16%, respectivamente, de acuerdo a la base total de registros
existente.
Y esto ocurre pese a que editoriales de peso como Planeta y Random
House Mondadori digitalizan la totalidad de nuevos títulos que publican, además
de que plataformas como BajaLibros.com viene haciendo un trabajo incesante de
"traducción" de textos al lenguaje digital. ¿Por qué este volumen se
mantiene en estos niveles? La respuesta no parece ser sencilla.
Los números sobre la cantidad de libros en soporte digital
se mostraron en la última edición de la Feria del Libro y forman parte del informe,
que en cada uno de estos encuentros, viene realizando la Cámara Argentina del
Libro en los últimos tres años. En cifras generales, la entidad determinó que,
del total de la producción editorial comercial, el 84% se publica en papel y el
restante 16% en formato electrónico. La excepción la conforman las
publicaciones de instituciones educativas y de universidades públicas donde 4
de cada 10 salen en soporte digital.
El comportamiento de la Argentina, en el mercado editorial
digital, es igual o peor respecto a lo que ocurre en otros países. En América
latina, la producción de libros en soporte electrónico fue de 16,3% en 2013,
según datos del Centro Regional para el Fomento del Libro en América latina y
el Caribe (CERLALC). Pero la diferencia, respecto de lo que sucede en la
región, es que Argentina es líder del mercado editorial. Eso marca el camino,
la oferta que se edita aquí implica tener espacio asegurado en otro país.
Ernesto Skidelsky, director ejecutivo de BajaLibros.com,
cuestiona las cifras de la Cámara Argentina del Libro: Habría que chequear el ISBN de libros electrónicos.
Hace un año, era pesimista en relación al catálogo tradicional y al digital. No
había una decisión
clara del mercado editorial de sacar en simultáneo
el catálogo de títulos
en digital. Y, ahora, hay muchos más títulos que antes, y además hay una oferta
que se construye desde la novedades.
El ejecutivo calcula que, en el próximo año, el share de las
publicaciones digitales puede alcanzar el 7%. BajaLibros.com posee acuerdos con
distinas editoriales de México, Colombia y otros países de la región. Entre
ellos, se destaca el que poseen con OverDrive, por el cual brindan ya 45.000
títulos en inglés y 50.000 en español.
Planeta y Random House digitalizan el 100% de sus títulos, pero
del resto de las editoriales de la Argentina sólo lo hace el 10%. Y más de 500
editoriales se concentran entre la Ciudad de Buenos Aires y el Gran Buenos
Aires, explica a IT Business, Daniel
Benchimol, director de Proyecto 451, una empresa dedicada a las publicaciones
digitales.
"La participación es muy chica en la Argentina. En los
Estados Unidos los libros digitales representan un 30%, y, en España, ya están
entre un 5 y un 7%", dice Catalina Lucas, digital Manager de Penguin
Random House. De hecho, hace más de un año, Amazon informó que ya vendía más
libros en formato digital que en papel. Por cada 100 libros de papel, la firma
vendía 114 en formato electrónico en los Estados Unidos. Esta equivalencia se
repitió, luego, en el Reino Unido, donde la proporción es de 105 textos
digitales vendidos contra 100 de papel.
Los obstáculos
Parecieran surgir dos obstáculos a la hora de pensar en el
crecimiento del mercado editorial digital a nivel local. Por un lado, para una
gran cantidad de empresas, resulta cara la conversión del formato papel al
electrónico. Por el otro, el freno a la importación de dispositivos para leer
en forma electrónica, profundizada durante 2013, también parece haber afectado
el panorama. Amazon hace ya más de dos años, no puede introducir el Kindle.
Es en ese marco, que Skidelsky sugiere que "es
necesario juntarse para convertir los libros a digital por un tema de costos. Y
también se requiere un cambio de cabezas que impulse este proceso que se da más
en editoriales pequeñas que en las grandes. Y no se trata de un problema
argentino sino que se repite en toda la región. Hay una resistencia del sector.
Vengo de una familia de editores de libros de papel de toda la vida. Pero hoy
el lector es "híbrido", a veces le gusta leer un texto en papel, a
veces en digital, en una tablet".
La tableta parece estar erigiéndose como la salvadora del
formato. A partir del ingreso más fluido de estos dispositivos, en la segunda
mitad de 2013, hubo una mejor reacción en cuanto a disponibilidad de títulos.
Cabe recordar que, el año pasado, terminaron vendiéndose más de 1 millón de
tablets en el país, según datos del mercado. Para 2014, las proyecciones
anticipan ventas cercanas a los 2 millones de unidades. Esto sí posibilitaría
una mejor disponibilidad de soporte para los libros electrónicos.
La ventaja del precio
Más, si se tienen en cuenta los precios de los textos
digitales. En general, están más baratos, en algunos casos, un
40% o 50% más económicos
que en papel. Pero también hay que notar que, en ciertos
casos, los descuentos se manejan de manera muy arbitraria, detalla Benchimol. Skidelsky coincide en los porcentajes de
descuento y añadió
que "es lógico que así sea porque la composición
de costos es más económica".
Sólo por dar un ejemplo: Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez puede costar unos $70
en una tienda digital, mientras que si se lo busca en papel el valor se ubicará
en no menos de $100.
Para Skideksy, las condiciones que presenta el mercado
durante 2014, son mejores que las registradas hace un año: Hay más smartphones en uso, más tabletas, y eso es alentador. Tenemos que ir aprendiendo
todos en este camino. El iPad2 es la versión
nueva del libro digital. Todo el sector necesita que esto funcione. Argumentar
que no se digitaliza por miedo a la piratería ya no tiene sentido porque, aún
sin que se editen libros en ese formato, siempre termina apareciendo una copia
en PDF.
De los 12 millones de teléfonos móviles que se venden
anualmente en la Argentina, más de la mitad ya son smartphones, según datos de
Carrier y Asociados. Y la plataforma predominante en la Argentina es Android,
de modo que Google Libros seguramente hará su aporte al impulso de la
digitalización de libros para todos aquellos interesados en tener sus títulos
en esa tienda.
En América latina, la gente no tiene un dispositivo sólo
para la lectura de libros. En nuestro caso hay categorías que funcionan muy
bien, como la literatura erótica. Hay personas que se sienten muy cómodas en
descargar estos títulos en soporte digital porque tal vez no se sienten así si
deben ir a una librería, comenta Skidelsky. Para el
ejecutivo, el smartphone se convirtió en un gran
promotor porque el lector no toma en cuenta que está
leyendo un libro digital.
El director ejecutivo de BajaLibros.com se muestra aún más
optimista de cara al futuro. Creemos que
la participación de los títulos
en formato digital se ubicará entre 5 a
7%, en un año. En México,
por ejemplo, las editoriales ya tienen presupuesto específico
para el formato electrónico. Es un cambio de tendencia
que promete repetirse en la región", destaca.
El dato recuerda que el mercado local mantiene la
oportunidad con mucho espacio para crecer, si el desorden macroeconómico se
llegara a ordenar.
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